El melillense Jesús Castejón, más conocido como Sarapín, ha sido el ganador del primer premio de ‘Magia para la Infancia’ en el 38 Congreso Mágico Nacional de Valladolid, que se celebró durante este fin de semana.
Ya de vuelta en su tierra, el mago ha afirmado sentirse “muy contento” por volver como ganador en el certamen nacional y representar a Melilla de una manera muy especial.
En el Congreso Mágico Nacional se han dado cita más de 500 magos de distintas partes del mundo en Valladolid y han participado 60 de ellos –como Sarapín– en una docena de categorías, como magia de salón, magia de escena, magia cómica o magia para la infancia.
La semana pasada, Sarapín pudo compartir tiempo con muchos otros magos del país –y también extranjeros–, algunos muy conocidos por el público, como Jorge Blass, Juan Luis Rubiales o Yunke, por ejemplo.
Es la primera vez que Sarapín se presenta al certamen y, aunque siempre está la esperanza de ganar, no se lo esperaba para nada. Se apuntó empujado por muchos de sus amigos y compañeros para participar en el Congreso Mágico.
El truco que presentó en el certamen ya lo había representado en nuestra ciudad. Lo hizo durante el periodo de Navidad, en el Templete Mágico de Sarapín que se llevó a cabo en el emblemático Parque Hernández.
Hay gente que lleva trucos nuevos que todavía no ha trabajado delante del público. Él, en cambio, prefiere haberlo presentado ante los espectadores para luego hacerlo allí.
Dice que practicó el truco más de 60 veces para perfeccionarlo y arreglar todos los posibles fallos que pudiera cometer. Aunque su alma perfeccionista siempre sacaba un pero a su actuación, sus amigos le aconsejaban que no fuera tan duro consigo mismo. Al final, el resultado fue magnífico y tanto el jurado como el público quedaron muy contentos.
El jurado –todos magos– se encontraba sentado entre el público y evaluó la actuación en base a ocho componentes, como la técnica, la atmósfera mágica, la presentación o la presencia, por ejemplo.
Con todo ello y la cantidad de participantes “muy buenos” a los que se enfrentaba, Sarapín confiesa que, en absoluto, se esperaba ganar.
“Yo me veía con posibilidades de obtener algún premio. Creía que se me tenía que dar muy mal porque lo que había preparado –bajo mi criterio– lo veía muy bien. Los concursos, al final, son un poco subjetivos en ese sentido, así que podía ser que sí o podía ser que no”, cuenta.
Sarapín actuó el pasado jueves ante el público y no fue hasta el domingo cuando se dieron a conocer los ganadores de cada categoría. La espera se hizo angustiosamente larga, comenta entre risas.
“Se hizo larguísima. Estuve con nervios en el estómago todo el tiempo. Me decía que eso no tenía que ser nada sano para el cuerpo”.
En cuanto recogió el primer premio, comenzaron a llegar las felicitaciones del resto de compañeros, muchos de ellos provenientes de otros países. “Muchísimos me decían que les había encantado el número, que no conocían al personaje fuera”.
El compañerismo que se ha vivido durante este Congreso Mágico es una de los puntos fuertes que destaca. “Todos estábamos pasando por las mismas fases y los mismos nervios”, señala el mago.
La mayor parte de los espectadores también son magos, al igual que el jurado y el resto de participantes, por lo que actuar allí era un poco más difícil que ante un público normal. El nivel de exigencia es más fuerte y la presión es mayor. Una experiencia, dice, muy diferente a cuando tiene que actuar ante un público “normal”.
Después de este salto a nivel nacional, también están los campeonatos a nivel mundial y europeo. Sin embargo, lamenta que en estos todavía no existe la categoría ‘Magia para la Infancia’ y, por tanto, no se puede presentar.
Aún así, por el momento no cree que se presentase. Dice no ser ambicioso en ese sentido y, además, comenta que tampoco sabe inglés. “Sarapín es un personaje que habla, aunque podría preparar algo con mimo. Normalmente se suele hacer en otros países y yo no hablo nada de inglés. Podría preparar algo musical, pero creo que perdería fuerza el personaje porque Sarapín gana a la hora de hablar con el público”.
Ya de vuelta en la ciudad, Castejón asegura que seguirá trabajando como ha estado haciendo hasta ahora y participando con Sarapín en actividades y eventos locales. Esta misma semana, por ejemplo, actuará el sábado por la tarde en el barrio de Corea, como parte de la programación para celebrar la festividad de la Virgen del Carmen.
No descarta, por supuesto, que se le abran puertas a nivel profesional. “No sabemos todavía cómo surgirá porque es muy temprano, pero a lo mejor comienza a sonar el teléfono con más insistencia”.
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