Salir en barco de Melilla: Misión imposible

Los billetes a Málaga están agotados desde el miércoles hasta el próximo lunes. El jueves y el viernes tampoco hay plazas en los buques de Motril y Almería. Sí hay disponibilidad en los aviones

Salir en barco de Melilla será ‘misión imposible’ este fin de semana. El día 15 de agosto es una fecha clave. En la península la DGT (Dirección General de Tráfico) se prepara con dispositivos especiales para afrontar horas de gran afluencia de vehículos en la carretera. Los aeropuertos se colapsan. Unos vuelven y otros van, pero en cualquier caso, son muchísimos los ciudadanos que se mueven ese día. En nuestra ciudad, el ‘punto caliente’ será el Puerto. A los melillenses que vienen y van hay que sumarles, en este caso, los viajeros de la OPE (Operación Paso del Estrecho) que regresan a sus casas a través de alguno de los buques que sale de la ciudad. Si alguien tenía la intención de salir de Melilla en barco el próximo viernes y no ha comprado aún el billete, que vaya olvidando esta posibilidad.
 En el buque de Málaga no hay espacio desde el miércoles hasta el domingo. Ni butaca, ni camarote. Imposible navegar hasta la capital de la Costa del Sol. Muchos se están acordando estos días del barco rápido, que este año la naviera Acciona no ha traído a Melilla, y permitía que el número de plazas disponibles fuera algo mayor.  Otros habrán pensado, directamente, en la opción de realizar el viaje a través de Motril. La alternativa tampoco es del todo válida. El jueves y el viernes la naviera Armas también ha colgado el cartel de ‘completo’. En el caso de Almería la cosa no marcha mejor, día 14 y 15, imposible navegar.
Muchos ciudadanos veían ayer con sorpresa la situación y mostraban su descontento al no poder realizar el viaje en las fechas deseadas. En el teléfono de Atención al Cliente de Acciona Trasmediterránea la opción que daban al viajero era coger el barco hoy, una alternativa poco útil para la mayoría.
Otra opción, quizás menos complicada, es realizar el viaje desde el buque que sale de Nador con dirección a Almería o Granada. Hay que cruzar la frontera, pero al otro lado sí queda hueco para aquéllos que quieran realizar su viaje en los próximos días.
La otra alternativa es la del avión. En los vuelos de Málaga los precios para el próximo fin de semana aún son aceptables, aunque más altos que una butaca de barco, eso sí. El otro problema es que el coche, por muy pequeño que sea, no va a poder subirse al ATR. Para los que tengan pánico a las nubes, la alternativa no es válida, claro está.
La situación de ‘sobreocupación’ de los buques no es nueva. Es habitual que cada verano se produzcan situaciones similares y los melillenses se echen las manos a la cabeza por el coste de los billetes o porque, simplemente, y eso es aún peor, es imposible hacerse con uno. La previsión en estos casos es lo único que nos puede salvar. Cuando uno decide viajar en agosto tiene que hacer una lista de inconvenientes. En la península, si se circula por carretera, hay que armarse de paciencia y ser consciente de que, o se sale con el coche a una de esas horas intempestivas en las que la gente o duerme o está matando la noche, o hay que tragarts unas cuantas horas de cola (ahora al menos hay aire acondicionado, aún no está lejos el recuerdo de agosto con las ventanillas bajadas). En el caso de Melilla, el problema es aún mayor. Aquí no es cuestión de paciencia. Sólo vale la previsión. O se compra el billete con tiempo o sencillamente uno se queda en tierra.
En algunos casos, las navieras optan por poner buques extra cuando se producen estas situaciones, pero no siempre es así. La peor parte se la llevan aquellos ciudadanos que se quedan sin billete, no por ‘dejadez’, sino porque han tenido un imprevisto que les obliga a viajar a la península y  por lo tanto no han podido adquirirlo con suficiente antelación.
Muchos esperarán estos días que algún viajero se arrepienta y puedan quedarse con su billete. Otros soñarán con un puente imaginario hasta Andalucía que les permita llegar conduciendo su coche y mientras ven en la televisión a decenas de personas quejarse por el tráfico en el resto del país, pensarán, ‘benditas colas, quien pudiera estar ahora en una’. Lo más combativos relatarán contra el Gobierno, las navieras, el contrato marítimo que no se ha firmado o incluso el Mar Mediterráneo que se ha interpuesto en el camino entre ellos y las vacaciones. Paciencia para todos, porque este fin de semana, quieran o no quieran se quedan en la ciudad si no se ha adquirido el billete. Les queda disfrutar de la playa y los días de descanso. Los hay que están peor y ni siquiera pueden plantearse comprar uno de esos billetes inexistentes, porque les toca trabajar.

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