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Sin las Q de calidad

Las playas de Melilla han vuelto a quedarse un verano más sin la Q de Calidad que concede anualmente el Instituto para la Calidad Turística Española.

Se trata de un distintivo que en nuestro país ha sido concedido a 196 playas e instalaciones náutico-deportivas, la mayoría de ellas (65) andaluzas, valencianas (45), murcianas (30) y baleares (15).
Incluso Ceuta se llevó ayer la alta calificación para dos de sus playas, algo que ha venido haciendo en los últimos cuatro años: Justo el tiempo que Melilla lleva sin conseguir un reconocimiento que en 2009 y 2010 obtuvieron cuatro zonas de baño de la ciudad.
Echando un vistazo a los requisitos que se exigen para conceder la Q de Calidad Turística cuesta entender por qué nuestra ciudad no se ha llevado el galardón.
En primer lugar,  se evalúa la política del ente gestor de las playas, la formación de los empleados que trabajan en ellas, las auditorías internas o la forma en que se tramitan quejas y reclamaciones de los usuarios. También entra en este punto la evaluación de riesgos higiénico-sanitarios y aspectos ambientales.
El segundo requisito que se tiene en cuenta es la información que se le da al usuario a través de mapas, carteles o códigos de conductas, así como el servicio de salvamento y primeros auxilios con que cuenta la playa y su limpieza y mantenimiento.
Por último, el Instituto de Calidad Turística Española mide los equipamientos e infraestructuras de que disponen las playas evaluadas. Esto es aseos, chiringuitos o zonas de juegos.
A simple vista no parece muy complicado, pero el caso es que nuestras playas se vuelven a quedar este año sin un distintivo que envía un mensaje claro a los bañistas: Disfrutan en un entorno que ha sido controlado, evaluado y que cumple con todos los estándares que se exigen a las mejores zonas costeras de nuestro país.
Para atraer turismo también hay que pensar en aspectos como éste, que quizás parezcan mera formalidad, pero que pueden decidir a turistas europeos, celosos del cuidado del medio ambiente, entre pasar las vacaciones en Melilla o en Ceuta, por citar un ejemplo doloroso.
Por muy limpias y preparadas que estén nuestras playas este año, al bañista melillense siempre le quedará la duda de en qué punto cojean para no conseguir la Q de Calidad Turística.
Y es en esto en lo que debemos trabajar porque de lo contrario no nos quedará más remedio que dejar que en el resto del país nos conozcan más por el desembarco de pateras que por la calidad de las playas de nuestra ciudad. No debe ser tan difícil cuando lo han conseguido este año 96 ayuntamientos españoles.

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