Tirón de orejas desde Salud Pública a todos aquellos que ahora quieren ponerse la vacuna Covid con el fin único de poder pasar a Marruecos. Y así lo afirman. Ayer, por segundo día consecutivo, volvieron las largas colas y las aglomeraciones a las puertas de los dos puntos de vacunación Covid habilitados actualmente en Melilla. Esta situación, como todos sabemos, coincide con la apertura de la frontera de nuestra ciudad autónoma con Marruecos y la necesidad de contar con el denominado pasaporte Covid para pasar al otro país y para volver posteriormente a Melilla.
“Nosotros hemos vacunado a todo al que ha querido hacerlo. El que ha querido, se ha vacunado hace tiempo”, recuerda Juan Luis Cabanillas, director general de Salud Pública. “Había un calendario establecido, nosotros estábamos allí vacunando y había días que apenas había nadie”, continúa explicando. Se refirió por ejemplo a la vacunación llevada a cabo con anterioridad en otros puntos de la ciudad, como es el caso del Centro de Formación Profesional Reina Victoria Eugenia, en General Astilleros: “Allí estuvimos mucho tiempo y la entrada era mucho más amplia. Se podía esperar ya en el interior y no había que estar fuera esperando”. Ahora recuerda que en el centro de salud de Polavieja el sitio es más limitado y de ahí que se formen colas y aglomeración en la calle.
Ayer, mucho antes de que abriera el centro de Salud de Polavieja, ya había muchas personas esperando para vacunarse. La gente se agolpaba de forma desordenada ante la puerta de entrada, con el fin de obtener un número que le diera acceso al interior y a la vacunación. El gentío era tal que el personal de seguridad tuvo que pedir en reiteradas ocasiones que hicieran una fila de forma ordenada. Es más, a mitad de mañana unos agentes de la Policía Local colocaron unas vallas de color azul y unas cintas para conseguir que finalmente hubiera algo de orden.
Pero en varias ocasiones había quienes traspasaban el lugar donde debían esperar y era necesario llamarles la atención.
Inicialmente se repartieron 300 números y estas personas esperaron su turno en la acera más cercana a General Astilleros. Después, y como la afluencia de personas seguía aumentando, se dieron otros 100 números y se colocó a los nuevos peticionarios al otro lado de la acera. “Vamos a vacunar a todos los que lo deseen. Que nadie se preocupe. Ha sido nuestra filosofía desde el principio. Y recuerdo que no solo vacunamos del Covid, hay todo un calendario de vacunación establecido que hay que cumplir”, aprovechó para recordar Cabanillas.
Sin querer vacunarse
En la fila para vacunarse en Polavieja había quien no todavía no contaba con ninguna vacuna ni sabía que se debe esperar un tiempo entre una dosis y otra. Es el caso de Mohamed Hadouchi, de 20 años, y de su hermano Ali, de 16. “Yo no me las he puesto porque no me apetecía”, comentaba este último. “Y si me la pongo ahora, es porque si no, pues no voy a poder pasar”, aseguraba con tranquilidad. Su hermano iba más allá y afirmaba: “Es que yo no creo en las vacunas. Pero tenemos familia en Marruecos y ahora nos la tenemos que poner. No queda otra”. En el caso de Hanina Walid, que esperaba para ponerse la tercera dosis, aseguraba que no se la había puesto ante porque “había estado mala”.
Al contrario de lo que ocurrió el lunes, ayer sí que se veían bastantes niños y adolescentes que esperaban con sus familias para ser vacunados en Polavieja. Como por ejemplo Rayan, de 12 años, al que acompañaba su madre, Alia Erbichi: “No se ha querido poner ninguna. Es que le da miedo el pinchazo. Pero claro, las necesita para salir”. A su lado Rayan negaba ahora avergonzado que le diera miedo. “Yo sí que me las he puesto. Y lo que no puede ser es que nos hagan esperar tanto rato, llevamos toda la mañana. Hemos salido de casa sobre las nueve o nueve y cuarto y estamos todavía aquí, sin entrar” (era cerca de mediodía).
Esta era una de las quejas más generalizada que se podía escuchar en la fila: “Yo me la pongo porque ahora me hace falta. Deberían poner más lugares para vacunarse, ¿no?, en el otro sitio, ese que está en Cabrerizas, por donde la iglesia, está igual, hay un montón de gente esperando. Y si ahora queremos venir…”, sentenciaba Hayar Zahaf, de 18 años.
Amplio refuerzo
Cabanillas descartó reforzar el servicio actual de vacunación o tener que vacunar también por las tardes o el fin de semana. Señaló que al ver el número de personas que acudieron el lunes a vacunarse, desde Salud Pública ya se ha ampliado el horario. Ahora mismo la vacunación se realiza sin cita previa en el centro de salud de Polavieja, de lunes a viernes, desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde; y en el Laboratorio de Salud Pública, los mismos días (excepto este viernes día 20), desde las diez hasta la una del mediodía.
También hizo hincapié Cabanillas en que se cuenta con el número de vacunas suficiente y no hay ningún problema de abastecimiento: “Nunca lo ha habido. Tenemos un stock de vacunas más que suficiente para cualquier posible demanda. Vamos pidiendo vacunas constantemente y hemos pedido más. Las pedimos regularmente, como siempre”.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…