Un centenar de subsaharianos trató de saltar el tramo de frontera cercano al paso de Farhana. La Policía marroquí logró dispersar a la mayor parte, pero un grupo de 25 llegó hasta la valla y la emprendió a pedradas con la Benemérita.
Después de unos días de relativa tranquilidad alrededor de la valla que separa la ciudad autónoma de Marruecos, ayer volvió a producirse un intento masivo de entrada de inmigrantes subsaharianos. Según informó la Delegación del Gobierno a este periódico, la actuación de la Policía marroquí y la Guardia Civil fue clave para que ninguno lograra acceder a territorio español. Durante su intervención, seis agentes de la Benemérita resultaron heridos a causa de las piedras que les lanzaron desde el país vecino 25 subsaharianos que lograron aproximarse a la valla.
Los hechos se produjeron en torno a las 7:20 horas en los aledaños del paso fronterizo de Farhana. Al detectarse en Marruecos que cien inmigrantes, aproximadamente, se dirigían a la valla, las fuerzas de seguridad de ambos países dieron la voz de alarma y activaron el dispositivo de emergencia para evitar el asalto.
Delegación del Gobierno comunicó que gracias a los esfuerzos de la Policía marroquí la mayor parte de los subsaharianos desistió en su intento de entrar en Melilla y se dispersó. Sin embargo, un pequeño grupo, compuesto por unas 25 personas, logró aproximarse a la valla.
En ese momento, los inmigrantes la emprendieron a pedradas contra los agentes de la Guardia Civil que se encontraban al otro lado de la frontera. A consecuencia de este ataque, seis efectivos de la Benemérita resultaron heridos. La peor parte se la llevó un agente que sufrió una luxación de hombro, siendo trasladado al Hospital Comarcal para que recibiera atención médica.
El resto de agentes presentaba contusiones de diversa consideración que no necesitaron cuidados sanitarios. Finalmente, el intento de entrada irregular concluyó sin que ningún inmigrante lograra saltar la valla.
A causa del cordón de seguridad que la Guardia Civil creó en torno al tramo de la valla por donde los inmigrantes pretendían saltar, el puesto fronterizo de Farhana retrasó su apertura unos 40 minutos.
Hay que recordar que por dicho paso transitan personas y vehículos, así como que no cuenta con infraestructuras para el sellado de pasaportes, por lo que es normalmente utilizado por residentes en Melilla y Nador. El puesto de Farhana permanece abierto todos los días en horario de 7:00 a 22:00 horas. El intento de entrada de ayer provocó que no funcionara con normalidad hasta las 7:40, aproximadamente.
Varios días de aparente calma en la valla fronteriza.
En las últimas semanas, las entradas irregulares de inmigrantes subsaharianos se produjeron por vía marítima, quedando la valla que separa Melilla de Marruecos en un estado de tensa calma que se rompió ayer a primera hora de la mañana. A lo largo del mes de octubre se produjeron numerosos intentos de saltos. El más numeroso lo protagonizaron unos 300 subsaharianos el día 15 de dicho mes. Un centenar logró burlar los cordones de seguridad de Marruecos y España y entró en la ciudad autónoma.
Desde esa fecha, los intentos infructuosos se intensificaron. No se volvió a registrar una entrada hasta once días después, cuando un grupo de 20 subsaharianos accedió por el tramo que discurre cerca de los pinares de Rostrogordo.
En los últimos días, las llegadas se produjeron por vía marítima. La última tuvo lugar el pasado lunes, cuando una patera de 40 inmigrantes arribó a la playa de los Cárabos.
La ingente presión migratoria que sufre Melilla ha tenido como consecuencia directa la saturación del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), que actualmente alberga a unas 900 personas, aunque su capacidad máxima es para 480.
La entrada masiva de subsaharianos también ha provocado la saturación de los servicios administrativos de la Jefatura Superior de Policía Nacional donde se les identifica. Aunque encontrar colas de inmigrantes en Comisaría por la mañana se había convertido en una imagen habitual, fuentes de la Policía Nacional señalaron a este periódico que la afluencia de personas pertenecientes a este colectivo es ahora mayor que de costumbre.