Nuevo suceso relacionado con la cárcel. Cuatro encapuchados intentaron en la noche del pasado viernes secuestrar, a punto de pistola, a un preso que salía de permiso. Según el sindicato Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip) de Melilla, el incidente se registró a las puertas de la prisión y los supuestos raptores pretendían introducir al interno “con gran violencia” en el interior del maletero de un vehículo.
La intervención de un funcionario del centro penitenciario evitó que el secuestro llegase a consumarse, huyendo los cuatro individuos, con los rostros ocultos, en el vehículo en el que pretendían, supuestamente, secuestrar al preso, en régimen de semi libertad.
Desde Acaip creen que puede tratarse a un “ajuste de cuentas” aunque el supuesto secuestro está siendo investigado por la Brigada de la Policía Judicial, de la Jefatura Superior de Melilla, por lo que habrá que esperar para ver cuál es el móvil que está detrás de estos hechos.
El sindicato, mayoritario en el ámbito de prisiones, aprovechó para reclamar medidas para reforzar la seguridad en el centro penitenciario. Precisamente a principios de mes y al igual que en otras muchas ciudades españolas, también se concentraron en protesta por las agresiones que sufren los funcionarios. Dos de los trabajadores de la cárcel han estado de baja recientemente tras haber resultado heridos.
También se quejan de que diariamente se producen lanzamientos de paquetes con drogas, alcohol, móviles o navajas al interior del recinto. Se preguntan qué pasaría si se tirase una pistola. La cuestión es, cuanto menos, inquietante como para no tener en cuenta que hace falta más seguridad.