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Viene menos refuerzo pese a que esta OPE será más complicada que la de hace un año
La impaciencia con que los medios estábamos esperando la reaparición del delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, tras las protestas de comerciantes de la frontera pidiendo su dimisión, no ha servido de nada.
Ayer el delegado presentó un dispositivo cojo para la Operación Paso del Estrecho (OPE) porque no han podido cubrirse las 40 plazas ofertadas para policías nacionales y guardias civiles, pese a que él mismo reconoce que el comercio atípico se ha multiplicado por cinco en la ciudad y que esta OPE será más complicada que otros años. Hay más trabajo y menos efectivos para realizarlo.
No nos vale la justificación de que Melilla es un destino complicado, porque siempre lo ha sido. Estamos esperando, más bien, que nos explique qué gestiones ha hecho con Madrid para solucionarlo.
Tampoco aportó El Barkani ninguna salida al conflicto de los comerciantes de la frontera. El delegado niega que ha faltado diálogo con los representantes de Acsemel pero los culpa a ellos por no aceptar una reunión con su jefe de Gabinete. ¿Qué pasa que un médico no puede sentarse a escuchar los problemas de comerciantes que se dedican a la venta al por mayor de mercancías? ¿O es que estaba muy ocupado pidiendo refuerzos para la OPE en Madrid?
Sus argumentos son inaceptables. Y que conste, que le damos la razón cuando dice que hace falta limitar el comercio atípico en Beni Enzar para devolverle la funcionalidad a este paso fronterizo no sólo durante los meses de la OPE sino también en el futuro.
Eso está bien, pero habrá que buscar alternativas para que el volumen de negocio de los comerciantes no se vea afectado. Los empresarios no cierran sus negocios sólo por incordiar al delegado. Hay que negociar y además, preocuparse por los cierres continuos de la frontera en el lado marroquí. Eso de que no le preocupa “en absoluto” es una frivolidad que El Barkani no debería permitirse.