El popular mago y payaso Sarapín nacido en Melilla, donde reside y dedica "tiempo y esfuerzo" a "hacer reír y sorprender" a sus vecinos, ha adelantado a El Faro que estará estrenando un espectáculo familiar en la Feria de la ciudad autónoma.
Según ha precisado Jesús Castejón, quien encarna al conocido personaje que es un niño de siete años, estará presentando su nuevo show, "Vaya locura de colegio", el martes 6 y el sábado 10 de septiembre a las 20:00 horas en la Caseta Infantil del recinto ferial melillense.
Sobre esta aventura "súper mágica" de Sarapín, el joven actor ha dicho que, aunque el show está especialmente destinado a los niños, ha sido concebido para toda la familia.
En concreto, Sarapín contará en casa cómo ha sido su día en el colegio. Así, narrará "en clave de humor" situaciones que ha vivido con su maestra, quien le manda tareas y cómo, aunque él las hace mal y con trampa, ella le enseña a insistir, a no rendirse y a seguir hacia adelante hasta conseguir hacerlo bien; o lo que le ha ocurrido en una excursión de pesca con sus compañeros.
Además, Castejón ha explicado que en este espectáculo interactúa con los niños "todo el rato" porque ellos "suben al escenario y participan"; y trae juegos nuevos y otros muy poco vistos porque "no los suelo hacer por la complejidad que tienen".
En torno a estos últimos juegos, ha detallado que hay algunos que ha hecho en actuaciones en la península, pero no en la ciudad, porque "no es lo mismo actuar en un teatro donde no tienes personas por los laterales", que hacerlo "en la calle en Melilla rodeado de gente".
Puntualmente, se ha referido a un "juegazo", en el que lleva cinco años trabajando y que ha logrado versionar, que ha hecho sólo fuera de Melilla por la misma razón de las condiciones del lugar. No obstante, ha asegurado que podría hacerlo "si fuera en el Kursaal", al igual que "uno que hago con cuerdas y que luce más en un teatro, que en la calle, por la iluminación, el telón, etc.".
Por otro lado, ha informado que se presentará durante la Feria el miércoles 7, también a las ocho de la tarde en la Caseta Infantil, pero con un show como mago, "un poco más serio y misterioso", porque, "aunque Sarapín hace magia, siempre le meto más comedia".
El regreso de una Feria necesaria
Sobre la Feria, Castejón ha revelado que es una "alegría", "laboralmente" hablando, para "cientos" de melillenses, ya que "es un motor de personas trabajando"; y desde la parte "social", "necesaria", "de reír, de disfrutar, de desinhibirse un poco", por lo que "la echaba de menos".
Con la fiesta patronal, según ha explicado el cómico melillense, ocurre como con otros grandes festejos, como la Navidad, para los que la gente se prepara, se viste y hasta busca un poco de sevillanas en vídeos de YouTube.
"Creo que era necesario arrancar con ella a pesar del covid. No sé cómo están las incidencias, pero, si han bajado, ya era hora" porque "han sido tiempos muy duros, y a algunos se lel ha quedado un miedo muy grande", de acuerdo con la experiencia que hayan vivido.
Precisamente eso hace necesario "volver a la normalidad, irse un rato, aplaudir, bailar, gritar, saltar, correr, jugar...", sobre todo para los niños, ha afirmado sin olvidar que este año por primera vez la Feria coincide con la vuelta al cole.
Un verano movido
Sobre el verano, ha dicho a El Faro que se casó a finales de julio, por lo que "estuvo parado" unos días, pero luego ha actuado en varias ocasiones en Melilla, y en un festival internacional de magia que se hace en Lugo, Galicia, y al que asisten algunos de los mejores magos del país y del mundo.
Más recientemente, Sarapín se ha presentado en Móstoles, Madrid, ante unas 400 personas, algo que "no me esperaba" porque se suponía que "fueran entre 30 y 50", que es lo que "normalmente estaba apareciendo allí en verano"; y, en dos semanas, regresará a otro festival internacional en Galicia, el de Magia Infantil Marín.
Según ha recordado, comenzó a participar en este tipo de festivales en 2018, "con uno en Ceuta", y desde entonces, excepto durante la pandemia, "no he parado". Por ende, está "muy contento" porque resulta "muy satisfactorio" poder actuar fuera, donde tiene "un buen recibimiento" e incluso le han llamado de dos importantes teatros de Madrid, porque eso le hace "volver a Melilla con mucha energía".
Sobre la misma cuerda, quien interpreta a Sarapín ha detallado que en Melilla el público "siempre es el mismo" y el reto para él es "encontrar cómo soprenderlos"; y el reto fuera, "donde no me conocen", es actuar preguntándose "si gustará o no gustará". "La verdad es que trabajo no me ha faltado", ha concluido sin olvidar mencionar "muchas comuniones" a las que asiste "cada sábado".
La constancia hace al mago
Preguntado sobre lo que se necesita para ser un mago, Castejón ha confesado que Sarapín lleva "toda su vida" "tratando de convertirse en uno". Cree entonces que, para lograrlo, hacen falta "trabajo constante", "estudio" de la magia, "disciplina", "ilusión y pasión por lo que haces", y más y más trabajo.
Asimismo, el joven melillense ha rememorado que su vida en la magia comenzó cuando, con ocho años, su papá le hizo un juego que él no entendió. "Como dicen, la curiosidad mató al gato", y como su padre no le explicaba "cómo había hecho el juego", la curiosidad del pequeño aumentó, aumentó, y aumentó, "hasta el punto de querer saber cómo hacerlo para que otros niños, ya tan chiquitillos, sintieran lo mismo".
De este modo, aunque hacía sus shows desde niño con un gorro y una barita de cartulina y con sus vecinos como público, y en la escuela se integró más a la magia a través del teatro, de libros y de juegos; no fue hasta los 17 años, cuando le ofrecieron actuar en un colegio por 40 euros, que comenzó su carrera profesional.
Desde entonces, pese a que sólo recuerda sus tres primeras actuaciones, digamos "oficiales", porque lo que vino después fue "una locura", y al principio el espectáculo no le salía como él quería y temía "hacer el ridículo", el escenario no ha dejado de pedirle que se suba en él una, y otra, y otra vez.