Segunda fase de los Planes de Empleo de la Delegación del Gobierno

Este viernes ha echado a andar la segunda fase de los Planes de Empleo de la Delegación del Gobierno y eso, inevitablemente, es una buena noticia para Melilla porque hablamos de 386 nuevas contrataciones.

Si algo necesita esta ciudad es que se busquen soluciones al paro estructural que padece. Es cierto que en estos cuatro años se han mejorado las cifras del desempleo, pero aún estamos lejos de la plena satisfacción. De hecho, según la Encuesta de Población Activa, publicada esta semana, la ciudad cerró el primer trimestre del año con un incremento del paro de casi el 18%, un dato que nos situó como la cuarta autonomía del país con mayor crecimiento del número de parados.

Afortunadamente, la familia, como célula principal de la sociedad, en Melilla es un pilar fundamental que ayuda a hacer frente las dificultades que atraviesa el mercado laboral local y que es la causa por la que muchos melillenses han hecho la maleta y se han ido a Alemania, a Bélgica e incluso a Canadá.

Siempre se ha dicho que los Planes de Empleo no son la solución al problema del paro, pero no puede negarse que representan un alivio para melillenses que no sólo tienen la oportunidad de trabajar, ganar en confianza, en experiencia, sino que, además, acceden a un puesto de trabajo de calidad porque tanto en los Planes de Empleo de la Ciudad como en los de la Delegación del Gobierno, contrata la Administración y los contratados, obviamente, se benefician de las condiciones laborales del empleo público.

También son un alivio para los colegios y la Residencia de Mayores que ven incrementada su plantilla, aunque de manera circunstancial. No puede negarse, por tanto, que los Planes de Empleo representan un gran alivio para las plantillas más tensionadas.

Y, por supuesto, vienen muy bien a Melilla porque dan un respiro a quienes más tiempo llevan en las listas del SEPE.

Aquí, a diferencia de la península, no tenemos fábricas, ni industrias, ni pesca, ni agricultura intensiva ni un sector ganadero capaz de absorber un gran número de parados sin formación. Aquí vivimos de un sector Servicios diezmado, pero, sobre todo, del empleo público. Así que cada hornada de contrataciones de los Planes de Empleo es recibida con mucha ilusión por quienes llevan tiempo en paro y ésta es una oportunidad de reincorporarse al mercado laboral.