Parece de todo punto incongruente que ante las altas cifras de paro que se registran en la ciudad el Servicio de Empleo Público Estatal siga sin poder cubrir los 22 puestos de trabajo vacantes.
No son empleos normales y corrientes. Se trata de personal cualificado para profesiones que son de difícil cobertura en Melilla.
Hablamos de maquinistas navales, mecánicos de litoral y naval, pilotos de buques mercantes, sobrecargos de buques, mozos, marineros y contramaestres de cubierta, bomberos de buques especializados, engrasadores de máquinas de barcos, caldereteros, mayordomos, camareros, cocineros de barco, auxiliares y jefes de máquina de buques de pasaje, oficiales radiolectrónicos de la Marina Mercante y frigoristas navales. También falta personal en el ámbito del deporte y de la medicina.
Todo ello no hace más que incidir en el empeño que desde partidos políticos, administraciones, ministerios, sindicatos o empresarios realizan en la necesidad de una formación cualificada para los trabajadores.
La preparación y el estudio son claves para afrontar una situación como la actual y por ello no hay que recortar en un campo que se antoja tan importante y fundamental como es la formación del trabajador.
Los esfuerzos en este campo posibilitan acceder a puestos de trabajo, aunque sean de difícil cobertura y ahí tienen que seguir todos empeñados.