La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús ha acogido este mediodía, al igual que cada 8 de septiembre y en su día grande, la Eucaristía en honor de Nuestra Señora de la Victoria, Patrona coronada y alcaldesa perpetua de Melilla.
A esta ceremonia, la cual fue oficiada por el vicario Episcopal de Melilla, Eduardo Resa, acudió el Gobierno de la Ciudad en su totalidad, encabezado por el presidente, Juan José Imbroda, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, además de los representantes de Melilla en Madrid, la diputada nacional, Sofía Acedo y los senadores Isabel Moreno y Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu. Además del comandante General de Melilla, Luis Sáez de Rocandio y representantes de otras instituciones castrenses. Asimismo, la representación política también estuvo nutrida de diputados de varias formaciones en la Asamblea, como fue el caso de Gloria Rojas y Rafael Robles por el Partido Socialista, José Miguel Tasende y Javier da Costa por Vox.
Asimismo, acudieron los miembros de la Real Congregación de Nuestra Señora de la Victoria, encabezados por su Hermano Mayor, Luis López de la Manzanara. Además de los Hermanos Mayores de las distintas cofradías de nuestra ciudad.
La Eucaristía contó con la presencia de la Asociación Banda de Música, Orquesta Sinfónica y Coro "Ciudad de Melilla", quienes interpretaron varias piezas de carácter religioso.
El vicario aprovechó para describir cuan especial era este momento, pues recordó la conmemoración del Año Jubilar con motivo del 75 aniversario de la Coronación Canónica de la Virgen de la Victoria. Además, aprovechó para agradecer a Su Santidad, el papa Francisco I por conceder el Decreto Pontificio para el Año Jubilar, a petición del obispo de Málaga, Jesús Catalá.
Además, Resa aprovechó para agradecer a la ciudadanía melillense por su adoración a la Patrona en el día de la natividad de la Virgen María.
"Nuestra presencia es un canto de amor a nuestra madre".
A continuación, la secretaria de la Congregación tomó la palabra para narrar la historia de Nuestra Señora de la Victoria. Afirmó que Nuestra Señora de la Victoria viene siendo patrona de la ciudad desde el 3 de febrero del año 1756, aunque su adoración viene de muchos años atrás.
A lo largo del acto se produjo uno de los actos más emotivos, el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, realizó el tradicional ofrecimiento donde se encomendó a la Virgen de la Victoria.
Imbroda pidió a la Patrona que iluminara a los melillenses con valores de justicia, solidaridad, paz y hermandad para que estos fueran "santo y seña" de la ciudadanía.
Imbroda reclamó además por los que sufren enfermedades y problemas sociales como el maltrato o el drama social del paro. Asimismo, afirmó que su único compromiso no era otro que trabajar por el bien de los melillenses sin hacer ningún tipo de distinción entre la población.
Por último, demandó a la Patrona que siguiera extendiendo un "manto de protección" para que la paz se desarrollase entre los melillenses.
La solemne Eucaristía vivió otro momento de gran emotividad cuando se produjeron las ofrendas a la Patrona coronada de la ciudad. Dichas ofrendas procedían de numerosas instituciones y entidades.
Entre ellas, estaban las Casas de Melilla en el resto de España, las Damas de la Victoria en Valencia, las Casas Regionales con presencia en nuestra ciudad, como el caso de Ceuta, Aragón o Castilla y León; la Comunidad Hindú y autoridades como la delegada del Gobierno, el comandante General de Melilla y el presidente de la Ciudad.
Antes del fin de la Eucaristía, la secretaria de la Congregación instó a los presentes a realizar el juramento a la Patrona.
El acto concluyó con el canto del Himno de la Virgen de la Victoria y con vivas a la Patrona y a Melilla
Una vez concluida la Eucaristía, varios representantes del Gobierno local realizaron declaraciones felicitando a los melillenses por este día grande de la ciudad.
El presidente Imbroda afirmó que el 8 de septiembre era una fecha emblemática para los melillenses sin importar su credo, además de manifestar que esta fecha representaba una serie de valores como la paz, el cariño, amor y solidaridad.
Por otro lado, Imbroda dijo que tenía una costumbre cada vez que llegaba a la presidencia. Esta era acudir a rezar a la Virgen con su familia, al igual que hacían los gobernadores de la ciudad. No obstante, el inicio de esta legislatura coincidió con el decreto del Año Jubilar, el pasado 13 de julio, un hecho que el presidente no pasa por alto, "tal vez nos sirva para coger una línea importante y positiva en el Gobierno".
Además, el presidente garantizó que el Decreto Pontificio que se le entregó ayer se ubicará en un lugar especial, pues es "histórico".
Por su parte, el vicepresidente primero de la Ciudad, Miguel Marín, felicitó a los melillenses por el día de la Patrona, "día grande para la ciudad", dijo.
Además, aprovechó para desear un gran día al conjunto de la ciudadanía.
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