Categorías: Cultura y Tradiciones

“Si abandonara la música, mi corazón dejaría de latir y mi mente, de pensar”

Diana Navarro asegura que si algún día pierde la voz, acabará cantando con el cuerpol La cantante afirma que era absurdo renegar de la copla y por eso la fusionó con otros sonidos.

Diana Navarro encandila con su voz. Tiene un estilo muy definido y el público lo ha reconocido apoyando su música durante los últimos diez años, fecha en la que ‘Sola’ sonó por primera vez en la radio. La cantante viene a Melilla por primera vez y asegura que no pudo rechazar la oferta que le hicieron. No hay nada “más bonito” que interpretar unos temas en el fallo del Premio de Poesía y en un salón de actos tan acogedor como el de la UNED.
Esta tarde, los melillenses la podrán ver en el Salón Dorado a las 20:30 horas. Pero la cantante explica a El Faro que no podrá interpretar más de dos canciones en este acto. Será mañana a las 20:30 horas cuando en la UNED cante un resumen de su último disco ‘La esencia’. ‘Summertime’. ‘Acora qui’ y ‘Amar es para siempre son algunas de las letras que sonarán en este primer concierto en Melilla.
–¿Qué queda de aquella joven que cantaba en ‘Pilita Calora’?
–(Risas)¡Madre mía! Me acaba de sorprender. Pero si cuando estaba en ese grupo, tenía 14 años. ¿De dónde ha sacado esa información?
–Pues de su biografía. ¿Era un grupo de pop?
–(Risas)Se ha documentado bien. Pues era un grupo pop de un pub que mis hermanos frecuentaban. Como siempre fui muy inquieta y mis hermanos me quieren mucho, me dejaban acompañarles. Allí Gaby Beneroso, que ahora es director de cine y escritor, hizo un grupo que se llamaba ‘Pilita Calora’, como muy bien ha dicho. Nos presentamos a algunos festivales, pero sin ningún tipo de suerte. Creo que de aquella joven queda la esencia. Queda la ilusión de la niña que tenía ganas de llegar a la gente cantando. En ese grupo, hacíamos pop electrónico. ¡Qué curioso! Me ha sorprendido mucho la pregunta.
–¿Ha encontrado su ‘esencia’?
–Sí. El año pasado, con este disco, me casé con mi persona. Me casé conmigo misma. Mi yo más personal y la artista se han casado. Eso quiere decir que he crecido mucho personalmente. Estoy muy feliz. Eso hace que mi artista pueda brillar más. Sí he encontrado un equilibrio entre la persona y la artista. Esto me ayuda en mis creaciones, en concreto, en el próximo disco que saldrá el año que viene, si Dios, quiere donde mostraré una parte nueva de mí.
–¿Y cómo esa nueva Diana Navarro? Trabajadora, rebelde, cabezota...
–Soy normal. Me cuesta hablar de mí. No sabría cómo definirme. La gente que me conoce es la que mejor sabe cómo soy. Las cualidades que puedo reconocer es que soy una persona constante, respetuosa y muy trabajadora. ¿Y defectos? Pues ya ves... Soy cabezona, aunque cada vez menos. Al haber crecido a nivel personal, soy más llevadera, no me enroco con nada. Me gusta el consenso.  Me reconozco, sobre todo, cuando dicen que soy trabajadora.
–Sabe lo que es recorrer mil y un escenarios y financiarse dos discos. ¿Aquellos fueron sus años de crisis económica?
–Aquellos eran unos maravillosos años que con 75.000 pesetas te podías grabar una maqueta. Ahora incluso es más fácil porque lo puedes hacer en casa. Para mí fueron unos tiempos muy bonitos. Aprendí muchísimo. Me di cuenta de lo independiente que era y que me autogestionaba perfectamente. De los 16 a los 26 años así ocurrió. Luego cambió todo cuando salió ‘No te olvides de mi’ (su primer disco). Pero esos años de ser mi propia manager, peluquera, maquilladora o chófer, me ayudaron mucho a ser la persona que soy hoy y a valorar mucho lo que empezó a ocurrirme cuando pase a ‘primera división’, por decirlo de alguna manera.
–¿Se parecieron aquellos años a lo que pasa ahora con la crisis en el mundo de la música?
–Antes incluso había más trabajo. Los ayuntamientos tenían más alegrías, contrataban más. Eran otros tiempos. Era otro caché. Yo iba con mi cuadro flamenco o mi música grabada. En cambio, en la última gira que he hecho iba con una orquesta sinfónica, con unos 20 músicos, así que es normal que cueste afrontar un caché de estas características. Pero no me puedo quejar. La gente me ha recibido muy bien. No me ha dejado sola a la hora de comprar entradas y venir a verme. La crisis se nota, pero intentamos adaptarnos. Gracias al público y a los medios de comunicación, aquí seguimos.
–En Melilla, va a pasar de cantar con una gran orquesta a dar un concierto en un salón de actos pequeño con un pianista.
–Ha sido una propuesta a la que no quise decir ‘no’. Nunca he estado en Melilla. Me apetecía muchísimo. Además, interpretaré en cosas tan bonitas como unos premios de poesía y en la universidad. Quería hacerlo. En la UNED, será un concierto muy bonito y pequeño.
–¿Habrá diferencias entre la actuación de hoy en el Premio de Poesía y la que ofrecerá mañana en la UNED?
–Sí porque en el Premio de Poesía será una pincelada. Interpretaré como mucho dos temas. En cambio, en la UNED haremos muchos más. Será un resumen de ‘La esencia’.
–En este último disco incluye canciones en inglés. ¿Canta en este idioma por la moda de interpretar temas en esta lengua o porque le apetecía?  
–Me apetecía. Lo llevaba haciendo durante muchos años. ‘La esencia’ es un resumen de mis 10 años de carrera, desde que soy conocida, porque en realidad en 2015 hago 20 años en la profesión. Quería hacer estas versiones en inglés, mañana escuchará alguna el público, y también en italiano.
–¿Le queda algún género por tocar? Ha dicho en alguna ocasión que el ‘reggaeton’ le gustaba, pero sólo la música porque las canciones son muy machistas.
–Me encanta el tempo del ‘reggaeton’, pero las letras no. Me parecen una barbaridad. Tantos años de lucha por los derechos de la mujer para eso. Pero musicalmente es brutal. Las letras no. Verá, me gusta mucho cantar y no le digo que no a nada. He llegado a rapear. Así que lo que haga falta.
–¿En el próximo disco se va a centrar en algún tipo de música?
–Va a ser un disco inédito. Vamos a intentar desarrollar el estilo ‘Navarro’, con todo el respecto del mundo. Aunque está todo inventado ya, buscamos sorprender con diferentes combinaciones musicales y melódicas. Todo esto sin dejar de cantar como canto. Estoy donde estoy porque la gente ha considerado que le gusta mi estilo.
–Al cantar, interpreta. Pero con la grabación de un mediometraje y de su colaboración en ‘Amar en tiempos revueltos’ ha conocido lo que es ser una actriz. ¿Qué tal la experiencia?
–Me considero una actriz en proceso. Entiendo que seré una buena actriz dentro de 20 años si sigo preparándome, que es lo que estoy haciendo ahora mismo. Y he encontrado una similitud tremenda entre los dos mundos artísticos. Tenía una intuición interpretativa por la copla que es lo que he hecho toda la vida. Eso me ha facilitado meterme en los personajes. Mi cantantese ha enriquecido mucho con la actriz y viceversa. Estoy muy feliz.
–¿Qué le parecen los nuevos concursos de televisión en los que buscan cantantes?
–Está muy bien. Es una plataforma para darse a conocer. No es el fin. Es un medio. Es un escalón más. Yo que me he presentado a concursos a lo largo de toda mi vida, me parece genial. Creo que debería haber más espacios musicales en la televisión. Por lo menos, con estos programas se está escuchando música. Respeto que haya todo tipo de programas en la televisión, pero debería haber más espacios para la música que no fueran a las 2:00 horas de la madrugada.
–¿Se planteó que cantar copla o dedicar un disco a la zarzuela era una forma de devolver el conocimiento cultural que recibió cuando hacía giras con los grupos de folclore?
–Es que no podía renunciar de donde venía. Siempre he cantado coplas, flamenco, saetas, folclore tradicional malagueño y estoy hecha de eso. Era absurdo renegar a eso y lo que quería era fusionarlo con otros ritmos. Así salió en ese primer proyecto. En eso continúo. Sigo inspirándome en el cante jondo, en la zarzuela y en todas las músicas tradicionales españolas. También intento fusionarlas con otros sonidos para seguir sorprendiendo.
–¿Y si tuviera que abandonar el mundo de la música?
–Eso no entra en mi cabeza. Me muero, literalmente. Si abandonara la música, mi corazón dejaría de latir y mi mente, de pensar. Si me quedara sin voz, cantaría con el cuerpo. No concibo mi vida sin cantar.
–¿Cuáles son sus sueños?
–Muchos. Pero lo que quiero es salud, inteligencia y poder seguir cantando. Esto es lo más importante. No le pido más a la vida. Sólo que esté bien para poder seguir cantando.
–Por último, es curioso que ‘Sola’ sea la canción que siempre le acompaña.
–Sí. Siempre lo digo. ‘Sola’ dice: “sola con mi pena”. Pero paradójicamente es la canción con la que menos sola me he sentido en la vida porque es la canción que ha permitido llegar hasta aquí.

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