Categorías: Editorial

Sin Noticias

LOS padres de los dos jóvenes melillenses, Pisly y Emin, muertos por disparose la Marina Real Marroquí
el pasado 27 de octubre en aguas de Punta Negri, estuvieron ayer en Nador, a petición del cónsul español en esa ciudad, Pedro Jiménez.
Según la versión a la que ha tenido acceso El Faro, el cónsul les citó para darles una palmadita en la espalda. Puede que el gesto sea grandilocuente en el lenguaje diplomático, pero en el idioma que hablamos las personas a de a pie, no sirve de mucho.
Cuarenta días después de la muerte de los dos jóvenes melillenses seguimos sin saber qué pasó aquel fatídico domingo en aguas marroquíes.
A estas alturas sabemos, porque así lo confirmó ayer el delegado del Gobierno en la ciudad, Abdelmalik El Barkani, que la investigación que prometió Marruecos ya está terminada.
En principio, el cónsul español en Nador dijo a este periódico que en el plazo de diez días tras la muerte de los dos melillenses, Marruecos daría explicaciones.
No ha sido así y ni siquiera imaginamos a qué se debe la demora.
En los contactos que ha tenido el Ministerio de Exteriores con las autoridades marroquíes, éstas han prometido entregar la “información” solicitada por España por vía diplomática en cuestión de “días”. De momento, ni está, ni se le espera.
Es evidente que investigar qué pasó en la noche del 27 de octubre en la embarcación en la que navegaban
Pisly y Emin requiere tiempo.
Sobre todo para que las personas que dispararon construyan sus argumentos. Pero ¿por qué tardan tanto los resultados de una autopsia?
La colaboración con Marruecos puede que funcione, pero en este caso lo está haciendo al ritmo que marca el país vecino.
Ayer el presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró a los padres de Pisly y Emin que el lunes comenzaría a mover cielo y tierra para que las familias de los dos jóvenes sean recibidas en el Ministerio de Asuntos Exteriores.
Hasta ahora, las autoridades locales han hecho todo cuanto está en sus manos para apoyar a las familias
de los dos jóvenes. Pero no nos engañemos. En este asunto, Marruecos está jugando sus cartas.
Si España quiere que le ayude a controlar las fronteras de Melilla y Ceuta, entonces tendrá que esperar lo que haya que esperar hasta que el informe sobre lo que pasó en Punta Negri llegue a la mesa del ministro Margallo. Bailamos al ritmo que marca Marruecos.

Compartir

Artículos recientes

Prueba Video Embed DailyMotion

La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…

1 semana hace

Los Caleros de Ayamonte de Pepe Gámez

En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…

2 meses hace

Indagando sobre el sentido del temor a la muerte

Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…

2 meses hace

Percebes

De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…

2 meses hace

Derecho a discrepar

Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…

2 meses hace

Verano del tiempo viejo (VII)

Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…

2 meses hace