La ciudad volvió a disfrutar ayer un año más de la tradicional romería del Rocío. Las carretas salieron de la iglesia Santa María Micaela, camino de los Pinares de Rostrogordo, acompañadas de los hermanos de la Cofradía del Rocío y de otros amantes de este evento melillense, que coincidiendo con la celebración de la aldea de Almonte, reúne cada año a cientos de personas que unen la devoción a la virgen del Rocío a las ganas de pasar un buen rato con familia y amigos.
La Casa de Ceuta en Melilla, el Club Escorpio o la Ciudad Autónoma, entre otras muchas entidades, montaron sus barras y sus casetas para que los visitantes pudieran comer y beber al ritmo de las sevillanas.
Representantes de la Ciudad Autónoma, como el viceconsejero de Festejos, Francisco Díaz, el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón o el consejero de Educación, Antonio Miranda, acompañaron a los rocieros en esta jornada festiva.El comandante general de Melilla, Álvaro de la Peña, también estuvo presente en el acto.
El viceconsejero de Festejos aprovechó su presencia para felicitar a todos los participantes en la romería y señaló que aunque había menos afluencia de público que el año anterior, fueron muchos los que eligieron esta opción de ocio ayer. Además, Díaz destacó que la jornada transcurrió tranquila y sin incidentes destacables, lo que valoró positivamente. “Lo más importante es que todos sepamos disfrutar de este tipo de fiestas y que no se produzca ningún problema que empañe la celebración”.
Precisamente para garantizar esa tranquilidad, en la romería no faltaron los dispositivos de seguridad que contaron con efectivos de la Policía Local, la Cruz Roja, Protección Civil y Bomberos, que velaron por la seguridad de los asistentes
Pasadas las 14:00 horas se realizó la tradicional entrega de premios, con la que se dio un pequeño reconocimiento a todos los que participan en la celebración. Los cocineros de la caseta de la Ciudad Autónoma, la reportera de Televisión Melilla Ana Gallego o los distintos cuerpos de seguridad que trabajaron en la romería fueron algunos de los premiados de este año.
Tras la entrega de trofeos la fiesta continuó hasta la tarde. Los bailes, los cantes y el grito de “Rocío guapa”, en recuerdo a la homenajeada en esta romería, fueron los protagonistas del resto del día. Cuando el sol comenzó a marcharse, los romeros empezaron la tarea más pesada de la jornada, la de recoger las sobras, para realizar el camino de vuelta. Las carretas regresaron y se guardaron los trajes de flamenca y la imagen de la virgen del Rocío hasta el próximo año.