La presencia del fallecido no alteró ni lo más mínimo a algunos bañistas.
La presencia de los sanitarios y de los agentes de la Guardia Civil y la Policía Local en la playa de Los Cárabos llamó a atención de muchos ciudadanos que estaban tomando el sol o paseaban por la zona. Pero parece que no alteró ni lo más mínimo a muchos de ellos que continuaron realizando sus actividades en la costa a pesar de que una persona acababa de fallecer en la orilla muy cerca de ellos.
Los socorristas aún no están a pie de playa. Será a mediados de este mes cuando se inicie la temporada de forma oficial y se preste este servicio.
De hecho, el portavoz del Gobierno, Daniel Conesa, informó hace unas semanas de que la Consejería de Seguridad Ciudadana invertirá en la protección de los bañistas 300.000 euros.
La vida sigue
La Benemérita tuvo que reñir a jóvenes y adultos que intentaron acercarse más de la cuenta al cuerpo sin vida de un melillense de 50 años que falleció ayer en Los Cárabos, a pesar de que el 061 trató durante casi una hora de reanimarlo.
Llama la atención cómo familias con niños permanecieron en esta parte de la playa melillense y dejaban a sus hijos acercarse al fallecido, que estaba cubierto por una lona que usan los sanitarios.
Una madre observaba los trabajos de los forenses y de la Policía Judicial de la Guardia Civil mientras sus hijos jugaban en la orilla y reclamaban su presencia porque habían encontrado una medusa.
Varios metros a la izquierda del cuerpo sin vida de este melillense, un grupo de jóvenes se bañaba y hacía piruetas. Todos reían y se divertían como si nada hubiera pasado unos minutos antes.
Otros ciudadanos tomaban el sol y se giraban para ver el traslado del fallecido de la playa al coche de la funeraria.