El Sindicato Unificado de Policía (SUP), la Confederación Española de Policía (CEP), la Unión Federal de Policía (UFP) y el Sindicato Profesional de Policía (SPP) denunciaron ayer en un comunicado conjunto la “situación de indefensión y agravio” en la que se ha dejado a los funcionarios de la Policía Nacional después de que a cinco de ellos se les haya abierto expediente disciplinario tras el incidente en el que se vieron implicados con un menor en Melilla.
Los hechos ocurrieron el pasado día 17 de madrugada, cuando, según relatan en la nota de prensa, varios policías fuera de servicio cenaban en un restaurante en el paseo marítimo al final de su jornada laboral y dos menores se acercaron a pedirles dinero, como al resto de personas que estaban en el establecimiento.
Los agentes se negaron a ello y “se les invitó a que abandonaran el local y no molestasen a los clientes”, pero a la salida del establecimiento, seis menores, entre ellos los dos que habían entrado al local, “esperaban a los policías, a los que increparon con insultos, llegando incluso a atacarles con botellas y piedras”.
El comunicado sindical señala que dos policías resultaron heridos y todavía siguen de baja, mientras que el resto sufrieron “diferentes contusiones y lesiones de menor gravedad”.
Los sindicatos relatan que “tras el ataque, gracias a la llegada de vehículos policiales de servicio, se consiguió reducir y controlar a uno de los menores agresores, quien ofreció una fuerte resistencia, siendo trasladado para ser atendido de las lesiones, quedando a continuación a disposición del fiscal”.
A juicio de SUP, CEP, UFP y SPP, “los relatos que se han ofrecido de estos hechos” y “las diferentes reacciones de responsables políticos” sobre este asunto “resultan en sí mismas parciales, subjetivas, rozando el populismo en algunos casos”, ya que “la presunción de inocencia de los policías no ha sido contemplada” y “se ha reducido su actuación a las imágenes parciales, difundidas a través de un vídeo tomado por un transeúnte”.
Los cuatro sindicatos consideran, además, que se ha dejado a los funcionarios policiales “en una situación de indefensión y agravio” después de que se haya procedido a la apertura de varios expedientes disciplinarios, según se informó desde la Delegación del Gobierno, “sin que conste una información reservada previa (investigación) para determinar su pertinencia”.
También ponen en evidencia en el comunicado “la dura realidad de los miembros de la Policía Nacional en Melilla”, que “en suma es un reflejo de la tensión a la que se enfrentan en el día a día los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado” por tener que desempeñar “un trabajo sobredimensionado” por el número de efectivos insuficiente y la carencia de medios y recursos materiales para garantizar la seguridad de melillenses y pasos fronterizos.
Alertan además de la gravedad y los riesgos de utilizar la imagen de los policías nacionales “como chivo expiatorio ante la falta de inversión y medidas concretas que sirvan para paliar las numerosas deficiencias y necesidades de la seguridad pública en Melilla”.
“Criminalizar esta actuación a través de versiones de los hechos totalmente sesgadas y nada objetivas, no solo agravaría los problemas sociales, sino que generaría una desafección y una fractura entre ciudadanos y miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, se concluye en el comunicado.
Justicia Policial (Jupol) lamentó ayer en un comunicado “la poca neutralidad política con la que se está actuando” en relación con el incidente de la noche del domingo entre agentes y un menor, ya que, según dijo, por parte de la representación del Gobierno “no solo no se han interesado por el estado de salud de sus policías, sino que parecen estar dejándose llevar por el revuelo mediático y el clamor de las redes sociales”. Por ello, la organización sindical les solicita “la imparcialidad que legalmente se les exige”, que se tengan por veraces los relatos de los agentes agredidos y que se deje actuar a la justicia para que se pueda de esta manera conocer lo sucedido.
Desde Jupol quisieron expresar su “total rechazo” a la versión ofrecida por los medios ya que, según dijeron, “se han interesado únicamente en conocer la versión ofrecida por el menor y sus familiares”.
En el comunicado, relatan que las lesiones sufridas por el joven son “fruto de la agresión por parte de un grupo de personas (entre las que se encontraba el menor que nos ocupa) y que ha dejado a cinco policías heridos”, una versión que, según sus palabras, “nadie quiere escuchar”.
Así, aseguran que los agentes fueron “sorprendidos por seis-ocho jóvenes con piedras y botellas”, resultando cinco policías heridos, “dos de ellos con diversos cortes de gravedad, teniendo uno de ellos un hueso fracturado y otros tres presentan varios politraumatismos, contusiones y hematomas”. “Por lo que la realidad dista mucho del mensaje racista y difamatorio que se quiere hacer llegar a los medios”, apuntan.
“Es evidente que este tipo de noticias en las que se vincula una actuación policial a un acto racista o xenófobo (además sin sustento alguno) solo busca desprestigiar al colectivo de Policía Nacional”, señalan.
Alternativa Sindical de Policía (ASP) señaló ayer en un comunicado que “en unos segundos de vídeo no se pueden sacar conclusiones tan fácilmente”, en relación con las imágenes sobre el incidente del pasado domingo entre policías que estaban fuera de servicio y un menor.
“Al parecer, el joven implicado en la pelea junto con más jovenes antes increpó e hirió a varios policías con una botella de vidrio junto con un familiar, el cual intentó atropellar a dichos funcionarios. Dichos policías necesitaron puntos de sutura así como otro tiene una fractura en brazo”, señalan en la nota.
“El fallido intento de atropello con el vehículo dio como resultado el atropello pero de un menor amigo del joven que sale en las imágenes”, aseguran.
Por ello, desde ASP solicitan que “no se hagan juicios paralelos hasta que todo se haya esclarecido”. En la nota también recuerdan que el sábado dos agentes “fueron agredidos en su tiempo libre en la zona del Puerto Noray al ser reconocidos por unos delincuentes”.
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