La consejera de Salud Pública y Bienestar Animal, Francisca García Maeso, aborda en una entrevista con El Faro temas como la gestión de la pandemia de coronavirus y la epidemia de rabia animal que la ciudad padece, asuntos dependientes de las áreas que gestiona.
-Los indicadores epidemiológicos parecen indicar que la sexta ola de pandemia de coronavirus está remitiendo, pero en los últimos días se han registrado un elevado número de fallecimientos a causa del virus ¿a que se debe? ¿cuál es el perfil las personas fallecidas? ¿no estaban vacunadas?
-La sexta ola en Melilla va un poco retrasada en el tiempo con respecto a otras CCAA. Al final de la primera semana de enero la variante ómicron es la causante de la inmensa mayoría de los casos. Se han dado unas elevadísimas tasas de contagio y no hemos alcanzado el pico de casos hasta mediados de enero. Los casos de hospitalización siguieron subiendo hasta el 31 de enero en que se alcanzó el máximo. Sin embargo, todavía estamos llegando al pico de ingresos en UCI y de mortalidad, al igual que está ocurriendo en el conjunto de España. Esta ola ha puesto de manifiesto el elevadísimo riesgo de hospitalización y muerte en personas no vacunadas en comparación con personas vacunadas incluida la tercera dosis.
-Una vez que remita la sexta ola, ¿cuáles son las medidas sanitarias que se contemplan? ¿se reducirán las medidas restrictivas como las referentes a los aforos?
-Las medidas de Salud Pública se irán adecuando, como siempre, a la situación epidemiológica de cada momento. Si los indicadores de hospitalización (camas convencionales y camas de UCI) y los indicadores de transmisión van disminuyendo se aumentará el aforo en interiores de locales de restauración y se flexibilizarán otras medidas.
-En el caso de que las medidas se relajen, ¿no temen que se produzca un repunte de los casos como hemos vivido en anteriores olas de la pandemia?
-No. Estamos en una situación epidemiológica en la que el enorme aumento de casos que hemos visto recientemente son mayoritariamente casos asintomáticos y casos leves. Estos nos obliga a reorientar la estrategia de prevención: hay que centrarse cada vez más en la prevención y en la asistencia de los casos severos y en las personas más vulnerables o las que pertenecen a entornos vulnerables, y cada vez menos en la transmisión en el resto de personas.
-¿Cómo va la campaña de vacunación? ¿aún hay reticencias por parte de algún sector de la población a vacunarse? En ese caso ¿qué se puede hacer para incentivar la vacunación en este grupo?
-La vacunación en Melilla ha alcanzado el 87% de la población de 12 años de edad o mayores de esa edad, que tienen administrada ya la pauta completa. Diría que es un éxito que hay que agradecer, por una parte, a la ciudadanía melillense que ha sido autorresponsable y ha elegido la vacunación para evitar las formas graves de la enfermedad y, por otro lado, a todos los profesionales sanitarios y no sanitarios de Salud Pública, de INGESA, Educación, Protección Civil, Fuerzas Armadas y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que han trabajado para sus conciudadanos. No hemos encontrado reticencias en ningún sector de la población a la vacunación.
Sí que hay que recordar a todos que la tercera dosis es imprescindible en las personas nacidas hasta el año 2004 inclusive para la variante ómicron.
-¿Y la vacunación de los menores, como se está yendo?
-La tercera parte de todos los niños y niñas melillenses de 11 a 5 años se han vacunado con la primera dosis de la vacuna. En estos días estamos empezando la administración de las segundas dosis, ocho semanas después de la primera dosis. Y también hay que esperar ocho semanas después de haber pasado la infección para ponerse la vacuna infantil. Esto último es precisamente lo que está retrasando la vacunación infantil, porque muchos niños y niñas que se infectaron en navidades están en las ocho semanas de espera hasta poder ponerse la primera dosis.
-También respecto a la vacunación de menores, en un primer momento no se iba a realizar en los centros educativos, pero finalmente si se ha hecho ¿qué ha motivado esta decisión?
-En la vacunación infantil se planteó comenzar la vacunación masiva de todos ellos en cuanto fue autorizado por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud. En diciembre empezamos ofreciendo la vacunación infantil en los puntos de vacunación masiva para permitir, así, que el máximo número de niños cuyos padres quisieran vacunarlos pudieran hacerlo antes de las Navidades, y de esta forma hacer más seguras las reuniones familiares y de amigos propias de las Navidades.
Después de eso, durante cuatro semanas estuvimos haciendo repescas de vacunación infantil en los puntos de vacunación masiva y, después de eso, se hizo una repesca en los colegios. La finalidad de ir a los colegios era facilitar la vacunación y acercarla al entorno de los niños y sus padres. Hay que agradecer la colaboración de los padres, madres, docentes y de Educación en esta tarea que ha resultado un éxito, habiéndose vacunado en los colegios, con la primera dosis, unos 650 niños.
-La obligatoriedad del pasaporte covid está siendo revisada en algunas comunidades ante las dudas que sea una medida efectiva ¿Melilla se plantea retirarla o se mantendrá?
En Melilla se planteará su retirada cuando la situación epidemiológica y de utilización de recursos asistenciales vaya mejorando. Todas las medidas de restricción son proporcionadas a la situación sanitaria y centradas en proteger a la población más vulnerable o que pertenecen a entornos vulnerables.
-La Ciudad implementó la aplicación Radar Covid ¿cuáles han sido los resultados de esta experiencia? ¿ha sido efectiva para la lucha contra el coronavirus?
-Se implementó el Radar Covid en una situación epidemiológica que obligaba a centrarse en el control de la transmisión y al estudio de los contactos estrechos de todos los casos, y detectó muchos contactos estrechos. Pero la situación epidemiológica y clínica de la enfermedad ha obligado en muchas ocasiones a reorientar la prevención y el abordaje de la enfermedad.
De todas formas el Radar Covid es una herramienta muy potente para el control de una epidemia en el siglo XXI, aunque no ha sido aprovechada por la inmensa mayoría de los ciudadanos, lo que es imprescindible para desplegar su mayor utilidad.
-Otro de los temas sanitarios que ahora mismo preocupa a los melillenses es el de la rabia. La ciudad está en alerta 1 ¿qué medidas se están tomando para evitar los contagios?
-Se estableció en Melilla el nivel 1 de alerta del plan de contingencia frente a la rabia de los Ministerios de Sanidad y de Agricultura. En él se contemplan medidas de información a la ciudadanía, de vacunación de personas expuestas en su trabajo, de restricciones de animales en algunos lugares de la ciudad y de capturar a los perros asilvestrados que vagan por la ciudad. Se está trabajando en ello desde hace tres meses y esperamos que los resultados, que no son inmediatos, puedan verse pronto.
Además hay que decir que en Melilla se trabaja en la prevención de la rabia durante todo el año, así existen altas tasas de vacunación frente a la rabia en animales domésticos, y se ha trabajado en el control de las colonias felinas.
-Respecto a las manadas de perros que deambulan por las calles de Melilla existe la sensación de que desde la Administración Pública no ha actuado con la suficiente celeridad ¿cuándo son conscientes del problema y comienzan a actuar?
-Se lleva trabajando en ello desde hace tres meses, y se sigue haciendo, y está previsto aumentar el ritmo de trabajo. No obstante, los resultados, como decía antes, no son inmediatos. Pero trabajamos en estrecha relación con los Ministerios de Sanidad (Salud Pública y Agricultura (Sanidad Animal). Y estas medidas de Salud Pública que se llevan a cabo, lo hacemos desde una perspectiva de Bienestar Animal, para lo que también estoy en contacto permanente, y compartiendo información, con la Dirección General de Derechos de los Animales, del Ministerio de Políticas Sociales y Agenda 2030.
-¿Tienen alguna estimación del número de animales asilvestrados que hay en la ciudad?
-Calculamos unos 60.
-Recientemente anunció la contratación de una empresa para atrapar a estos animales ¿ya están trabajando? Si es así ¿cuántos animales han recogido ya de las calles? ¿cuánto dinero supone la contratación de este servicio?
-Como he comentado, se está trabajando desde hace meses en varias líneas, unas se han llevado a cabo y otras se están ultimando los detalles para su implementación, de todo ello se informará con más detalles en su momento. Ahora lo importante es trabajar para hacer una Melilla saludable para las personas y para los animales que conviven con nosotros.
-¿Se han planteado reforzar el servicio de captura de animales de la Ciudad Autónoma para no tener que depender de una empresa externa?
-Sí, se ha planteado. Y de hecho se está haciendo, pero en este momento es preciso contar con ayuda externa para acelerar la resolución de la situación de rabia animal.
-Usted llegó al cargo de Consejera de saluda Pública y Bienestar Animal el pasado agosto ¿qué esperaba encontrarse y que se ha encontrado? ¿Tenía ya la idea de la dimensión de ellos problemas a los que se iba a enfrentar al asumir el cargo?
Era consciente de la responsabilidad que asumía, principalmente en la gestión de la pandemia, aspecto que afronté con mucho trabajo y apoyada siempre por el Director General y el equipo técnico de la Consejería de Salud Pública, a los que agradezco su gran trabajo e implicación constante y sin mirar horarios. Ha sido y sigue siendo, un trabajo muy duro pero con la esperanza de que pronto podamos llegar al final de esta pandemia.
Respecto a otras áreas, tengo muchas ilusiones en poder llevar a cabo políticas de cambio, que en este momento van muy lentas por tener que abordar aspectos muy importantes, como es la gestión de la crisis de rabia en nuestra ciudad.
Y por supuesto, este último aspecto, y otros de urgencia que surgen cada día no los esperaba, pero mi objetivo es trabajar mucho, todo lo que sea necesario, para acabar con las crisis, y que podamos retomar aspectos muy importantes también, pero que actualmente han tenido que pasar a un segundo plano.
-Tanto desde el punto de vista profesional como personal ¿le ha compensado tomar el cargo?
-Rotundamente sí.
En lo profesional sí, porque trabajo con la ilusión de seguir avanzando en conseguir hacer realidad las propuestas del programa electoral del PSOE.
En lo personal, también, a pesar de que supone muchas renuncias en el ámbito familiar y social, y a pesar también de los momentos duros y complejos que se viven en el día a día en la gestión de las amplias competencias de mi Consejería. Pero a todo esto estaba dispuesta cuando me comprometí con la ciudadanía, porque desde siempre he tenido vocación de servicio público.
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