Como lo hizo hace una semana en Ceuta, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, visitó nuestra ciudad, Melilla, para conocer de primera mano la situación en el paso fronterizo de Beni Enzar y el perímetro de la ciudad.
Los planes del ministerio de Interior para Melilla son varios, unos a corto y mediano plazo, pero todos enfocados en la seguridad de la ciudad.
Las medidas más inmediatas, a realizarse durante este año, son la eliminación de la concertina y de la sirga tridimensional que hay en la alambrada, calificados por el ministro como “elementos cruentos”.
Su visión es tener una frontera “más segura” pero “más humana”.
También modificarán todo el circuito de televisión de cámaras de vigilancia y se instalarán unas nuevas, más modernas para brindar seguridad a la Guardia Civil que custodia permanentemente la frontera.
Incluirán cámaras térmicas y avisadores de presencia física en la valla con Marruecos.
A mediano plazo, en un margen de cuatro años, prometen una frontera inteligente para hacer más seguro y fluido el paso fronterizo, con controles faciales.
Grande-Marlaska aseguró que desde que llegó al ministerio de Interior ha tenido interés por la valla y la frontera de Melilla con Marruecos.
Las medidas deben aplicarse tan pronto como sea posible, pues se habla de un tránsito habitual de unas 10.000 personas.
Los planes para reforzar la frontera de Melilla con Marruecos son varios, sin embargo hay que esperar su ejecución y evaluar su efectividad.
Desde la Ciudad Autónoma, el presidente Juan José Imbroda solicitó, una vez más, un mayor número de guardias civiles y policías locales que refuercen la seguridad en la zona.
Una España y una ciudad más seguridad deben ser la prioridad siempre para el Gobierno central y local.