El conocido publicista y durante años destacado radiofonista local anuncia la próxima publicación de un libro propio de reflexiones sobre los debates del hombre actual, bajo el título ‘La otra Imagen’. Después de casi cincuenta años entregado al mundo de la comunicación global con un marcado carácter comercial, Andrés Hernández ha decidido cerrar esta etapa de su vida por completo y despedirse para siempre de los extraordinarios y publicaciones varias que como las últimas con motivo de la Feria o la anterior en formato de callejero de Melilla han sido sus más recientes aportaciones al mundo de la creación gráfica y literaria con un destacado soporte publicitario.
Singular y polifacético como él solo, “independiente pero no anarquista”. Andrés Hernández quiere sacar tiempo para dedicarse a otros menesteres que ahora le resultan más atrayentes, como la escritura. De hecho, anda preparando un libro que presentará a primeros del año próximo y que bajo el título 'La otra Imagen' ofrecerá su visión particular de cuantos temas afectan y someten a un intenso debate al hombre actual: Desde la Religión hasta el choque de civilizaciones, sin menospreciar apreciaciones más mundanas o incluso metafísicas sobre el mundo, la vida, la meditación, el dinero, el capital y la crisis dominante.
Andrés encierra en si mismo gran parte de la historia reciente del mundo de la composición gráfica y periodística con un sentido marcadamente publicitario pero a la vez expresivo también de la evolución de Melilla, sus problemas, sus interrogantes y sus incertidumbres.
La Melilla actual no le gusta tanto como la de hace cincuenta años, “cuando todo era más familiar, los comercios eran también más familiares” y la ciudad le parecía un paraíso en otoño. “Muchas veces lo comento con Juan Díez de la Cortina. Recordamos aquellas tardes de octubre, en las que Agustinof aparecía con su traje de chaqueta a rayas y su gran pañuelo colgando de la solapa”.
¿Crees que Melilla no hace justicia a tantos hombres que han ayudado a construir esta ciudad? “No, no la hace. No sé porqué se ha dejado que se pierda esa Melilla, para construir otra sobre no sé qué base, pero estamos dejando que se esfumen muchos valores”.
Y es que Andrés, aunque contestatario, irónico y crítico por naturaleza es, a la vez, un hombre de principios que no buceó más a fondo en el Periodismo por su trabajo como funcionario del Ministerio de Defensa pero que siempre estuvo muy cerca de los medios, desde que en el año 61 entrara en la antigua 'Radio Juventud' y comenzara a convivir con grandes comunicadores de la época como Abelardo Valenzuela, Dámaso García o Martín Luna, “para mí -apostilla- el auténtico presentador”.
Hecho a sí mismo, “a base de mucha meditación e intuición, no sólo lectura”, Andrés ha decidido enfrentarse a un libro a tumba abierta que repase todos los temas más conflictivos y punteros del momento actual. “Desde Internet, que para mí es como el nuevo espíritu, porque está en todas partes y es capaz de movilizar a todo el mundo”, hasta la primavera árabe y los rigores de un choque de civilizaciones que, en su opinión, acabará desencadenando una tercera guerra mundial con las religiones en primer término.
Cristiano, incluso un poco agnóstico, pero creyente siempre más que católico, nunca ha rehusado escribir de temas pequeños o grandes, del hombre en toda su dimensión y su relación con Dios. “La Religión está muy presente y es muy importante. Siempre he sido creyente pero no comulgo mucho con un catolicismo que veo excesivamente prepotente y con demasiados protagonismos, sin desmerecer por supuesto a las muchas personas de la Iglesia Católica que hacen mucho bien por los demás”.
Trayectoria
En el 66, Andrés Hernández editó su primera publicación extraordinaria. Antes ya había logrado un puesto destacado en Radio Juventud, donde llegó a tener hasta seis programas en antena a la semana, todos ellos patrocinados por comercios melillenses.
Por entonces, ya había constituido con Vicente Alvado 'Publicidad Ondas', pero cuando Radio Juventud cerró en 1965, tuvo que buscar nuevos caminos y en el antiguo 'El Telegrama del Rif' editó un extraordinario de 40 páginas con motivo de las fiestas de Navidad que rápidamente le valió de ocasión para asociarse con el entonces publicista José Luis Blázquez Novo. Juntos crearon 'Publicidad Avanza', y desde allí comenzó el largo recorrido que le ha llevado a editar cientos de publicaciones diversas con motivos de eventos distintos, como la Feria, la Semana Santa o la Navidad, amén de otros tantos programas radiofónicos en la antigua Radio Melilla y posterior emisora de la Cadena Ser en nuestra ciudad. “Recuerdo que hicimos una publicidad para Mónaco de las gabardinas Perfect, que se vendían a 990 pesetas, que fue un auténtico boom”.
En su haber se acumula una colección que guarda un auténtico registro de la evolución de la composición gráfica en Melilla y del Periodismo vivo, que cultivó de forma más laxa pero atenta a la vez a todo aquello que resultara de especial interés para los vecinos.
“Lo que nunca he hecho ha sido dedicarme a la política. He realizado campañas para partidos y lo mismo he entrevistado a un político de un signo que del contrario”.
Y es que Andrés Hernández, aunque no se reconoce anarquista, sí tiene un punto muy particular que le permitió poner a cada trabajo un sello propio, sin casarse jamás con nadie ni deberse a otra cosa que su trabajo. “También eran otros tiempos y la publicidad comercial podía trabajarse en mejores condiciones que las actuales”.
Espinita
De todo lo vivido, una sola espinita. “Jamás entendí porque me quitaron mi programa en Televisión Melilla. Captaba audiencia, hacía una labor social porque abría los micrófonos para que el público opinase, y además ingresaba dinero para el medio porque lo patrocinaban comercios cuyas aportaciones también iban a parar a la tele. Me quede con ganas de hacer cinco programas que todavía tengo pendientes, porque nunca el anterior gerente, Juan José Medina, me dijo por qué me retiraron el programa”.
No espera nada, pero sí aspira al menos a que la nueva directora de TVM, Mariángeles Jiménez, dé un cambio necesario a la televisión. “Creo que esta mujer puede hacer mucho por la tele, porque nadie duda de que Televisión Melilla necesita un nuevo impulso. Yo estoy dispuesto a colaborar si me lo piden”.
Y es que a sus 77 años, Andrés está jubilado, pero no se retira. Sigue tan activo como siempre, escribiendo, pintando cuadros y mandando artículos a la prensa melillense, como el que hoy dedica en este mismo número de 'El Faro' al exconsejero de Medio Ambiente, Ramón Gavilán.
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