Los técnicos de Consumo harán la batida desde este mes y hasta diciembre
Arranca un nuevo curso escolar y la Consejería de Presidencia y Salud Pública, a través de la Dirección General de Sanidad y Consumo, ha puesto en marcha una nueva campaña de control sistemático del material escolar a la venta en los establecimientos de la ciudad.
Estos productos, destinados principalmente a los más pequeños, deben ajustarse a unos requisitos de seguridad para evitar cualquier tipo de peligro para la población.
Por ello, durante el último trimestre de este año el Servicio de Inspección de Consumo procederá a comprobar que el material escolar a la venta en establecimientos de la ciudad cumpla con los requisitos obligatorios que deben estar incluidos en el etiquetado, las instrucciones y/o en la información que acompaña al material.
Asimismo constatarán su seguridad mediante las correspondientes tomas de muestras reglamentarias que serán remitidas al Centro de Investigación y Control de Calidad del Instituto Nacional del Consumo para su análisis.
En esta línea, desde la Consejería se informa de que todo el material escolar expuesto debe cumplir con los requisitos básicos del etiquetado, indicando el nombre o denominación comercial del producto y la razón social y domicilio completo del fabricante, distribuidor, vendedor o importador.
Los productos escolares considerados juguetes, es decir, aquellos que dejan trazas, como témperas, acuarelas, rotuladores, pinturas para dedos y barras de oleoplaster, que se rigen por la normativa sobre seguridad de juguetes (Real Decreto 1205/11, de 26 de agosto), deben llevar también en su etiqueta marcado CE, que prueba que el producto ha pasado las pruebas técnicas de seguridad; indicaciones especiales o advertencias relacionadas con la seguridad del uso del producto e indicación de conservar los datos del etiquetado.
Hay que aclarar que estos últimos tienen que mostrarse de forma clara, visible, imborrable, fácilmente legible y en español.
Por otro lado, cabe destacar que el material escolar que no está regulado por la normativa de juguetes (lápices, sacapuntas, compases de dibujo, gomas de borrar), no debe llevar marcado CE.
Tampoco deben llevarlo las mochilas, que se rigen por la normativa de marroquinería, que exige que indiquen en su etiqueta, además, la composición del material con el que están fabricadas, el número del registro industrial del fabricante o la identificación del importador.