“Sinceramente, creo que la realidad del paro en Melilla no es la que dan las cifras”

La responsable del SEPE analiza en El Faro cuál es la situación actual del mercado laboral en nuestra ciudad y qué ha hecho ella para mejorarla desde que está al frente del SEPE

–Hace un año y medio que llegó a la Dirección Provincial del SEPE. ¿Qué se encontró entonces y qué cambios ha hecho en este tiempo?
–En principio me encontré en una situación en la que tenía mucho que aprender para poder dirigir esto desde un punto de vista eficiente. Yo soy una persona muy metódica y exigente y entonces al principio me puse al día para controlar. A partir de ahí me di cuenta de que hay muchas actuaciones distintas dentro del SEPE. Hay una oficina de prestaciones que tiene que funcionar desde la eficiencia, que está organizada a nivel nacional donde hay una planificación con citas previas y control exhaustivo y aquí hacía falta ordenarla un poco. Después tenemos una oficina de empleo que en todas las comunidades está transferida menos en Ceuta y Melilla. Ahí había que hacer hincapié en ordenarlo. Hay situaciones como el departamento de orientación que no tenía organizada una cita previa.
Hemos elaborado un formato de impreso para que en algunos trámites no requieran una espera. También he intentado potenciar la renovación de la demanda no presencial. Hay muchas personas que están en el SEPE, algunos que están en mejora de empleo no son desempleados. La oficina de empleo no tiene unas dimensiones suficientes como para que cada día puedan venir aquí a renovar más de 200 personas y he intentado potenciar la renovación por internet. Se orienta a las personas para que lo puedan hacer aquí si no tienen internet en casa.
–¿Y en cuanto a los planes de empleo?
La parte de políticas activas de empleo es el aspecto que tiene la mayor repercusión social, especialmente los planes de empleo. En este sentido, cuanto más tipificada esté la forma de hacer la selección es mejor para todos. He dedicado mucho tiempo a que todo esté tan claro que cuando alguien me pregunte yo por qué no he salido, yo le pueda decir las razones. Entiendo que no todo el mundo tiene por qué estar de acuerdo con las decisiones. Nosotros seleccionamos a parados para que otra institución sea la que contrate. Seleccionamos a través de una comisión ejecutiva, donde se toman unas decisiones que después hay que acatar. El año pasado había un criterio de selección que era muy engorroso y se cambió a final de año porque requería de unos datos que no podíamos sacar nosotros, decidimos no usar esos datos y se llegó al acuerdo de que se utilicen datos que se puedan extraer en esta dirección provincial y que son los que ahora mismo se están utilizando. Antigüedad, porque el derecho al trabajo es fundamental y todo el mundo tiene el mismo derecho, el único que tiene más derecho que tú es el que lleva más tiempo desempleado, después de ahí habrá que quitar a personas que ya han tenido su oportunidad. Cuando yo llegué, cualquiera que hubiera trabajado en un plan de empleo de cualquier año no podía volver a hacerlo. Eso suponía que si en los últimos 12 años había sido contratado en un plan estaba descartado y yo entendía que era muy restrictivo. Por eso decidimos que fuesen 4 años sin haber trabajado en un plan para poder entrar en otro. Otro criterio es quien cobre o no prestación y después los dos años de empadronamiento.
–Ha hecho referencia a un cambio en los criterios de selección, supongo que se refiere a los datos que llevaron al error en las listas del año pasado. ¿Qué ocurrió?
–En los criterios del año pasado se sumaba el tiempo que una persona ha estado desempleada y se llevó a la conclusión de que desde el 2006 era suficiente para contabilizar los días que cada persona había estado parada. Esos datos que desde los servicios centrales se comprometieron a mandarlos, resultó que la persona que había hecho las tablas no había puesto el límite de 2006 y por tanto aparecía todo el tiempo que esa persona había estado parada. Estaba yo en Barcelona cuando se detectó el erro y creía que me iba a dar algo de pensar lo que había ocurrido. Tuve que coger un tren para llegar al día siguiente por la mañana. Recuerdo que la directora general me llamó y me dijo que lo estaba haciendo muy bien y que no preocupara. Claro, pero tú estás en Madrid, le dije.  Pero bueno, al final se solucionó y si hay que dar la cara se da la cara. Eso es algo que tengo asumido. No te gusta, pero es lo que hay.
–Acaba de decir que es perfeccionista y metódica. ¿Cómo lleva una persona con esas caracerísticas las críticas?
–Las críticas las he llevado mal, pero bueno me considero una persona fuerte. Hoy en día sé que me han servido para aprender. Muchas veces te pones a trabajar y no eres consciente de la repercusión que tiene tu trabajo, quizás porque no estás acostumbrada. Yo no llevo en política tanto tiempo, soy una gestora de toda la vida y a lo mejor no había asumido la repercusión que podía tener esta situación. Es cierto que ninguna de las dos cosas que han ocurrido son cosas que se pudieran haber resuelto por mejor gestión, sino que escapaban de mi gestión, pero no deja de ser mío porque yo soy la responsable del Servicio Público de Empleo.
–En este tiempo supongo que ha tenido tiempo de conocer más a fondo cuál es la realidad de la economía y del empleo. ¿Qué problemas ve en Melilla para generar empleo?, porque la cifra de parados sigue siendo muy elevada.
–Yo sinceramente creo que la realidad de la economía de Melilla no es la que dicen los datos. Por ejemplo, en los planes de empleo de este año ha habido muchas renuncias y muchas no comparecencias. Teóricamente se trata de personas que tienen que estar locas por trabajar. Sin embargo, no se han presentado o han renunciado, por diferentes motivos. Eso no es normal. No estamos hablando de renuncias de licenciados, diplomados o técnicos superiores, sino de peones y ocupaciones que en la teoría son para personas que llevan mucho tiempo desempleados y tienen mucho interés en trabajar. Dicho esto, sí es cierto que Melilla está pasando por un periodo en el que puede ser que la crisis haya llegado más tarde y se está saliendo más tarde. También es cierto que no hay un tejido productivo. Pero los datos reflejan una situación más tremenda de lo que realmente es. Entiendo que hay economía sumergida, que puede haber personas que realmente no están desempleadas. Después también hay más de 21% de desempleados extranjeros. El hecho de que seamos frontera con un país que no está en las mismas condiciones de desarrollo que nosotros también importa mucho, porque, como es lógico, intentan venir a esta ciudad a buscar empleo, cosa que entiendo, pero la ciudad también necesita producir más.
– Dice que hay economía sumergida. ¿Qué puede hacer el SEPE para luchar contra esto?
–Nosotros hacemos controles periódicos siempre que hay tiempo en las oficinas. Se selecciona  a un número de personas a las que se les dice que acudan a renovación durante 10 días cada día a una hora distinta para ver si se presentan o no. También hacemos acciones grupales para ver si la gente viene. Lo que se intenta es eso, dentro de las posibilidades que tenemos, ir controlando.
– Y qué ocurre si se detecta que hay una persona inscrita en el SEPE y trabajando.
–Nosotros no podemos detectar si una persona está trabajando y en el paro, pero claro, una persona que está trabajando no puede estar viniendo a cada momento a renovar, entonces deja de venir y le damos de baja. También vemos personas que vienen a renovar la tarjeta de demanda con un mono o con unas manos manchadas de grasa, entonces esas personas se marca y pasado un tiempo, se le hace venir todos los días a distinta hora y algunos dejan de asistir porque su trabajo no se lo permite.
–¿Qué sectores económicos se pueden desarrollar en Melilla para generar empleo, al margen de la ampliación del Puerto?
–Yo entiendo que la ampliación del puerto sería lo ideal, porque es un proyecto de una envergadura enorme. Pero después también el Centro Tecnológico también podría ser una posibilidad de puestos de trabajo. Nosotros nos ocupamos de los desempleados, pero yo estaría dispuesta a formar parte de cualquier comisión que se encargara de hacer esos estudios para analizar el mercado. Creo que Promesa ha encargado un estudio de necesidades formativas y de empleo. Porque es cierto que no tenemos muchas hectáreas de terreno, pero hay que intentar sacarle provecho.
–Hay quién ha dicho que cuando la forma de que el paro baje en Melilla es esperar a que la situación esté mejor en la península y la gente se marche allí a trabajar. No digo que no sea cierto, pero ¿tiene que resignarse a eso la ciudad?
–En la península la cosa ya está mejor, pero esperar a que en la península la cosa esté fantástica es esperar mucho tiempo. Lo que nosotros tenemos que procurar es que aquí haya trabajo. Seguro que el que ha venido es porque le tira la ciudad por lo que sea. Efectivamente vienen desempleados porque se han quedado sin trabajo, pero si no quisieran estar en Melilla, se habrían ido a otro sitio.
–Precisamente hablando de los parados que vienen, se ha criticado que tanto usted como su predecesor en el cargo hayan utilizado esa importación de parados para justificar el aumento del paro. Al fin y al cabo, se trata de melillenses que necesitan un trabajo.
–La cuestión es que si tú haces una diferencia, en esa diferencia no pueden estar los que no estaban antes, por eso los retiraba. También es cierto que siempre me habéis dicho que el dato que no doy es el de los que se van de nuestra ciudad y es cierto. Pero se trata de un dato que no se contempla. El dato de Melilla lo calculamos manualmente porque pedimos el padrón. No es que un dato lo quiera dar y otro no, es que uno lo puedo calcular y el otro no, porque la movilidad geográfica es un derecho del ciudadano y es algo que no se controla. Lo que sí es cierto es que para compensar casaba los datos con los de empadronamiento. Si el padrón no deja de subir es porque mucha gente no se está yendo, sean o no parados..
– Los planes de empleo, tal y como hemos hablado antes, tienen una gran repercusión en la ciudad. Usted misma lo pudo comprobar cuando se produjo el error en las listas. Hasta el punto de que a veces parece que son lo único que influye en que el paro baje o suba.
–Es una realidad que el paro sube o baja en función de que haya o no planes de empleo. Ahora mismo el día 14 terminó la primera fase del plan de empleo de la Delegación de 2014, que si no recuerdo mal son 336 personas. Entonces yo ya sé que cuento con 336 personas más, independientemente de que haya trabajo y se contrate o no más personas. Entonces, por supuesto que afecta muchísimo a la ciudad. También es cierto que son muchas personas las que entran a trabajar a la vez y eso repercute positivamente en la economía de la ciudad porque son personas que llevaban mucho tiempo desempleados y ahora tienen un sueldo más o menos decente, porque un sueldo mileurista es el que tienen muchos licenciados. Así que si más de mil personas consiguen ese trabajo al año y después consigue subsidio, pues es otro tiempo más. Es verdad que no es lo ideal, pero ayuda mucho. Mientras se consiguen otras cosas, esto es imprescindible.
– La formación ha sido una de sus apuestas al frente del SEPE. Los datos evidencian que es necesaria porque hay un alto porcentaje de parados sin cualificación, pero, ¿realmente esa formación sirve para que esas personas encuentren trabajo o se les da una formación y no se analiza nada más?
–La repercusión de la formación en las posibilidades de incorporación al mercado laboral es real internacionalmente, eso es algo que no tiene discusión. Lo que pasa que es necesario que esa formación sea lo más efectiva. Quiero decir que formar siempre en lo mismo, pues no vale. No puedes pensar: Gastamos el dinero de formación y el año que viene otra vez lo mismo. Lo que yo me encontré es que había una inercia en esa formación y estoy intentando que sea lo más amplia posible y haya distintas opciones y que tenga una justificación. Por ejemplo, yo para los puestos de formación que voy a sacar ahora lo que he hecho es preguntar a diferentes instituciones qué formación consideran que es la más necesaria. Luego había formaciones que no se impartían porque las academias no tenían instalaciones, por eso he conseguido firmar un convenio para utilizar las instalaciones públicas que están preparadas para cursos de Formación Profesional. Además eso puede incitar al que estudie ese certificado de profesionalidad a completar su formación. Estoy intentando también que las academias intenten acreditarse en certificados de profesionalidad nuevos que pueden ser interesantes para la ciudad.
–Los números son fríos y en ocasiones hasta aburridos. 12.500, 12.100, 11.800... y así continuamente. Pero detrás de esas cifras hay gente que realmente lo está pasando mal. ¿Qué les diría Esther Azancot a esas personas?
–A esas personas lo que se les puede decir es que desde el SEPE intentamos que las personas que más tiempo llevan desempleadas se contraten. Pero nosotros estamos muy encorsetados en nuestra selección. Me encuentro muchas alegaciones en las que piden por favor ser seleccionados para un plan de empleo. Yo no puedo seleccionar a nadie, eso lo hace la aplicación correspondiente, en función de una serie de variables. Tú pones unas condiciones y la aplicación es la que te da los nombres y a partir de ahí seguimos los criterios de selección. A mí me afecta personalmente ver personas que tienen cargas familiares y no consiguen un trabajo y están desesperadas, pero desde mi puesto  no puedo decir de ninguna de las maneras nunca a tí te voy a dar un trabajo. Entonces estaría entrando donde otros entraron y no deberían haber entrado.
–En cualquier caso, parece que ser director provincial del SEPE en una ciudad como Melilla no es sencillo.
–No es un puesto fácil, pero lo tienes que hacer con ilusión y si uno lo hace con ganas y entrando a fondo en las funciones que te encomiendan, al final terminas queriendo tu puesto de trabajo. Éste es el sitio en el que paso gran parte del día y a la que dedico la mayor parte de mi esfuerzo.