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“Si queremos que la Semana Santa siga, hay que involucrarse”

El Nazareno, la cofradía con más historia de Melilla, ha incorporado el paso sevillano para hacer frente a la falta de portadores. Pilar Ortega / melilla
La Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores, la Cofradía del Pueblo, como coloquialmente se la conoce, es sin duda la que más arraigo y más tradición tiene para los melillense. Lo avalan sus 352 años de historia, y como dice su hermano mayor, Marcelo Nogales, “incluso más, hasta 519, los mismos años que tiene Melilla. Aquí está la historia de esta ciudad, las imágenes a las que los melillense pedían algo porque eran las únicas que existían”.
Es la cofradía que más pasos saca, en total seis, aunque Nogales recuerda que incluso en un par de ocasiones han llegado a ser siete, porque el Cristo del Socorro, durante dos ocasiones, también se procesionó.
–¿Cómo se presenta esta Semana Santa?
–En principio bien. Parece que tenemos portadores para todos los pasos. Están confirmados el número suficiente, pero hasta que no los veamos aquí no estaremos seguros. Confíamos en que no haya problemas. De  hecho, todo el mundo que venga será bienvenido y que sepa que tiene sitio seguro.
–La falta de portadores parece un problema común a casi todas las cofradías. ¿La solución, como adoptaron hace algunos años, está en cambiar al paso sevillano, que necesita menos gente por trono?
–Está claro que en la Semana Santa melillense el número de portadores cada vez va disminuyendo más y nos cuesta mucho trabajo reunir el número de portadores necesarios. Hemos encontrado que el paso sevillano es la solución más viable para nosotros. Otras cofradías que tienen el mismo problema parece que también están optando por ello, pero es decisión de cada una. Hace algunos años sacamos a la Virgen de Los Dolores –sin duda alguna el paso más pesado de cuantos se sacan en Melilla– a rueda, porque era mejor que no sacarla; pero hace cuatro años nos propusieron el cambio al paso sevillano y está dando resultado. Desde entonces, la Virgen sale así y desde hace tres también procesiona con este paso La Sentencia. Es posible que para el próximo año incluyamos otro trono a este paso.
–¿La Semana Santa melillense tiene entonces futuro?
–Yo espero que sí. Nosotros hacemos todo lo posible para que así sea. Estamos intentando meter gente joven para que se queden aquí y no se vayan. Pero todos sabemos lo que pasa en Melilla. Hay muchos funcionarios que no tienen arraigo en la ciudad y que están esperando dos o tres días de vacaciones para irse, igual que pasa con los soldados.
La gente de Melilla es a la que nosotros nos tenemos que dirigir y a la que tenemos que hacer que participe.
Nosotros ponemos el viernes, con nuestros pasos, 500 o 600 personas en la calle, que es complicado, pero los ponemos. Los demás días se mueve menos gente porque son menos pasos.
¿Qué hemos tenido problemas? Sí, pero ahora se han ido solucionando.  
–De todas formas ¿No son muchos pasos?
–Sí, son muchísimos pasos, pero ¿qué vamos a hacer?, ¿los vamos a quitar? Desde la nueva época, en los años 80, empezamos con tres pasos; cuando yo entré como hermano mayor pasamos a cinco y ahora somos seis.
–¿Cuantos cofrades tiene la Hermandad?
–Alrededor de 350, pero personas que colaboren y que estén aquí trabajando, entre 20 y 30. Mi cofradía es la más antigua, y la mayoría de los cofrades son muy mayores. Es complicada la renovación, pero parece que en los últimos años sí se está produciendo. Esto, por ejemplo, está pasando con el paso de La Sentencia, que la va a llevar una cuadrilla de gente joven que le está poniendo muchas ganas y que lleva cinco meses ensayando el paso junto a la Banda  de Cornetas y Tambores del Flagelado y sus marchas nuevas. Estoy convencido de que el lunes, cuando procesiona La Sentencia, va a ser espectacular. Creo que va a ser la procesión más bonita de toda la Semana Santa melillense, y eso que a mí, particularmente, La Sentencia es lo que menos me gusta de mi cofradía.
–Hace unos meses se tendrían que haber celebrado elecciones para la renovación de la Junta de la Cofradía. ¿Repetirá por otros cuatro años como hermano mayor?
–No, ya llevo 16, que ya está bien. De todas formas, no me desvincularé, porque si sale la candidatura de Francisca Muñoz, que es mi mujer, yo voy de segundo. La intención es renovarse y que en esta nueva junta entre gente joven.
–Respecto a la Casa Hermandad, ¿Qué posibilidades tiene la Cofradía del Pueblo de contar con una?
–Está difícil. Para la cofradía es imposible asumirlo económicamente y además, en una zona vinculada al barrio. Tendría que ser o bien próxima a las murallas o bien a la plaza de toros, pero para nosotros es inviable. La Ciudad lo está estudiando, pero también está difícil porque prácticamente no hay sitios con estos dos condicionantes. De todas formas, se está mirando una posibilidad, que es establecer la casa hermandad en el Cargadero, donde al parecer existen unos locales vacíos.
–¿La plaza de toros no es entonces el lugar más apropiado?
–Desde luego que no. Para salir, a lo mejor queda estéticamente bonito, pero para guardar los tronos no. Están a la intemperie y todo el Levante y el polvo que entra daña los tronos, a pesar de que están perfectamente protegidos. Además, siempre existe la posibilidad de que puedan sufrir daños mayores, porque cualquiera puede lanzar una colilla al interior de la plaza y acabar con los tronos que aquí se guardan. Arderían todos.
–¿El resto de los enseres no se guardan en la plaza de toros?
–No, están en una especie de pequeño museo que tenemos en el Pueblo y que están expuestos para que los melillenses que lo deseen puedan verlos. Además, algunos se prestan a la Ciudad Autónoma y también se muestran en el Museo Sacro.
–El año pasado no pudieron salir el miércoles debido a la lluvia. ¿Qué previsiones hay para este año?
–Parecen que dan lluvia para el martes y el miércoles, pero esperamos que se equivoquen. El año pasado ya sufrimos ese sentimiento de impotencia por no poder sacar nuestras imágenes. Sin embargo, también hay que entender que no podemos lanzarnos a la calle lloviendo. Nosotros llevamos un patrimonio impagable. Son imágenes que tienen 350 años y que si se estropean es un delito que cometemos contra el pueblo de Melilla. Esto pertenece al patrimonio de la Ciudad. De todas formas, somos una cofradía valiente, porque nuestras imágenes han estado en las murallas durante muchísimo tiempo y si sólo llovizna, saldremos; pero si cae agua fuerte, desde luego no vamos a salir.
–¿Se considera la cofradía más querida de Melilla?
–Creo que sí, de hecho, en 1938 se refundó como la cofradía de Melilla y cuando salimos a la calle nos sentimos arropados por todos los melillense.
–Un último mensaje a los melillense
–Que participen en su Semana Santa; que salgan a acompañarla si no pueden participar, aunque lo bueno es meterse dentro de la Cofradía, de ésta o de la que sea. Hay que involucrarse. Es una tradición cristiano-melillense y si queremos que siga, si no estamos nosotros, es imposible.

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