La artista plástica Ángeles Agrela presenta por primera vez en Melilla una serie bajo el título ‘Lección de anatomía’, un gran número de dibujos figurativos enmarcados en una historia en la que no todo es verdad.
La artista plástica Ángeles Agrela presentó el pasado viernes su obra ‘Lección de anatomía’. Se trata de serie de dibujos y un vídeo donde desnuda una vida inventada y destapa la parte más interna del cuerpo humano. Agrela comentó en ‘El Faro’ cómo fue el proceso creativo y cuál es su proyecto más inmediato.
Agrela nació en Úbeda, Jaén, en 1966 y estudió Bellas Artes en Granada. Ha estado cursando estudios en Cuba, Italia y Alemania y ha mostrado sus obras en un gran número de galerías. La exposición estará en el Hospital del Rey hasta el 16 de diciembre y puede visitarse en horario de mañana.
–¿Cómo definiría esta exposición?
–En esta muestra el público encontrará un vídeo y una serie de dibujos. El vídeo lo hice en el 2007. En él estoy en una falsa entrevista, en la que voy contestando a una serie de preguntas sobre mi vida, mi arte, mi familia, y la relación de los artistas con el Arte. Las cosas que digo en el vídeo, algunas son verdad, y otras son mentira. Muchas de ellas han dado pie a toda la obra que se ha hecho posteriormente. Tras este vídeo hice dos series, una de contorsionistas, y otras sobre culturistas, todas muy relacionadas con el vídeo, puesto que mi trabajo parte de esta primera obra. A partir de ahí surgen fotografías, pinturas y esculturas.
–Para ver la exposición, ¿primero visionamos el vídeo para contextualizar las obras pictóricas?
–Si se puede sí, pero en caso contrario no es tan importante. No me gusta dar tantas pautas para que vean la exposición, prefiero que la gente se enfrente a las obras en sí, pues pueden observarlas como piezas individuales. La obra parte del vídeo, pero no es necesario que se vea en primer lugar. El hecho de cuente, por ejemplo, que mi padre me obligó a estudiar medicina mientras yo quería estudiar arte, y por eso, tenía los libros pintados de arriba a abajo, no es determinante, pues es una de las mentiras que cuento en esa entrevista sobre mi vida.
–¿Por qué ese interés en el cuerpo humano, no sólo en esta obra, sino en otras series pictóricas?
–En mi trabajo siempre ha tenido mucha importancia el cuerpo humano. A veces he sido yo la protagonista y otras veces me he buscado los modelos. Pero no sé porqué. Realmente, siempre estoy hablando del papel del artista en la vida, y me utilizo a mí u otras formas de contarlo.
–La técnica de las obras que se exponen en ‘Lección de anatomía’ sugiere que han pintado sobre las hojas de un libro de medicina antiguo.
–Es realmente eso. En algunos de los cuadros incluso se finge como si se estuviera pasando la hoja, para que se vea claramente que he sacado la parte de anatomía de un libro con sus letras y dibujos. Estos dibujos quería que fueran en papel para simular hojas de un libro de antomía y copiaba literalmente de estas publicaciones y dibujaba encima. Me enfrentaba a ello cambiando lo que había, por ejemplo, poniendo una cabellera a una calavera que era una imagen muy fuerte, o podía simplemente hacer algo más decorativo, añadiendo cosas parecidas a los comics. A cada obra me exponía de una forma distinta, pues a lo largo de dos años, que fue lo que tardé en realizar esta serie, siempre hay mucha variedad, puesto que pasas por muchas etapas. Por ejemplo, los primeros son mucho más fuertes, pues cuando se empieza tienes mucha energía, y luego me voy calmando, y le veo un punto más estético.
–¿Qué destacaría de esta serie de obras para animar al público a venga a verlas al Hospital del Rey?
–Esta exposición tiene interés incluso para quien no le guste el arte contemporáneo, porque es una muestra figurativa, y esto atrae más a un expectador que no es tan sensible con el arte actual. El hecho de que parta de unas láminas de anatomía y de una entrevista en la que hablo de cosas sobre mi vida hacen que sea más atractiva. De todas formas, hay que ver arte contemporáneo pues es lo que se está haciendo ahora. Es como la música, tienes que escuchar los clásicos, pero también lo que se está tocando ahora y lo que fluye en estos momentos. Hay que estar al día para opinar.
–En la exposición hay obras de tamaño mediano pero también muy grandes, ¿cómo se enfrenta a ellas?
– Me gusta mucho más trabajar en los formatos grandes que en los pequeños porque me encuentro más cómoda. Lo que suelo hacer es seleccionar la lámina que me gusta y una vez que las tengo las fotografío. Luego comienzo con distintos bocetos, tanto en papel como en el ordenador. En la segunda fase de intervención, aunque parezca que está hecha sobre la marcha, sí que está todo muy calculado.
-Es una artista que ha tocado diferentes técnicas, como la fotografía o la escultura, ¿cuál prefiere?
-La pintura. En el dibujo sobre el papel me siento muy cómoda, mucho más que en cualquier otra cosa. Si hago un vídeo necesito técnicos a mi alrededor y con la fotografía también, aunque estudié Bellas Artes, pero necesitas una técnica que no puedes abordar. Aunque eso no me quita las ganas de recoger un tema con fotografías o con una escultura, a pesar de que tenga que encargar determinadas piezas al herrero. Pero realmente cómoda es dibujando, que es la única técnica con la que puedo ir a mi estudio, sentarme y no depender de nadie. Eso es un verdadero placer.
–¿Cómo ve el Arte Contemporáneo a nivel nacional? ¿La crisis ha afectado a los artistas?
– La verdad es que está muy mal. Se están cerrando muchas galerías, los centros de arte no tienen presupuestos para nada, y las ayudas las están quitando. Yo no dependo de las ayudas y puedo vivir de mis obras, pero hay mucha gente que está empezando y no puede vivir de su arte y acaban buscando otros trabajos, impidiendo que le puedan dedicar a sus obras todo el tiempo que necesitan. Es muy duro. Las galerías ya no exponen nada especialmente arriesgado, pues si con lo que están mostrando no venden, con otras obras más abiertas a otras técnicas no se arriesgan.
–¿En qué trabajo está inmersa ahora?
–Estoy con una serie que empecé hace un año y medio bajo el título ‘La profundidad de la piel’ y no llevo mucho, pues cada cuadro me supone unas tres o cuatro semana de trabajo intensivo. Es una serie que va evolucionando muy lentamente. Me he enfrentado a ‘La profundidad de la piel’ haciendo lo contrario a lo realizado en esta exposición, pues he elegido cuadros clásicos y les he ido quintado la piel para ir sacando por debajo la anatomía. Por ejemplo, el cuadro de ‘La joven de la perla’, la he quitado trozos de piel y surge la antomía de su cara. La copia de estos cuadros me está resultando muy duro, pero también estoy aprendiendo muchos de estos grandes pintores clásicos. Y me lo estoy pasando muy bien. Es lo opuesto a esta exposición.
–¿Cómo sabe si una serie está terminada?
– No soy muy consciente de eso. Creo que empiezas otra cuando la anterior está medio acabada. Una da pie a la otra de una forma muy natural. No es que piense que ya he terminado, deje a un lado esa temática y comience otra.
–¿Tiene algún sueño por cumplir a nivel profesional?
–Seguir viviendo de esto como lo estoy haciendo ahora. Sería un lujo, y trabajar con las mejores galerías del mundo, claro.
¿Cuál es el foco de atención del arte contemporáneo?
-Tener un lenguaje propio y seguir viviendo del arte. Los artistas pedimos muy poco, pero es complicado. Hay que seguir teniendo un lenguaje particular.
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