Laura Segura: “El acoso callejero está muy normalizado en Melilla”

El acoso callejero es un tipo de violencia contra la mujer, una práctica que “está muy normalizada en nuestra ciudad”. Así lo explica a El Faro Laura Segura, jefa de la Unidad contra la Violencia de Género de Delegación del Gobierno, quien señala que ésta se da en Melilla “pero no se denuncia”.

En este sentido, Segura aseveró que “el acoso callejero, sabemos que se da, pero no se denuncia. Es algo que está súper normalizado. Es una violencia que existe en nuestra ciudad, además lo manifiesta cualquier mujer que pasea por nuestra calles y en todas las ciudades de España. ¿Denunciado? Para nada, poquísimo, no tengo constancia de denuncias de acoso callejero”, dijo.

Muchas mujeres sufren este tipo de acoso, ya sean hombres lanzándoles frases en la calle o incluso siguiéndolas.

Desde la Unidad Contra la Violencia de Género de Melilla trabajan con los jóvenes para educarlos y frenar, desde pequeños, el acoso callejero. Hace una semana comenzaron con charlas del Plan Director y Laura Segura se encarga, desde la Unidad contra la Violencia de Género, de los jóvenes de secundaria y los ciclos formativos.

“Cuando tu preguntas a las chicas, ellas lo dicen claramente que todas se han sentido acosadas y entonces se habla de esto. Es curioso cómo los menores chicos también reconocen que sus amigas, sus compañeras, etc., han sido acosadas. Es algo que saben que existe, que está ahí, pero que hasta que no se lo planteas, como una violencia más, es una violencia que se ejerce además sobre la mujer que es muy concreta y específica, y es una violencia machista a la que tenemos que dar respuesta”, dijo Segura.

Pero también hay otros tipos de violencia que sufren muchas mujeres, que no son denunciados hasta que no se enfrentan a una situación de riesgo.

“Hay muchas mujeres que hasta que no se ven en una situación de riesgo extremo de peligro, no denuncian”, señaló Segura.

Por ello, la responsable de la Unidad Contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno considera que deben seguir trabajando hasta que “perciban que el riesgo está siempre, que en cualquier momento lo que ellas han normalizado y consideran que no es una situación de violencia puede poner en riesgo y en peligro sus vidas y de sus hijos”.

Cifras en Melilla

Por otra parte, Segura explica que en materia de violencia de género Melilla tiene características muy concretas aunque la casuística es similar a la del resto de España. Reconoce que “hay mujeres en situaciones complicadas”, siendo sobre todo mujeres que vienen de “situaciones de bastante vulnerabilidad” que necesitan un acompañamiento mayor, sobre todo en documentación, padrón, entre otros.

La jefa de la Unidad Contra la Violencia de Género de la Delegación del Gobierno en Melilla indica que hay una reducción en el número de denuncias con respecto al 2020.

“Ya observábamos que se reducían las denuncias en el año 2020, sobre todo por la situación de pandemia, que como bien sabemos no es que se redujese la violencia de género como tal, sino todo lo contrario, sabemos que la violencia de género se estaba ejerciendo en las casas, el control, el sometimiento se estaba dando en las situaciones de violencia en el hogar y lo que sí sabemos es que las mujeres no salieron a denunciar por las circunstancias en las que nos encontrábamos de incertidumbre, de preocupación”.

En el 2020 hubo una reducción en el número de denuncias con respecto al 2019 y este año “están muy contenidas” comparándose con el año pasado.

Y especifica que en lo que va de año no ha aumentado el número de denuncias, y se reduce con respecto al 2020. “Estamos en un descenso por trimestre. El primer trimestre se reduce más de un 20 por ciento, concretamente en un 22; en el segundo trimestre un cinco por ciento aproximadamente y en el tercero un 11”, dijo.

Segura señala además que se denuncia un porcentaje mínimo de los casos de violencia de género. Y en este sentido asevera que hay distintos factores y análisis de por qué las mujeres no denuncian. Cree que por un lado está la parte económica, donde muchas dependen de sus parejas y tienen miedo de a dónde ir y estar desprotegidas, así como también la situación social de ellas.

Ante ello, menciona que en la ciudad hay un acompañamiento a las mujeres víctimas y así como asesoramiento.

En Melilla la mayoría de las denuncias son por violencia física, dijo Segura, pero “luego muchas, también son denuncias por incumplimiento de las medidas, órdenes de alejamiento, etc., pero la mayoría de las situaciones de violencia que se denuncian en nuestra ciudad es violencia física”.

También buscan proteger a los menores que sufren una violencia extendida en el hogar. Y agrega que trabajan en esta área porque sí protegen a sus madres.

Melilla cuenta en la actualidad con tres recursos de acogida para las mujeres víctimas de violencia de género. Está la casa de emergencia que lleva Cruz Roja, además del piso de mujeres en igualdad y en el 2020 pusieron en marcha un tercer recurso. En estos las mujeres pueden estar con sus hijos o personas a su cargo.

Las denuncias las pueden realizar en las comisarías y así lo explicó Segura, quien cree que “lo ideal sería que ellas puedan preparar bien esas denuncias”, porque muchas acuden a comisaría por una situación puntual y al hilar el caso se dan cuenta de que hay una violencia continuada.

Segura quiso enviar un mensaje a las mujeres y señala que “la salida de la violencia es el fin fundamental”. Reconoce que la denuncia es un proceso complicado y difícil, pero “lo que nos dicen todos los datos es que  se consigue salir de la violencia de género, en la mayoría de los casos, cuando las mujeres han conseguido poner esa distancia de haber denunciado. Si no se sale de esta manera, tiene más posibilidades de no salir nunca”, dijo.

En este sentido, les pide buscar apoyo y verbalizar lo que les ocurre para salir de ese círculo, aunque basándose en los datos de la macroencuesta de violencia de género de 2019, asevera que “la violencia de género son violencias silenciadas, que nadie conoce”.

A las mujeres les dice que se puede llevar una vida libre de violencia.