El equipo local da la talla ante uno de los mejores conjuntos del panorama europeo.
El reparto de puntos puede considerarse justo. Si bien, no hubiera supuesto ninguna sorpresa que el triunfo se hubiera decantado para los de casa, al menos para los aficionados que tuvieron la oportunidad de ver el encuentro disputado en la sobremesa de ayer en el campo federativo de La Espiguera. La escuadra melillense tiró de casta y coraje para neutralizar el enorme potencial del Sevilla FC, uno de los equipos más laureados del panorama futbolístico nacional e internacional en categoría juvenil.
Rusadir y Sevilla ofrecieron un primer tiempo muy disputado. Los hispalenses intentando llevar casi siempre la iniciativa, aunque con poca continuidad en la circulación de la pelota, y los melillenses, muy ordenados atrás, tratando de sorprender al contragolpe.
Álvaro fue el primero en intentarlo. El exterior blanco se hacía con una pelota en la corona del área desde donde conectaba un lanzamiento raso que Álex Rosa atajaba sin dificultad. El meta estudiantil se convertiría de nuevo en protagonista cuando al filo de la media hora de partido se empleaba a fondo para desviar a córner un disparo de Mena desde el balcón del área y tras un despeje de la defensa rojinegra.
La última ocasión de los Agustín López antes del asueto la tuvo Álvaro, pero el remate con la testa del exterior sevillista tras un pase desde el flanco izquierdo de Viedma se marchó por encima del travesaño; por lo que al intermedio se llegó´´o con el empate a cero inicial.
Tras el paso por los vestuarios el Rusadir salió con más decisión en busca de la victoria, pero tanto la defensa como el meta nervionense se mostraron muy sobrios a la hora de solventar la situación.
El Sevilla, que no las tenía todas consigo, comenzaba a jugar más por las bandas aunque sin apenas generar situaciones de gol. El filial blanco solo creaba cierto peligro en acciones a balón parado, en las que los locales se mostraron muy concentrados y expeditivos.
Con el paso de los minutos el Rusadir fue encontrándose más cómodo sobre el sintético federativo. Así, en el minuto 66', Abdelilah veía al meta sevillista adelantado y se sacaba de la chistera una preciosa vaselina que se estrellaba en el larguero tras tocar con la manopla el arquero visitante. Fue la ocasión más clara de un partido que estaba resultando bastante igualado a pesar de las diferencias entre ambos contendientes.
La emoción fue 'in crescendo' hasta el final. El colegiado Francisco de Oses, que tuvo una buena actuación, prolongó el partido durante cuatro minutos que resultaron no aptos para cardíacos y eso que Jessé pudo llevar el delirio a las gradas si su cabezazo tras un saque desde el banderín de córner no se marcha fuera por muy poco. Al final del encuentro el resultado final fue de 0-0.