Salah Mezian, ilustrador infantil: "Siempre he dicho que se aprende mucho de los niños"

El ilustrador melillense Salah Mezian ha ganado el Primer Premio de Ilustración Infantil de la editorial Palabras de Agua. Mezian se ha mostrado muy satisfecho de que su obra haya conseguido abrirse camino en un certamen de ámbito nacional.

Cuenta a este diario que aunque ha ganado otras veces a nivel local, pero que lo haya conseguido de manera nacional le produce mucha satisfacción y supone un gran paso en su trayectoria. Por tanto, se muestra muy contento de haber logrado ese reconocimiento entre tantos artistas que se presentaron al concurso. 

El premio del certamen consiste en ilustrar y publicar un libro infantil bajo el sello de la editorial que será distribuido por toda España y parte de Latinoamérica. Por lo que Mezian deberá ponerse a trabajar pronto en este nuevo proyecto. 

Recientemente, el ilustrador acaba de terminar su tercer libro y que presentará en abril, según comenta a El Faro. ‘Es una larga historia’ es el título de su tercer volumen y que versa sobre la cultura bereber, donde los personajes son animales que conviven con los seres humanos. 

Una historia “muy bonita” sobre la convivencia, la paz y la interculturalidad que de seguro gustará a muchos, como ya han hecho sus otras dos publicaciones: ‘El viaje de Fatima’ y ‘Idir, el oso del Atlas’. 

Aunque siempre le alegra que todo el mundo tenga un libro suyo, que la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno de España, Isabel Rodríguez, comprase ‘El viaje de Fatima’ durante su visita en la ciudad autónoma le produjo “mucha satisfacción y alegría”. 

Salah Mezian estudió el bachillerato artístico y siempre le ha llamado mucho la atención la ilustración infantil y cómo se pueden utilizar diferentes técnicas y herramientas, como el collage. 

Pero, sin duda, lo que más le gusta de ilustrar para los más pequeños es que no limita su creatividad. A la hora de diseñar los personajes cuenta con mucha libertad y la fantasía le aporta mucha libertad. 

Aunque desde los veintidós años estuvo dedicándose a la ilustración, asegura que no fue hasta los 35 años que no se dedicó exclusivamente a ello. Sin embargo, cuenta que antes, al no haber redes sociales como ahora, era difícil que se difundiera su trabajo de la misma manera que ahora. 

Cuando publicó su primera ilustración en Facebook se sorprendió al recibir comentarios y Me gusta de sus seguidores. Ese fue el primer paso. Pero continúa asombrándose cuando publica en grupos internacionales y comprueba que sus trabajos reciben también mucho cariño desde cualquier parte del mundo. 

De esta manera, su arte ha conseguido traspasar fronteras hasta conseguir que doce de sus ilustraciones sean exhibidas de manera fija en una galería de arte en Texas, Estados Unidos. 

Este tipo de cosas consiguen motivar a Salah Mezian para continuar con su trabajo día tras día y profundizar en el mundo de la ilustración. 

Sin embargo, aclara que, a pesar de haber publicado ya dos libros infantiles, él no es escritor. “Siempre digo que soy escritor sin querer”, comenta. Aunque siempre ha leído mucha literatura infantil y juvenil, nunca se había atrevido a sentarse a escribir porque lo suyo es ilustrar. “Soy más ilustrador que escritor”. 

En sus obras utiliza multitud de técnicas (lápiz, carboncillo, acrílico…), pero su favorita es la acuarela. Para los bocetos le gusta mucho utilizar rotuladores calibrados porque le permite definir bien las distintas texturas, como las sombras. 

Además de ilustrar, también imparte multitud de talleres infantiles. Confiesa que le encanta el trato con los más pequeños. “Siempre he dicho que se aprende mucho de los niños”, señala. 

Durante la infancia todos somos muy creativos, pero al alcanzar la adolescencia se va perdiendo algo de imaginación. “Me sorprende mucho la calidad artística de los peques. Siempre les digo que lo importante no es dibujar bien, sino disfrutar con lo que haces”, explica Salah Mezian.

Trabajar sin prisas y disfrutar del proceso es lo importante, ya que, según él, es fundamental estar satisfecho con tu trabajo sin buscar complacer a los demás. Una máxima que siempre enseña en sus talleres.