Sindicatos policiales critican la falta de colaboración de Marruecos en frontera

• Culpan al delegado del Gobierno de la mala gestión y exigen más agentes y mejorar las infraestructuras

La falta de colaboración de Marruecos es uno de los principales escollos con los que tienen que lidiar los agentes españoles a la hora de gestionar los pasos fronterizos. Esta es la principal queja que comparten el Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Unión Federal de Policía (UFP) y la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) tras analizar la avalancha de ayer en Barrio Chino que acabó con la vida de un porteador y dejó a dos heridos en el lado español.

Estos sindicatos policiales y la organización de la Guardia Civil coinciden en que la ausencia de comunicación entre España y el país vecino dificulta la gestión fronteriza para evitar la acumulación de porteadores. A ello añaden la escasez de policías marroquíes en su zona. Sin embargo, también culpan al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, por desoír las reivindicaciones que estas organizaciones llevan tiempo reclamando, como el incremento de dotaciones en el lado español y una mejora considerable de la infraestructura de los pasos de frontera.

Sin control

Desde la AUGC critican que la autoridad de Marruecos no colabore ni ponga orden para mejorar el tránsito de estos ciudadanos que cruzan a diario de un lado al otro cargados con toda clase de bultos. Además, esta organización de guardias civiles considera que la estructura de Barrio Chino es “una trampa mortal” al contar “con tornos insuficientes” para el paso de tanta gente a la vez. De ahí que tachen este paso de “ratonera” y presagien que “cuanto más tiempo pase, más peligro habrá de que se produzcan más heridos y muertes”. Por ello, reclaman a El Barkani que se ponga en contacto con el país vecino y se tome en serio el control fronterizo.

“Es un desastre”, señalan a El Faro desde el SUP. Este sindicato policial asegura que “El Barkani se está equivocando” y quieren que “reconozca que no se puede permitir que miles de personas entren en un embudo sin control de Marruecos” porque “es una locura”. Esta organización invita al delegado a pasar un día en frontera para conocer de cerca la problemática diaria que viven los agentes destinados “sin el número de efectivos adecuado y sin los recursos necesarios” y critican que El Barkani sea tan “aséptico como delegado” en el control fronterizo. Desde el SUP lamentan que los problemas en frontera sean la publicidad que se da de Melilla y no la de Fitur y remarcan que la ciudad “se ahoga en esta problemática desde hace años”.

Por su parte, UFP asegura que se trata de una “crónica de una muerte anunciada” que se debe a la “dejadez y nula colaboración marroquí” al considerar que “Melilla es una ciudad que pertenece a Marruecos” y por eso la gendarmería ignoraría estos problemas. Este sindicato reclama a las autoridades marroquíes que actúen de oficio e imputen a los policías responsables de la avalancha. Además, señalan que el delegado está obcecado con la frontera inteligente y es “incapaz de ver más allá e identificar las necesidades reales y urgentes”.

Medidas propuestas

Estos sindicatos también reclaman a El Barkani una serie de medidas para acabar con situaciones y accidentes como el de ayer. Todos coinciden en la necesidad de incrementar el número de efectivos, pero cada entidad añade otras reclamaciones para afinar su trabajo.

Por su parte, el SUP se muestra mucho más crítico con todo el comercio atípico que tilda de “comercio caciquil y esclavitud encubierta” y pide que se corte de raíz esta actividad por no disponer de los recursos necesarios para gestionarla adecuadamente. La solución que plantea este sindicato es hacer que sean los propios camiones cargados de mercancía los que crucen la frontera para distribuir los productos en los comercios.

UFP reclama una estructura fronteriza práctica y segura y más carriles que eviten las aglomeraciones. Por último, señala que si no se incrementa el número de agentes, tendrán que “pedir refuerzos a los Mossos d’Esquadra”. Esta organización lamenta que esta situación sea consecuencia de la falta de previsión del delegado y señala que era obvio que el descenso de porteo en Beni Enzar incrementaría el de los pasos de Barrio Chino y Farhana.

En el caso de la AUGC, solicitan implantar hasta nueve tornos para evitar las aglomeraciones, además de ampliar las medidas de cada uno de ellos para evitar que los porteadores “se asfixien y les falte el aire”. También plantean la creación de un pasillo similar al de Beni Enzar, que permita el acceso a estos tornos de forma ordenada.

• Quieren que Europa conozca la pérdida de derechos humanos en los pasos fronterizos

Los sindicatos policiales SUP y UFP y la AUGC también remarcan “la pérdida de derechos humanos y el desprecio a la vida” que se da en el comercio atípico y en los problemas de frontera y no quieren que pasen desapercibidos ni en Melilla, ni en España ni en Europa o en la Unión Europea.

Así, desde la AUGC propusieron destinar determinados días para el pase de hombres y otro para mujeres con la intención de evitar agresiones sexuales hacia ella, ya que “muchas no denuncian por vergüenza familiar y social”. Esta asociación cree que la avalancha de ayer es una “situación anómala, impropia de un país de la Unión Europea y del Primer Mundo” y se queja de que “los porteadores viven en esclavitud”.

Por estas mismas razones, el SUP quiere que se acabe con el comercio atípico, que tacha de “dueño y señor de la economía de Melilla” por seguir las reglas del “comercio caciquil y de la esclavitud encubierta”, y cuyo control está dejando exhaustos y en una situación crítica a los agentes policiales destinados en frontera. “Este comercio ni valora ni respeta la vida humana de las personas que cargan los bultos”, sentencian.

UFP comparte estas críticas y asegura que desde ayer mismo está en contacto con varios partidos políticos de Madrid para que “Europa vea la deshumanización de los porteadores en las fronteras de Melilla”. Esta organización defiende el comercio únicamente si las condiciones de los trabajadores son dignas, seguras y justas, algo que a día de hoy consideran que “no se cumple”. Por ello, insisten en la necesidad de remodelar los pasos fronterizos.