Los cambios en el paso fronterizo de Beni Enzar se retrasan aunque la fecha de finalización de las obras sigue siendo la misma: Junio de 2014, junto antes del inicio de la Operación Paso del Estrecho del próximo año. Así lo anunció ayer el secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez Vázquez, que se trasladó a la ciudad acompañado por Felipe del Pozo Blanco, el subdirector general del Planificación y Gestión de Infraestructuras y Medios de Seguridad. Este último, el principal artífice del proyecto, explicó cómo serán las instalaciones en Beni Enzar cuando el contenido del ‘powerpoint’ que proyectó ayer en la Delegación del Gobierno se convierta por fin en una realidad.
Del Pozo habló de marquesinas, isletas, carriles de entrada y salida, de cabinas de control... todo un conjunto de equipamientos que permitirán a los agentes de la Policía Nacional y Guardia Civil abandonar las instalaciones ‘tercermundistas’ en las que trabajan ahora para desarrollar su labor de control, vigilancia y seguridad en similares condiciones a las de sus compañeros del resto de Europa.
El proyecto de Del Pozo no desagradó a los representantes sindicales de los policías y guardias civiles, que, sin embargo, no tuvieron ocasión de expresar su opinión profesional durante la presentación.
La exposición de Del Pozo fue de carácter técnico y bastante clara, pero dejó algún punto sin aclarar. El más importante es qué habrá al otro lado de la frontera, con qué conectarán los seis carriles proyectados en la zona española, por ejemplo. Se puede dar la paradoja que dentro de unos meses Melilla disponga de unas instalaciones de primer orden que sólo sirvan para que los ciudadanos se den de bruces con otras en el lado marroquí dominadas por largas esperas y tediosos trámites burocráticos. La escena puede ser como aquella paradójica y descriptiva fotografía de la crisis económica en el Levante español que mostraba una autovía recién finalizada y que terminaba de manera abrupta en un campo de naranjos porque no había más presupuesto para seguir con la construcción del siguiente tramo. Era una carretera que no llevaba a ninguna parte, como puede ser este proyecto, en el que el Gobierno invertirá dos millones de euros, si las autoridades marroquíes no apuestan por realizar unas mejoras similares. El país vecino ha anunciado que sus intenciones van en la misma línea que las españolas, pero aún no se han materializado en nada. Ni siquiera cuentan con un ‘powerpoint’ como el que ayer trajo Felipe del Pozo desde Madrid.
Finalmente, aunque al Gobierno español cumpla los plazos, nos podemos encontrar una situación que describe a la perfección aquella conocida frase recogida en ‘El Gatopardo’ de Giuseppe Tomasi di Lampedusa: “Algo debe cambiar para que todo siga igual”.
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