Tres sirios intentaron acceder al centro ebrios y los vigilantes de seguridad se lo impidieron. En el altercado participó un centenar de personas, según informa la Guardia Civil. Los arrestados quedaron en libertad, acusados de resistencia a la autoridad y desobediencia.
La Guardia Civil informó ayer de la detención de siete sirios que protagonizaron junto a un centenar de compatriotas suyos un importante altercado en las puertas del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) en la noche del viernes. Según informó el Instituto Armado, los arrestados eran las personas del grupo participante en la batalla campal que más destacaban e instigaban a la “alteración del orden”. Todos ellos pasaron ayer a disposición judicial, acusados de dos delitos de desobediencia grave y de resistencia a la autoridad. El juez de guardia dejó en libertad a los siete inmigrantes, acusados de una falta de desorden público, según informaron a El Faro fuentes judiciales.
Los hechos se produjeron, según explicaron a este diario fuentes del CETI, a las 22:20 horas del viernes, cuando tres inmigrantes sirios intentaron acceder al centro “con evidentes síntomas de embriaguez”. Los vigilantes de seguridad en la puerta de las instalaciones impidieron la entrada de los mismos y les aconsejaron calmarse antes de acceder al interior. Según explicaron a este diario, estos inmigrantes pretendían entrar en las dependencias del comedor para cenar fuera del horario de servicio. La negativa de los vigilantes no fue comprendida por los sirios ebrios, pues éstos empezaron a gritar e insultar a los vigilantes. Desde el interior del CETI, otros compatriotas suyos se sumaron al altercado. “Se abalanzaron sobre los vigilantes de la puerta y ahí comenzó todo”, aseguraron las mismas fuentes.
La Guardia Civil afirmó en nota de prensa que no se habían producido heridos, a consecuencia del altercado, ni entre los residentes ni los detenidos ni guardias civiles. Sin embargo, fuentes del CETI explicaron que los vigilantes de la puerta sí sufrieron contusiones leves fruto del forcejeo con los inmigrantes sirios en los primeros momentos del altercado.
Varias patrullas de GRS
El Instituto Armado fue avisado media hora después de que comenzara el altercado. Varias patrullas de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (GRS) acudieron inmediatamente al lugar y comprobaron que un importante número de personas estaba protagonizando un altercado en la puerta del CETI. El grupo estaba formado por un centenar de inmigrantes, que “en clara actitud violenta, insultaban y trataban de agredir a los vigilantes de seguridad” del centro.
El amplio dispositivo de la Guardia Civil trató desde el primer momento de llamar a la calma, pero los alborotadores “desoyeron las indicaciones de los agentes” y mantuvieron su actitud “hostil” hacia los vigilantes de seguridad del CETI y hacia los propios guardias civiles allí presentes. Los inmigrantes también se enfrentaron a los efectivos de la Benemérita, según explicó en un comunicado la Comandancia, “de manera desafiante”.
Los guardias civiles finalmente intervinieron al ver que los alborotadores no cambiaban de actitud. Según el Instituto Armado, la intervención consistió en “identificar y proceder a la detención de las personas que destacaban por su actitud e incitaban al resto de los residentes a continuar con la alteración del orden”.
Seis subsaharianos socorrieron a los vigilantes del CETI
Fuentes del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) explicaron a El Faro que en los primeros momentos del altercado del viernes por la noche, en el que varios ciudadanos sirios se abalanzaron sobre los vigilantes de seguridad, cinco o seis subsaharianos acudieron a socorrer a éstos. Mediaron en la pelea para separar a los vigilantes de los sirios ebrios que estaban agrediéndoles.
Sin embargo, al altercado se fueron sumando más personas hasta llegar al centenar, según la Guardia Civil. No obstante, fuentes del CETI señalaron que los roces de convivencia son habituales en el día a día, máxime teniendo en cuenta la saturación del centro y la diversidad de nacionalidades.
No obstante, estas fuentes destacaron a El Faro que no es habitual que el colectivo sirio protagonice altercados en el centro. Aseguraron que el reducido grupo de ciudadanos de Siria que aún están acogidos en el CETI sí están dando “algunos problemas”, que no dieron los que ya fueron trasladados a la península. El colectivo argelino también suele protagonizar algunos roces. De los subsaharianos, estas fuentes afirmaron que su comportamiento es “ejemplar” y añadieron que en su ánimo no está el causar problemas. Ello se plasma, por ejemplo, en el hecho de que cinco o seis subsaharianos ayudaron a los vigilantes de seguridad en la puerta del CETI cuando estaban siendo agredidos y forcejeando en el suelo.