{jaimage crop="MR" /}El relator de la ONU, que visitó la ciudad la pasada semana, destaca el diferente enfoque de las solicitudes de asilo en la península y en Melilla.
El relator especial de la ONU sobre Racismo, Discriminación Racial, Xenofobia y Otras Formas de Intolerancia, Mutuma Ruteere, que visitó la ciudad la pasada semana, pidió ayer una atención especial a la situación de los inmigrantes y de los solicitantes de asilo en Melilla y Ceuta, donde estos últimos “sufren largas demoras en la tramitación de sus solicitudes”. “Además, hay una diferencia en los enfoques adoptados con respecto al asilo en la península española y en Melilla y Ceuta”, agregó.
Ruteere lamentó la tendencia de las autoridades españolas a apuntar con el dedo al colectivo inmigrante a modo de “chivos expiatorios de la crisis en España”. “Hay una dinámica en curso que el Gobierno español debería considerar seriamente para evitar el deterioro de la situación en relación con el racismo”, aseveró Ruteere.
Clima de hostilidad y violencia
El relator señaló que en la situación actual se ha convertido en “chivos expiatorios” a algunos “grupos vulnerables como los inmigrantes y los solicitantes de asilo, a quienes se les acusa de ser la causa de la difícil situación económica”. “Como lo han demostrado acontecimientos acaecidos en otros lugares, culpar a los grupos vulnerables de la crisis económica puede generar un clima de hostilidad y violencia racial contra estos grupos”, manifestó el experto de Naciones Unidas.
Ruteere argumentó que la crisis económica “no debería convertirse en un motivo para retroceder en el avance en la lucha contra el racismo y la xenofobia”, y subrayó que la crisis ha ejercido presión sobre el Gobierno y ha repercutido negativamente en la sociedad.
Por todo ello, pidió a las autoridades españolas que den prioridad a la lucha contra la intolerancia racial en el país. El experto pasó siete días en España durante los cuales se entrevistó con el secretario de Estado español de Asuntos Exteriores, Gonzalo Benito; con representantes de la sociedad civil, con el presidente del Congreso, Jesús Posada, parlamentarios, así como autoridades regionales y locales en Melilla, Ceuta, Almería y Barcelona.
En relación a la situación el pueblo gitano, indicó que algunos de ellos siguen encarando importantes desafíos para el goce de sus derechos, en particular en el ámbito de la vivienda y el empleo.
Por otra parte, Ruteere pidió que se preste “atención particular a la creciente vulnerabilidad de las mujeres que trabajan y viven en los invernaderos de Almería y están expuestas a la violencia y la prostitución de facto”.
Por último, exhortó a España a encontrar una solución de derechos humanos a largo plazo “para las condiciones de trabajo y de vida de los emigrantes que se encuentran en la zona de Poblenou en Barcelona, donde viven en condiciones inhumanas y degradantes, así como a la situación de desalojos forzados de las zonas de la Cañada Real y Puerta de Hierro en Madrid”.
Políticos y medios de comunicación, en el punto de mira
La clase política y los medios de comunicación también fueron objetivo de valoración del relator de la ONU, quien aseguró que durante su visita encontró ejemplos de un “discurso de odio y xenófobo entre políticos y dirigentes políticos”, a los que no identificó en cambio.
“Los líderes políticos tienen la responsabilidad de denunciar en términos rotundos este tipo de discurso, en particular cuando sale de sus propias filas”, aseguró Ruteere en un comunicado. “Es necesario un liderazgo político más claro y visible en la lucha contra el racismo y la xenofobia. El combate contra el racismo no puede ser eficaz si no es liderado por los dirigentes políticos de más alto rango”, agregó el experto.
También denunció el papel de los medios de comunicación en las noticias referentes a la inmigración y otros colectivos minoritarios por “la propagación de prejuicios raciales y estereotipos negativos”. “Todavía hay mucho por hacer para evitar que los medios de comunicación presenten de manera negativa a los inmigrantes, así como que los criminalicen”, enfatizó Ruteere. Las observaciones y recomendaciones del relator especial serán reflejadas en su informe ante el Consejo de Derechos Humanos que será presentado el próximo junio.