El sindicato de enseñanza SATE-STEs denuncia que este curso sontinuarán dándose las “durísimas condiciones” de trabajo de los docentes de la ciudad. Con ellas “se perpetúan los recortes impuestos por anteriores gobiernos en el año 2012 y las insoportables ratios que venimos sufriendo desde tiempos inmemoriales ante la demasiado pasiva mirada de las sucesivas administraciones educativas”.
Desde el sindicato aseguran que la Dirección Provincial con la “agilización del proceso de adjudicación de vacantes en régimen de interinidad, poniendo fin a las colas y numerosos errores de años anteriores, así como por una mayor transparencia derivada de la publicación de las comisiones de servicios, una habitual demanda de SATE-STEs a la que hasta el momento no habían sabido dar satisfacción”.
Recordaron que el antiguo Mercado Central ya ha abierto sus puertas a pleno rendimiento, con el traslado definitivo de las instalaciones del Conservatorio y el Centro de Adultos siguiendo la estela de la Escuela de Idiomas. Una noticia positiva, hasta el momento en el que atienden “a los años de espera y el grave retraso acumulado, no sólo en la construcción, sino también en la puesta en marcha una vez recepcionado el edificio por el ministerio”.
En este sentido, SATE-STEs lamentó que el Ministerio “eche por tierra su propio discurso de mejora de la calidad educativa y actúe en su ámbito de gestión contra sus propias normas, ya de por sí muy castigado por las ratios abusivas e ilegales, impidiendo la reducción del horario lectivo de los docentes de nuestra ciudad, manteniendo las 25 horas para infantil y primaria en lugar de las 23 recogidas en esta ley y las 20 para el resto de los niveles, en lugar de las 18 contempladas en dicha norma, y ello a pesar de que el pasado marzo se aprobó la Ley que revertía los recortes impuestos en 2012”.
Este hecho, “grave en sí mismo por la conculcación de la ley por parte de quien la hecho y debe velar por su cumplimiento, supone además una seria discriminación del profesorado de Melilla,” ya que la mayor parte de las comunidades sí han aplicado esta reducción horaria a sus docentes en cumplimiento de la ley. Esta circunstancia constituye una grave lesión de los derechos de los docentes de nuestra ciudad y contribuyen a un mayor endurecimiento de unas condiciones de trabajo cada vez más difíciles.
Las duras condiciones de trabajo se ven agravadas por “el mal endémico de la educación en Melilla”: la saturación de las aulas con ratios que superan ampliamente el máximo legal. “Este curso, al igual que los anteriores durante muchos años, la mayor parte de las aulas, tendrán más alumnos de lo que permite la ley, no sólo para el principio de curso, sino incluso de los que se pueden incorporar tardíamente”, aseveraron.