l El equipo azulino encarriló muy pronto un partido en el que la experiencia pudo con la bisoñez de su rival l Los de Juan Moya barrieron del terreno de juego a un equipo que en ningún momento estuvo a la altura del choque. La UD Melilla le endosó una contundente goleada en su visita al Sevilla Atlético que sigue sin estrenar su casillero de triunfos esta temporada y continua inmerso en los puestos de descenso directo.
Los melillense cuajaron en su visita a la península un excelente partido, sobre todo en el primer acto, lo que les permitió llegar al descanso con una renta de tres goles. En la segunda mitad, con el tempranero gol de Nacho Aznar, la goleada ya parecía un hecho. Los tantos de Fran Miranda, Nacho Aznar (por partida doble), Chota (también en dos ocasiones) y Montes dejaron al descubierto las carencias de un filial que puede tener mucha calidad en sus filas, pero que está condenado a bajar a Tercera División salvo que en las próximas jornadas los pupilos de Ramón Tejada no adquieran esa experiencia que a día de hoy ni tienen ni parecen estar en disposición de adquirir (Cotán anotó el esteril gol blanco). Todo lo contrario que el cuadro de Juan Moya, un bloque sabedor de cómo hay que hacer las cosas en la categoría de bronce de nuestro balompié. Los norteafricanos suman dos triunfos consecutivos y han marcado en ellos un total de diez goles.
El cuadro de Juan Moya le daba toda la iniciativa al de Ramón Tejada en los albores. Consciente de la necesidad del filial de no acabar la jornada sin los tres puntos en juego en su casillero. Sin embargo, el control del balón no era sinónimo de peligro para la intendencia del elenco de la ciudad autónoma. Y es que con el paso de los minutos era el Melilla el equipo que veía más de cerca el arco rival.
En unos de los primeros acercamientos a Sergio Rico, el 0-1. Golazo de Fran Miranda en el minuto 12. No se le podían poner mejor las cosas a los visitantes ante un Sevilla Atlético que, obligatoriamente, tenía que adelantar líneas para sumar al menos un punto. Necesidad, igual que en los albores del pleito, que apenas inquietaba a Munir. Curiosamente, era el Melilla el equipo que más cerca estaba del gol.
Le bastaba a los de Juan Moya un balón parado o una buena contra para llevar el nerviosismo al seno de un conjunto, el local, tan falto de experiencia en la categoría. Tan mal en tareas ofensivas desde el pitido inicial. En el 33, cuando el Sevilla Atlético le ponía al asunto más corazón que calidad, el 0-2. Grosero error defensivo de los hispalenses que no desaprovecha Nacho Aznar. Con casi una hora por delante para el final, todo parecía decidido en la ciudad deportiva. Un poco más tras el 0-3 anotado por Chota al filo del descanso. Visto lo visto, el segundo acto estaba llamado a ser un verdadero trámite burocrático.
Sin cambios arrancaban unos segundos 45 minutos con poco o nada en disputa. Bueno, salvo el honor local de no terminar el pleito con una goleada en contra de esas que pasan a la historia. Y aunque el Sevilla Atlético buscaba el gol que le permitiera soñar con una remontaba épica en esta segunda mitad (Álex Rubio lo rozaba), el Melilla seguía siendo dueño y señor de la situación. Para muestra, el 0-4 firmado por Nacho Aznar (el hombre del partido) en el minuto 53.
Con todo perdido, cambios en el banco sevillista. Ramón Tejada dio entrada a Eugeni y Javi Medina en sustitución de Nahuel y Joaquin. Variaciones que no evitaron el 0-5 (doblete para Chota). Ni el sexto de Migue Montes de penalti cometido sobre Nacho Aznar(Cotán había logrado poco antes el tanto del honor del filial). El último tanto anotado por el mejor Melilla que ha visitado la capital hispalense en muchos lustros.
Visitaba el conjunto norteafricano con mucho recelo la Ciudad Deportiva sevillista con la prudencia que da el enfrentarse a un equipo filial, plagado de jugadores que la temporada pasada militaban en categoría juvenil, y que afrontaban el duelo con la intención de conseguir el primer triunfo de la temporada frente a un clásico como es el equipo melillense. Pero la realidad se impuso y como era de esperar, la experiencia se impuso a la bisoñez de un rival que deberá mejor mucho si no quiere verse descolgado tan pronto de la zona de permanencia.
El Melilla supo aprovechar el buen momento que atraviesa para no dar cabida a la sorpresa. Juan Moya puso en liza un once curtido en mil batallas en el que Pepe era el único jugador sub 23 que figuraba. Más tarde, con el 0-4 en el electróncio, Fatah y Sidi dispusieron de minutos que, sin duda, vendrán bien a los canteranos para seguir forjándose como jugadores de fútbol.
Con esta nuevo triunfo, el segundo consecutivo, y los resultados de la jornada, el equipo unionista concluye la jornada ocupando la zona noble de la clasificación a la espera de recibir el próximo fin de semana a uno de los rivales más cualificados del Grupo a pesar de los recortes sufridos como es el FC Cartagena que dirige Luis Tevenet y que servirá, sin duda, para calibrar el potencial de la UD Melilla en una liga plagada de equipos mediocres.