Fomento tuvo conocimiento de la falta la pasada semana, pero se desconocen las circunstancias de su desparición.
El halo de misterio sobre la desaparición de una de las esculturas de Mustafa Arruf que adornan el Paseo Marítimo, frente a la playa de La Hípica, continúa. Ayer este diario confirmó con el área de Obras Públicas de la Consejería de Fomento que, efectivamente, esa pieza había desaparecido y que únicamente tuvieron conocimiento de ello desde la semana pasada. Se desconocen las circunstancias del posible robo así como cuándo se produjo, pues la falta de esta estatua fue comunicada a la Consejería a través de la empresa que se dedica a la restauración de las demás esculturas.
En el momento de la notificación de la citada desaparición, desde Fomento procedieron a tapar el anclaje donde se ubicaba dicha estatua, frente a la playa de La Hípica, para evitar que algún ciudadano pudiera herirse. Según informaron desde Obras Públicas, el hecho ya ha sido comunicado a la Policía Local, que hasta el pasado viernes no tenía constancia de tales hechos. También les han enviado una fotografía a los agentes con la imagen de la escultura desaparecida.
El pasado miércoles el propio escultor melillense Mustafa Arruf denunciaba en El Faro que una de sus esculturas del paseo marítimo había desaparecido sin dejar rastro. Se trata de una de las diez esculturas que adornan el paseo marítimo con una altura superior a los dos metros incluida la peana que la soporta. Así, apuntaba que una sola persona no podría haberse llevado la estatua, un desnudo femenino de corte vanguardista, y que deberían haber estado implicadas varias personas para portar una estatua hecha en bronce y la peana de acero.
Arruf recordó también el robo el pasado mes de octubre de uno de los cañones en Melilla La Vieja, y lamentó que este tipo de actos vandálicos se dé en la ciudad, aunque sea de manera puntual.
Dos días después de la denuncia del escultor melillense, el consejero de Seguridad Ciudadana, Javier Calderón, aseguró que la Policía Local no tenía conocimiento del supuesto robo aunque, por el contrario, afirmó que la Consejería de Fomento sí tenía conocimiento de la falta.
Ahora únicamente resta encontrar alguna pista que permita conocer el paradero de esta escultura de más de dos metros y fabricada en bronce y acero.