UFP y CEP lamentan la dimisión del número dos del Ministerio del Interior. SUP sólo espera que quien le sustituya mantenga “los mismos criterios y compromisos”.
Los sindicatos policiales de Melilla temen que la dimisión “por motivos personales” del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, ralentice las mejoras anunciadas por el número dos de Interior el pasado mes de diciembre, durante su visita a la ciudad.
Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP), mayoritario en Melilla, no quieren entrar a valorar “los motivos por los que dimite un político. Sus razones tendrá”.
Lo que sí preocupa al SUP es que la persona que sustituirá a Ulloa (Francisco Martínez, hasta ahora jefe de Gabinete del ministro de Interior, Jorge Fernández) “mantenga los mismos criterios, compromisos, buenos modales y costumbres” que los contraídos por el ex secretario de Estado de Seguridad durante su visita oficial a Melilla del mes pasado.
Desde el SUP temen, sobre todo, que se quede en papel mojado la promesa de Ulloa de arreglar el tema de la catalogación de los agentes destinados en la frontera (pagarles un extra de unos 30 euros al mes por su especialización en el control de documentación).
Para Ulloa éste era un tema “de justicia”, ya que los mandos de la frontera sí perciben el plus de catalogación por el que el SUP viene peleando desde 2008.
Un jarro de agua fría
Por su parte, a la Unión Federal de Policía (UFP) no le duelen prendas en lamentar la dimisión de Ulloa. “Es una pena que gente como él, que hace las cosas bien, tenga que dimitir”, aseguró su portavoz en Melilla.
UFP también alabó “la honradez” de Ulloa y cree que todos los políticos que han venido a la ciudad antes que él a prometer mejoras en la frontera que luego no han cumplido “deberían dimitir”.
Para la Confederación Española de Policía (CEP) la dimisión de Ulloa sentó como “un jarro de agua fría” ya que “no es común que un secretario de Estado visite Melilla y se reúna con los sindicatos policiales”.
Además, insiste, no es sólo que haya venido a Melilla sino que lo hayan visto preocupado y que se tomara en serio las demandas para mejorar la frontera con Marruecos. “Ojalá que ésta no sea la causa de su dimisión, que haya forzado la máquina para solucionar los problemas ya. Las razones verdaderas de habrá que investigarlas”, apunta la Confederación Española de Policía.
Imbroda: “La dimisión de Ulloa no es un paso atrás para Melilla”
El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, afirmó ayer que la dimisión por “motivos personales” del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, “no es un paso atrás para Melilla porque “el ministro (del Interior) está implicado y fue él el que tuvo las conversaciones con el ministro marroquí del Interior”.
Asimismo el jefe del Ejecutivo local destacó que “el departamento no se para y sigue todo” y que “el que entre tendrá que actualizarse y eso serán dos, tres o cuatro días”.
Imbroda comentó además que no cree que el cambio del número dos de Interior tenga “mayor complicación”. No obstante, reconoció que Ulloa “ha rendido muy buenos beneficios a Melilla en el sentido de que ha apoyado muchísimo a la ciudad”.
Por eso el presidente aprovechó para agradecerle “las gestiones que ha hecho por Melilla” porque “estaba muy concienciado y sabía lo que había que hacer”.
Además Imbroda destacó que esa actitud del ya ex secretario de Estado de Seguridad está en sintonía con la actitud del Ministerio del Interior, que “está apoyando a Melilla y haciendo todo lo que puede y más”, por lo que él cree que no habrá ningún problema.
No logró controlar el ministerio
Detrás de la dimisión del secretario de Estado de Seguridad, Ignacio Ulloa, podrían estar las tres dimisiones que ha habido en el Ministerio del Interior desde su llegada al cargo en enero del año pasado. En los últimos doce meses han dejado su cargo el comisario general José Enrique Rodríguez Ulla; Pedro Agudo, jefe de Gabinete del director general de Policía, Ignacio Cosidó, y Concepción Figuerola, que estaba al frente del Gabinete del secretario de Estado.
También le achacan su bajo perfil político y su incapacidad de coordinar a Guardia Civil y Policía Nacional, un detalle éste que ponen en duda los sindicatos policiales de Melilla: “Eso no lo ha conseguido nadie”, señalan.
Además, se le atribuyen malas relaciones personales con Cosidó e incapacidad para controlar el ministerio y a los mandos policiales. En Melilla, en cambio, dejó buen sabor de boca.