Categorías: Medio ambiente

Ruta Melilla,Trara y Taxuda, la mejor opción para iniciar el año pedaleando por Marruecos

El recorrido combina los tramos duros con los suaves al tiempo que ofrece un paseo por los vestigios del protectorado español en el reino alauita.

En 'El Faro' continuamos apostando por la vida sana, el deporte y la aventura, y ahora más que nunca, con las Navidades recién acabadas y esos kilos de más provocados por los excesos típicos de estas fiestas. 

Como en anteriores ocasiones, proponemos una ruta en bicicleta por los alrededores de Marruecos, una apuesta segura para hacer ejercicio mientras se disfruta del paisaje y la naturaleza. En concreto, presentamos un recorrido por Trara y Taxuda, que a priori puede ser algo más exigente para los ciclistas noveles.

Lo primero que tenemos que hacer es cruzar el puesto fronterizo de Farhana y dirigirnos al pueblo Trara, lugar bien conocido por los melillenses por sus manantiales de agua. Es fácil orientarse hasta este punto y, de igual modo, el trayecto es sencillo y suave, unos ocho kilómetros sin apenas complicaciones, aunque hay que resaltar que hay una pista de 300 metros que sí puede resultar más dura de superar por su inclinación. 

Además, antes de llegar a este punto hay un pequeño arroyo que debemos pasar con un desarrollo muy blando, realizando el 'molinillo' si fuera necesario, ya que en cuanto lo dejemos atrás comienza la subida. Una vez concluida la escalada de la pendiente, nos encontraremos en los arrabales del Zoco El Had - Beni Chicar -  población que dejamos a la derecha.

Aquí debemos seguir por la carretera que tenemos justo en frente, fácilmente reconocible porque es de descenso. Tras unos tres kilómetros bajando, llegaremos al único cruce que existe en todo el recorrido, aunque está bien señalizado, por lo que no puede haber problemas de orientación. 

Desde aquí hasta Trara nos quedan unos cinco kilómetros de carretera, momento perfecto para disfrutar del paisaje, ya que es un camino sosegado y con poco tráfico rodado, salvo los domingos, cuando hay zoco. Además, podemos detenernos a ver algunas de las edificaciones de la zona, como el hotel Leonor, que destaca más por su curiosa decoración que por su belleza.

Retomamos el trayecto. Unos veinte metros antes de llegar al hotel, nace la pista que nos llevará al manantial de Trara. La pista, a veces de hormigón y otras de tierra y piedra, se convierte en subida desde sus primeros metros. Serán unos dos kilómetros de ascensión con un porcentaje medio del siete por ciento de inclinación. Con estas referencias, es conveniente que dosifiquemos  fuerzas, aún queda recorrido por delante.

Al llegar, nos encontraremos con algunos edificios de construcción española de la época del protectorado. Uno de ellos aún mantiene una placa con el reconocimiento a uno de los que fue artífice e impulsor de la zona,  Antonio Zea Serrano, auxiliar facultativo del Ayuntamiento de Melilla en los años del protectorado.

Paseando por las ruinas

Podemos pasear por sus galerías, diseñadas en su época para la canalización y distribución del agua del manantial. Están excavadas en  roca volcánica y el agua surge del interior de la piedra, formando varias galerías que reúnen el agua y van a parar a un canal principal. 

El manantial nunca dio demasiada agua, aunque en sus inicios se preveía caudaloso, pero con el tiempo se comprobó que sus pozos eran de caudal regular. Es sin duda un lugar de gran belleza. 

Una vez explorado el lugar, es tiempo de encaminarnos hacia Taxuda. El recorrido no tiene perdida, porque siempre contaremos con la torre que hay en la cima impertérrita como punto de referencia.

Comenzaremos con una fuerte subida por el monte, pero a medida que subimos la pendiente, la pista pierde grados de inclinación y empezamos a encontrarnos con todo el esplendor de la ruta, el valle a nuestra derecha y la torre de Taxuda en la cima. La pista discurre entre las magnificas vistas de la verde vega de Trara y de los escarpados riscos de las montañas.

Siempre en subida constante, veremos algunas zonas arboladas en el borde de la pista. Os recomiendo que disfrutéis de ellas haciendo alguna parada para hacer fotos del entorno y plasmar en la retina las vistas. Además, prestad atención a las pocas viviendas que nos encontraremos por el camino. Son muestras de lo que realmente son las típicas casas rifeñas.

Desde el comienzo de la pista en Trara hasta el final del sendero, nuestro siguiente punto de referencia, hay aproximadamente cinco kilómetros de subida en diferentes desniveles, y si os fijáis, a lo largo de este recorrido, hay zonas más técnicas que otras. Dependiendo de vuestro nivelfísico y técnico para la subida, se podrá evitar poner 'pies al suelo'.

Tras varios kilómetros trepando con nuestras bicicletas, por fin llegamos a la carretera. Tomamos la dirección ascendente  a la izquierda, por lo tanto continuamos subiendo algunos kilómetros más. Pero recuerda,  será el último esfuerzo de la ruta. Pasados unos minutos por esta buena, aunque psicológicamente desgastadora carretera, nos encontramos con el cruce a Taxuda, lugar donde actualmente se encuentra unas instalaciones para “esparcimiento y reposo”. O eso dicen los carteles allí ubicados.

Comienza el descenso

 

Al poco tiempo llegaremos al final de la subida, en el que también se encuentra la pista para llegar a Sidi Tasquirás, zona llamada popularmente por los cicloturistas ‘el castillo escondido’.

La verdad, es que después de tantos kilómetros de subida, casi desde nuestro inicio en la frontera de Farhana, la bajada es bienvenida.

Una última recomendación antes de empezar a descender;  debemos beber, comer y sobre todo si es invierno, abrigarnos. Disfruta de los doce kilómetros de bajada continua hasta la frontera de Beni-Enzar. Pero, eso sí, siempre siendo muy prudente y sin abusar de la velocidad. Es preferible ir tocando freno que hacerlo de golpe.

Como siempre recordamos, ésta y todas las rutas cicloturistas publicadas en 'El Faro' han sido ideadas por un gran amante de este deporte, Ricardo Ruiz Varea, que dispone de un ilustrativo blog para aquellos que quieran saber más sobre este tipo de recorridos, además de mapas, fotos y anécdotas sobre los lugares a recorrer. Su web, www.ricardoruizvarea.wordpress.com.

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