Los secretarios generales de UGT y CCOO anuncian que remitirán un escrito este lunes al presidente de la Ciudad para solicitarle que medie en esta negociación. Los sindicatos rompieron ayer la negociación que hasta la fecha estaban manteniendo con la patronal para acordar el reparto de la bonificación a la Seguridad Social. Así lo confirmaron ayer a El Faro los secretarios de CCOO y UGT, Caridad Navarro y Alonso Díaz, respectivamente.
“No hemos llegado a ningún tipo de acuerdo en estas tres reuniones que hemos tenido y no parece que vaya a producirse en alguna posterior”, apuntaron.
Por ello, y como primera medida, anunciaron que este lunes remitirán un escrito al presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, para que medie en el asunto e intenta acercar posturas.
Díaz defiende la mediación de Imbroda en el sentido de que “esta cuestión es algo que concierne al Gobierno de la Ciudad”, y recordó que la iniciativa de la bonificación de las cuotas patronales parte del Ejecutivo local “ y por tanto, como tal iniciativa, debe respetarse el espíritu con el que se tomó esto allá en el 2004”, precisó.
Por su parte, Navarro lamentó que al final se haya tenido que recurrir a la intervención del presidente de la Ciudad. “Me hubiera gustado más que alcanzáramos solos ese acuerdo empresarios y sindicatos, pero dado que ha sido imposible, hay que buscarlo por otro lado”.
La presidenta de la Confederación de Empresarios, Margarita López Almendáriz, coincidía en parte con la opinión de Navarro, en el sentido de que ella no es partidaria de recurrir a la mediación de Imbroda. De hecho, aseguró en declaraciones a El Faro que por parte de la patronal no se iba a optar a este recurso, y que por el contrario, confiaba en que los sindicatos, “a lo mejor, puedan reflexionar, ver y estudiar esta última propuesta y nos puedan llamar”.
Un deseo que por lo expuesto ayer por los dos máximos responsables de UGT y CCOO parece que no va a producirse.
Y es que tanto para Díaz como para Navarro, la postura de la patronal es “inadmisible e incomprensible”. Según explicó la dirigente de CCOO, “la patronal sigue queriendo excluir del reparto de la parte correspondiente de las bonificaciones a la Seguridad Social a todos los trabajadores de las pymes durante el año en curso y el 2013”. Y eso supone, tal y como dijo, la práctica totalidad de las empresas, pues como confirmó López Almendáriz, casi el 98% de las existentes en Melilla se enmarcan dentro de la denominación de pymes –menos de 250 trabajadores–.
Además, Navarro rechazó los argumentos que esgrime la patronal para defender su propuesta. Por un lado el de ayudar a las empresas, que desde el punto de vista del sindicato “no es válida”, porque “no se puede platear que con la parte que le corresponde a los trabajadores (entre 30 o 40 euros, dependiendo del salario base de cada uno) sea suficiente para salvar una empresa o para que no se despida a alguien”.
También se opuso al planteamiento de la patronal que argumenta la actual situación de crisis económica para congelar ese reparto. En este sentido dijo que, “¿a caso en Ceuta no hay crisis?, porque allí sí han firmado las dos partes. ¿Qué razones hay para que allí sí y aquí no? ¿Será alguna inconfesable? No lo sé, pero desde luego ni pedir ayuda a los trabajadores ni esgrimir la crisis son argumentos válidos”, aseveró.
La presidenta de la Confederación, por su parte, defiende todo lo contrario, que “si se sigue estrangulando más a las empresas van a caer y a cerrar”.
López Almendáriz recuerda que la situación actual “está presionando con una gran intensidad en el ámbito de las pymes”, desde “que tienen crédito a cero, según han indicado algunas entidades financieras, hasta problemas de liquidez o los retrasos en el cobro de los servicios, especialmente de administraciones y grandes empresas”.
Por todo ello, la propuesta que presentaron ayer en la mesa de negociación es “establecer una medida temporal y excepcional para los ejercicios 2012 y 2013, para aquellas empresas que se puedan calificar de pymes”.
López Almendáriz lamentó por último que los sindicatos hayan rechazado todas las propuestas que los empresarios han llevado hasta la mesa y “no se haya podido conseguir ningún avance”, además de que sigan “en sus planteamientos de máximos desde el primer día”.