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Sabi: "A partir del código 52003 no importamos nada"

El Faro se ha trasladado hasta el barrio de las Palmeras de Melilla para entrevistar al presidente del barrio, llamado Sabi y otros vecinos de la zona que quisieron manifestar su indignación y enfado sobre la situación actual que se vive allí, hasta tal punto que uno de sus vecino aseguró que "a partir del código 52003 no importamos nada".

Los vecinos del barrio se sienten "completamente excluidos de la sociedad melillense", denuncian la enorme falta de trabajo y reclaman el gran abandono por parte del Gobierno local desde hace muchos años.

Falta de trabajo

La falta de trabajo en el barrio y las pocas oportunidades que existen para lo más jóvenes es uno de los aspectos que más preocupan en Las Palmeras y que siguen denunciando sus vecinos.

"En este barrio hay un total de 382 viviendas y en muchas de ellas conviven 11 personas dentro de tres habitaciones porque tienen estudios y están parados", contó Sabi que además dijo lo siguiente: "Para el mantenimiento de todas las zonas del barrio, no puede ser que traigan a gente de fuera para hacerlo cuándo aquí hay gente que necesita ese trabajo más que nadie. Yo no estoy en contra de nadie de fuera ni mucho menos porque también son gente necesitada, pero si en cada barrio se dedican a trabajar los del mismo barrio no entiendo porqué aquí no ocurre lo mismo, teniendo más de 200 padres de familia, es incomprensible".

Al mismo tiempo, también quiso explicar que "muchas de las informaciones que se han publicado sobre Las Palmeras son mentira porque se ha llegado a comparar con "las favelas de Brasil" por el gran consumo y venta de drogas, y en absoluto es así", pero apuntó lo siguiente: "Si las familias que están aquí necesitan trabajar y de forma legal no pueden conseguirlo porque no hay, la otra opción que escogen es la venta de "drogas blandas" porque no tiene más remedio que ir para lo ilegal, pero obviamente no van a secuestrar ni a robar a nadie para conseguir ese dinero y el recurso menos grave es ese, no hay más".

Por otro lado, el vecino Mohamed seguía en la misma línea y se centró en la falta de oportunidades que hay para los jóvenes. "El futuro de estos chicos es muy oscuro, no hay más que verlo y si ahora mismo no hay trabajo, imagínate el futuro que les espera a ellos y no se lo merecen en absoluto, pero es que visto lo visto no dan ninguna solución".

Promesas incumplidas

Otra de las grandes claves para entender el porqué de la situación que se vive en Las Palmeras son las promesas incumplidas que se han ido realizando por parte de los diferentes partidos políticos, para conseguir el voto en las elecciones, y que al final no se han llevado a cabo y ha mermado desde hace años a los vecinos del barrio, sintiéndose "completamente excluidos de Melilla".

La situación en Las Palmeras es tan insostenible, hasta tal punto que Sabi afirmó lo siguiente: "Estamos totalmente marginados de la sociedad melillense y la situación va a peor cada vez más".

Ante esta falta de preocupación por parte del Gobierno local, se pueden observar pintadas contras los políticos en prácticamente todos los edificios del barrio y Sabi quiso explicar esta situación: "La gente esta harta de todas las promesas que nos han colado y no se han cumplido, y a pesar de lo mal que vivimos, no vamos a protestar ni a liarla en la Asamblea, simplemente nos manifestamos con estas pintadas", dijo Sabi que además insistió en que "no tienen ningún motivo para quejarse porque lo que deberían de hacer es venir aquí el barrio y hablar con nosotros para saber que necesitamos y qué nos hace falta".

Asimismo, confesó lo siguiente: "Cuando llegan las elecciones nos prometen mar, tierra y aire, y mira cuál es el resultado, nada más hay que venir a ver un poco el barrio para ver como está. Para ello Melilla sólo es el centro, el paseo marítimo y poco más, a partir del código 52003 no le importamos nada y solo pedimos estabilidad y dignidad, que es lo mínimo que nos merecemos todos".

Día a día en el barrio

Algo en lo que también se quiso centrar El Faro fue en cómo es el día a día de los vecinos en el barrio, condicionados por el poco trabajo y por la falta de necesidades básicas que existen en las casas.

"Al no tener trabajo poco se puede hacer, nos levantamos, ponemos unas sillas aquí y echamos el día entero porque no tenemos prácticamente nada qué hacer salvo los viernes y el fin de semana que salimos a despejarnos un poco por ahí", afirmó Sabi que era el primero quería cambiar esa situación para que el día a día de los vecinos del barrio fuese diferente, y añadió lo siguiente: "Necesitamos trabajo de forma urgente porque esto no puede seguir así".

"El día tiene 24 horas y se hace largo, así que imagínate para alguien que no tiene trabajo. Un año para nosotros es cómo si viviéramos cuatro", resaltó Sabi.

Además de la falta de trabajo, hay otros puntos claves que también condicionan la vida diaria de estos vecinos y es la falta de algunas necesidades básicas, como es el agua corriente. "Los padres tienen que cuidar a sus hijos y no pueden ni bañarlos para llevarlos a la escuela limpios porque no hay agua en muchas casas, ese es el punto hasta el que hemos llegado, recalcó Sabi que además apuntó lo siguiente: "Y en el caso de que no se lleve el niño al colegio porque no está en condiciones de ir, se está faltando a la educación del niño y es otro problema, así que esto va de mal en peor".

Buen lugar para vivir

Por último, a pesar de todas las dificultades que se observan en el barrio y que los vecinos han confesado a El Faro, Sabi también aseguró que este barrio es un buen lugar para residir. "Por supuesto que es un gran lugar para vivir. Es verdad que hay algunas discusiones, como en todos los barrios, pero hay muy buena gente, llevamos más de 22 años juntos y entre todos los vecinos nos queremos mucho".

"Anteriormente se ha publicado mucha información sobre el hecho de que es imposible vivir aquí por los conflictos que hay, pero nada más que pisas el barrio te das cuenta de que eso es completamente falso porque todos somos una gran familia", concluyó Sabi.

"Solo pedimos estabilidad y una solución a todos los problemas que tenemos pero quién entre en el barrio, es y siempre será bienvenido", concluyó Sabi.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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