A las 10:00 horas del domingo daba comienzo el recorrido de las rutas sefardíes en la plaza Pedro de Estopiñán en Melilla la Vieja, desde donde los visitantes partirían para conocer de primera mano los lugares más emblemáticos de la comunidad judía en Melilla.
De esta forma, las primeras localizaciones que se explicaron a los asistentes fueron las tres primeras sinagogas que se construyeron en la ciudad, concretamente en las calles San Miguel y Horno, pues fue en esta zona donde los primeros judíos se asentaron al llegar a Melilla.
Los más de 15.000 archivos que se habían revisado enriquecían aún más la historia de estos templos fundados por familias muy importantes de la época como eran los Melul o los Benchimol y se recordó, además, la gran aportación de la comunidad judía a la ciudad, pues con sus inversiones se pudo construir el llamado “triángulo de oro del modernismo” en una clara apuesta por la localidad que habitaban.
Tras esta primera parte del recorrido, la visita se orientó hacia el Museo Etnográfico, donde el presidente de la Comunidad Israelita de Melilla, Mordejay Guanich, explicó a los asistentes algunos detalles de la religión judía, el origen de diferentes versiones de su idioma como el ladino y la expulsión de la comunidad del territorio español en el siglo XV.
Así, en el museo se repasaron las escrituras sagradas de la comunidad, su origen y sus particularidades, así como las costumbres y liturgias durante las distintas etapas de la vida de los hombres y mujeres judías desde su nacimiento hasta su muerte.
En este sentido, también se comentaron tanto el significado de algunas vestimentas como las festividades señaladas en el calendario judío.
La ruta siguió su camino hasta uno de los puntos que más llamó la atención de los presentes: el cementerio de La Alcazaba o de San Carlos, el primer lugar de enterramiento judío de la ciudad.
Allí, tanto Guanich como Elena, la guía que le acompañó en el trayecto, explicaron el origen del recinto, al que se accedía a través de la casa de uno de los vecinos de la zona, y las distintas acciones que se han ido llevando a cabo para su recuperación y mantenimiento. En este último punto, la visita contó con la presencia del consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, que también quiso señalar cómo se llevaron a cabo esas intervenciones en el cementerio.
A la entrada del cementerio, los hombres, en señal de respeto, tuvieron que ponerse la kipá y, a la salida, los asistentes cumplieron con la tradición de lavarse las manos con agua y no secarlas después para mantenerlas puras.
Una vez finalizada la visita al cementerio de La Alcazaba, el trayecto se dirigió hacia la calle David Melul, donde se encuentra la sinagoga Or Zaruah (luz santa) en el último piso de un bloque de esa misma vía.
Allí, los visitantes quedaron impresionados por las grandes lámparas de cristal que colgaban del techo del templo, así como por su altar y púlpito de madera.
Una vez dentro de la sinagoga se explicó a los asistentes, en un repaso de la liturgia judía, el significado de cada uno de los elementos que la componen, del mismo modo que se profundizó en las costumbres de la comunidad como pueden ser las culinarias o las relacionadas con celebraciones.
"Estas son unas rutas vivas"
Ayer domingo tuvo lugar una nueva edición de las rutas sefardíes en Melilla de la mano de Mordejay Guanich, presidente de la Comunidad Israelita de Melilla (CIM) y de la asociación Mem Guímel.
Guanich guió en la mañana del domingo a los asistentes por los lugares más emblemáticos para la comunidad judía en la ciudad tras el parón que señaló el propio presidente de la Comunidad Israelita de Melilla por “la falta de gente en la ciudad para realizar estos recorridos”.
Mordejay Guanich, antes del comienzo de la caminata que llevaría a los visitantes por distintos puntos de Melilla, quiso señalar que “esto se realiza para que se conozca mejor el patrimonio de todos los melillenses” y que, con estas rutas, “quieren aportar su granito de arena a la convivencia actual de la ciudad”.
“Llevamos más de 10 años haciendo las rutas, aunque se empezó a trabajar el material mucho antes”, indicó Guanich.
En total, según destaca el presidente de la CIM, la iniciativa llevará “puesta en marcha” desde hace unos 13 años y recalcó que “todo lo que se habla en el recorrido, está documentado”.
Esta recogida de información se hizo, en palabras de Mordejay Guanich, “durante varios años”, visitando los archivos de la ciudad y hablando con distintas personas que vivieron en Melilla y pueden aportar historias o anécdotas de las distintas localizaciones que se visitaron.
Por tanto, para él, estas rutas “están vivas”, pues siguen encontrando información que completa las historias que se cuentan y sigue apareciendo gente que aporta nuevas formas de acercarse a la historia de la comunidad judía en Melilla.
En la visita no se ha quedado nada atrás, y, aunque Guanich comentó que “intentan ajustar el contenido al tipo de público que asista”, hacen un repaso tanto de la arquitectura, la historia o las costumbres además de la gastronomía característica.
Por otro lado, al presidente de la asociación Mem Guímel, le gustaría que la Fundación Melilla Monumental volviera a financiar este tipo de actividades que consiguen acercar un trozo de la historia de la ciudad a sus habitantes y visitantes que vengan de fuera, que además, según dice, “ayudaría a promocionar el turismo en Melilla”.
Al evento acudieron personalidades como el presidente de la Comunidad Sefardí de Sevilla o el consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, que también se expresó sobre estas rutas diciendo que “le parecen una iniciativa muy loable” y “de las que hacen falta en una ciudad como Melilla”.
“La multiculturalidad y la interculturalidad son nuestro patrimonio y creo que es algo muy bueno para que incluso la propia gente de Melilla conozca esta parte de la ciudad y de su historia”, añadió.
La decana de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte, Lucía Herrera Torres también se acercó a realizar estas rutas con las que dijo “haber quedado encantada”.
“Conocer todo esto partiendo de Melilla la Vieja y visitar los lugares que se han visitado hoy me parece muy importante porque nos ayuda a conocer mucho mejor lo que nos rodea”, destacó.
Herrera también aprovechó para recordar que, recientemente, se firmó la cátedra Melilla Sefarad UGR, precisamente para apoyar la difusión de la historia de la comunidad judía desde la universidad.
Por otra parte, Abderrahim, melillense de religión musulmana, también se acercó a realizar este recorrido sefardí, pues dijo que “en Melilla se tiene la gran suerte de que convivan tantas culturas”.
“Además de lo que ya conocía, quería profundizar un poco más y la verdad es que la ruta me ha sorprendido mucho para bien”, comentó al final del recorrido.
También señaló que las explicaciones que fueron dando tanto el propio Mordejay Guanich como la guía que lo acompañó durante la ruta, Elena, le resultaron “muy interesantes y muy clarificadoras”.
De esta manera, las rutas concluyeron dejando a todos los asistentes muy satisfechos con lo visto y explicado durante las 2 horas y media de visita.
El grupo, de aproximadamente 40 personas tuvo así la oportunidad de conocer en profundidad y de primera mano la historia de la comunidad judía en la ciudad, su aportación histórica a Melilla y sus costumbres y tradiciones, así como su arquitectura y gastronomía en un recorrido cuyos lugares les dejaron “impresionados”.