Bajo la luz del alba, decenas de agentes de la Guardia Civil, reforzados con efectivos de la Policía Nacional, intentaban evitar que centenares de inmigrantes sobrepasaran el perímetro fronterizo que separa Melilla de Marruecos. A las 07:00 horas, la Comandancia de la Benemérita recibió el aviso de un intento de entrada.
Alrededor de una veintena de vehículos de las fuerzas de seguridad estaban aparcados en el arcén de la carretera de la Circunvalación y mientras, sus ocupantes, a pie de valla, con el material antidisturbios en mano, haciendo de barrera para que no pasara nadie.
Los inmigrantes más rápidos, y haciendo fuerza de grupo, lograron sortear el perímetro de seguridad y se dirigieron campo a través en dirección al polígono industrial del Sepes. Ya en la ciudad, iniciaron rumbo al centro de inmigrantes que hay en Melilla (CETI).
Los que no pudieron rebasar la carretera paralela al perímetro, se quedaron enganchados a las rendijas de la valla, colgados y pensando cómo lograr su objetivo. Uno de ellos se dejó caer e intentó huir por la cuneta, pero varios GRS de la Guardia Civil fueron detrás de él.
Lo que se conoce como ‘valla de Melilla’ está conformado en realidad por tres vallas, pero esta frontera continúa en el lado marroquí. Así pues, después de lo que se considera como la parte española hay una especie zanja ancha, más bien parecida a un foso, donde también había numerosos agentes tanto de las autoridades españolas como de las marroquíes evitando cualquier tipo de entrada. También hay una valla conformada por concertinas en el lado marroquí.
Las sirenas de los vehículos las dejaron puestas como forma de disuasión y mientras el helicóptero de la Guardia Civil estaba suspendido en el aire encima de donde estaba el salto, estos ruidos se sumaban a los gritos y a los disparos esporádicos.
Pasadas las 07:45 horas llegó una ambulancia a pie de valla. Desde hacía varios minutos un agente del GRS estaba tumbado y apoyado en el en el quitamiedos de la carretera; estaba herido y varios compañeros lo estaban asistiendo. La ambulancia se lo llevó del lugar.
Un compañero suyo se acercó con un palo y un garfio en las manos para mostrar los utensilios que estaban usando los migrantes para saltar la valla y sobrepasar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
A las 08:00 horas ya quedaban pocos subsaharianos queriendo entrar. Se podía seguirles la pista por todas las chaquetas, ropa, zapatos con tornillos en la punta, palos, etc. que habían ido dejando por el camino. Muchos hicieron el camino al CETI -de varios kilómetros- cojeando, heridos y sangrando. La Delegación del Gobierno en Melilla estima que lo intentaron 1.200 personas y consiguieron entrar 350.
Una vez que en el CETI estaban llegando los últimos rezagados y había entrado la mayoría dentro del centro, la alerta sonó en la frontera de Farhana, que se encuentra justo al lado.
Numerosos coches patrullas se dirigieron allí con las sirenas encendidas, tanto de la Guardia Civil como furgones de la Policía Nacional. Ataviados con el uniforme de antidisturbios, se colocaron frente a la valla que hay junto a este paso fronterizo. Desde el lado español solo se podía intuir la presencia de jóvenes de rasgos magrebíes. Fue en mayo del año 2021 y con las fronteras cerradas más de un año, que se vio por primera vez a esta población intentando acceder a Melilla saltando la valla.
Esta es la segunda jornada consecutiva que se vive una intensa presión fronteriza. El miércoles lo intentaron 2.500 inmigrantes, lo consiguieron 491 y fueron rechazados en frontera unos 200, según fuentes consultadas por El Faro. Además, la jornada terminó con 27 guardias civiles heridos, cuatro causaron baja; 20 inmigrantes fueron atendidos en el Hospital Comarcal y en el Hospital Hassani también atendieron alrededor de 20 subsaharianos.
Desde Delegación resaltaron que no se había visto tal cantidad de inmigrantes intentando acceder al perímetro fronterizo en los últimos siete años. Si bien en mayo del 2021, durante la crisis diplomática entre España y Marruecos, hubo una semana con mucha presión en la valla, se hablaba de que eran centenares de personas intentando entrar de forma dispersa por distintos puntos,