El encendido de las luces se convierte cada año en el anuncio de que las navidades se acercan. No comenzarán de manera oficiosa mientras los bombos de la Lotería no empiecen a girar el próximo día 22. Y no se celebrarán hasta que no llegue la noche del 24 de diciembre. Como cada año, serán días de alegría y buenos sentimientos que esta vez hay que disfrutar intentando dejar de lado los nubarrones que se adivinan en el horizonte con la llegada del nuevo año. El nuevo Gobierno estará operativo con el inicio de la Navidad, pero el presidente Rajoy y sus ministros cogerán sus carteras mientras medio país está inmerso en la operación salida y la otra mitad se prepara para recibir a familiares y amigos con los que pasar estos días de fiesta.
Otra vez se demuestra que el presidente saliente tampoco acertó al poner fecha a la cita de los ciudadanos con las urnas. Los votantes tenían clara su decisión cuando se marcharon de vacaciones en verano. A la vuelta, a mediados de septiembre, hubiera sido el momento adecuado para que los votantes emitieran su veredicto, de tal manera que el nuevo Gobierno hubiera tenido margen para adoptar sus primeras medidas económicas antes de que concluyera este año y hubiera estado totalmente operativo al inicio de 2012.
Pero no fue así. Ahora sólo queda esperar la llegada del nuevo año para plantar cara a la crisis, afrontar los recortes que se anuncian y comenzar a trabajar para que cuando esté a punto de terminar el nuevo año, las navidades de 2012 no estén oscurecidas por los negros augurios del 2013.