La cita del 24-M con las urnas se hace cada vez más presente en la vida política; la pegada de carteles está a la vuelta de la esquina, dará inicio a la campaña electoral en algo más de 20 días, y casi sin darnos cuenta nos encontramos inmersos en plena la precampaña.
Dentro de menos de 40 días los melillenses dibujaremos el escenario político que deseamos para los próximos cuatro años. Tendrá el color que decidamos con nuestros votos, pero no podrá tener un aspecto absolutamente limpio, sin el más mínimo lugar para sombras de la duda. Lo impiden los propios candidatos.
Antes aún de que haya dado tiempo para el inicial intercambio de ‘golpes’ entre los púgiles, ya han comenzado a escucharse las primeras acusaciones de ‘tongo’. El líder de CpM, Mustafa Aberchán, puso este martes el grito en el cielo al enterarse de la sustitución de varios colegios electorales. Observa en esta decisión de la Oficina Electoral una oscura maniobra propiciada por el Partido Popular para perjudicar a sus potenciales votantes, que en gran medida ejercen el derecho al sufragio precisamente en esos centros. Si en realidad sospecha que es así, Mustafa Aberchán debería ponerlo inmediatamente en conocimiento del juzgado de guardia y no conformarse sólo con presentar un recurso en la Junta Electoral de Zona y difundir sus temores en la prensa.
Allí, al juzgado de guardia, debería haber acudido también ayer el vicepresidente Miguel Marín. El número dos del Gobierno local manifestó en rueda de prensa que existen “movimientos sospechosos” entre las sedes de CpM y Correos, dando a entender que se está produciendo un nuevo capítulo del ‘Caso del Voto por Correo’. Además adelantó que muy probablemente alguna formación no va a cumplir con la Ley de Financiación de Partidos. De hecho acusó a CpM y PPL de “derroche económico” en los comicios de 2011.
Ni el primero, ni el segundo han compartido sus recelos con el juez de guardia. Sin embargo, ninguno de los dos ha dudado a la hora hacer llegar sus sospechas a los ciudadanos a través de la prensa. Su único argumento de peso para justificar que no hayan puesto aún ni tengan intención de poner sus suspicacias en conocimiento del juzgado es que allí, en las Torres del V Centenario, permanecen atrapadas otras denuncias que hace años dieron lugar a la instrucción de sumarios que con el paso del tiempo sólo no se han concretado en nada. Sin ir más lejos, el ‘Caso del Voto por Correo’, arma arrojadiza en cada cita electoral, aguarda en el quicio de la puerta de la sala de vistas a la espera del auto de apertura de juicio oral. Cada cierto tiempo surge el rumor de que el proceso está a punto de comenzar, como en los últimos días, pero hasta ahora no ha sido así.
En medio de este ambiente de duda, de constante sospecha y de desconfianza creciente, los melillenses acudiremos el 24 de mayo con nuestra papeleta a las urnas. Esa misma noche sabremos quién ha ganado las elecciones, pero no estaremos del todo seguros de si el proceso habrá sido totalmente limpio porque nuestros candidatos vienen tiempo empleándose con entusiasmo a sembrar dudas y, hasta ahora, nuestros jueces no han sido capaces de eliminar ninguna de esas malas hierbas.