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“Sigo solo con la lucha y no voy a parar mientras tenga vida”

El día 27 de octubre de 2013, Ami Mohamed Dris y Abdeselam Hamed (Emin y Pisly) fueron brutalmente asesinados por miembros de la Marina Real marroquí. Los sucesos ocurrieron cuando los jóvenes se encontraban en las inmediaciones de Punta Negri a bordo de una embarcación de recreo de bandera española. El Faro ha entrevistado al padre de Pisly, Abdeselam Hamed, que se ha quedado solo en la lucha tras el fallecimiento de Dris, su compañero de fatigas.

-Cada 27 de mes usted se concentra a la puerta del Palacio de la Asamblea de Melilla y guarda un minuto de silencio para recordar ese fatídico día en el que su hijo y el amigo perdieron la vida brutal e injustamente. Lleva diez años cumpliendo este ritual y sigue sin obtener lo que busca: justicia, que los responsables paguen por el crimen.
-Efectivamente, cada mes aquí estamos porque los asuntos siguen sin esclarecerse. Guardamos un minuto de silencio en la puerta del Palacio de la Asamblea respaldados por el Gobierno de Melilla, pero estoy convencido de que éste tendría que presionar “donde tenga que presionar” al Gobierno de España para que de una vez por todas se tomen cartas en el asunto.

-Son muchos años sin esclarecerse este tema de una vez por todas. Muchas preguntas sin respuesta.

-Estamos en el limbo, parece que nadie esta interesado de verdad en aclarar este fatídico hecho. Me siento moneda de cambio entre el Gobierno de mi país y el marroquí. De hecho, este asesinato se convirtió en un punto de inflexión en las relaciones de los dos países involucrados, se deterioraron las relaciones y se cerró la aduana en 2018 y la frontera dos años después. Parece que nadie se hace responsable de la muerte de los dos jóvenes. Queremos saber la verdad, que se esclarezcan los hechos de una vez por todas. Lo que no puedo consentir es que parezca que aquí no ha pasado nada.

-Cada 27 de mes. Puntual a su cita, a partir de ahora sin su compañero de batalla.

-Llevamos así desde 2013, el padre del otro joven y yo. Desgraciadamente el padre de Emin murió hace pocos meses, de infarto, el hombre no podía más, porque la situación es muy dolorosa. El pobre se va de este mundo sin haber visto sentados en el tribunal a los autores del asesinato de su hijo. Se te muere un hijo y sientes que no se hace justicia. Me he quedado solo en esta lucha pero no voy a parar mientras Dios me dé vida.

-Muerto el padre de Emin usted sigue al frente en el camino trazado: que se haga justicia.

-La lucha ahora la llevo yo solo pero no voy a parar hasta que no obtenga una respuesta a lo que acaeció ese día. Creo en la Justicia si no, no esperaría en ella. No pido nada más que se haga justicia.

Es todo muy turbio…, no se han aclarado bien nunca los hechos que ocurrieron ese día.

-La marina militar disparó y maltrató...

-Efectivamente, estoy convencido que, si no hubiera sido por la intervención de la gendarmería que obligó a los miembros de la Marina Real marroquí a que retornase los cadáveres de los jóvenes al puerto de Beni Enzar, nunca los hubiéramos encontrado. Estoy convencido de que los dos chavales fueron testigos de algo y la marina militar se los cargó.

-Hubo maltratos...

-Claro que los hubo, tengo fundadas sospechas de ello. Además yo vi el cadáver de mi hijo cuando fui al Consulado de España en Nador y doy fe de los maltratos a los que fueron sometidos. Solamente me dejaron ver la cara para reconocerlo y pude ver el ojo hinchado y los hematomas en la frente. Les dieron una brutal paliza y posteriormente fueron asesinados a bocajarro.

-Qué brutalidad...

-Tuve ocasión de hablar con el forense marroquí quien me dijo que a mi hijo le tuvieron que sacar entre 20 y 25 postas del cuerpo, o sea que no los mataron con un arma reglamentaria sino con escopetas de cartuchos. Me lleva a pensar que usaron estas armas para disimular los hechos. Su ropa estaba empapada, con lo que lo tiraron al mar para que desaparecieran. Es curioso que los pasaportes estuvieran secos. Todavía estoy esperando los enseres que llevaban ellos, especialmente su iPhone donde yo pudiera ver lo que hubiera grabado, su ubicación o lo que hubiera hecho en los últimos momentos.

-Se hizo caso omiso de lo ocurrido

Sí, la gendarmería marroquí levantó un atestado, llevó a tres miembros de la marina hasta el puerto de Beni-Enzar, como posibles responsables y fueron puestos en busca y captura internacional por orden del magistrado José Luis Calama, pero no llegó a prosperar porque la Fiscalía presentó un recurso contra la decisión de juez. Yo creo que hubo presiones de terceros y se retiró la orden de busca y captura.

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