El presidente del Consejo de Estado y asesor en la elaboración de la Carta Magna inauguró el Curso de Verano que contará con los protagonistas de la Transición.
“Uno de los juristas españoles más importantes del país”. Con estas palabras se expresaron ayer los coordinadores del Curso de Verano ‘Constitución y Democracia’, Blas Jesús Imbroda y Juan Cano, al primer ponente en el Salón Dorado de la Ciudad Autónoma. El presidente del Consejo de Estado, Francisco Rubio Llorente, fue secretario y asesor de la Ponencia que elaboró la Constitución de 1978 y después de 30 años de democracia española piensa que “es necesaria la reforma de algunos puntos de la Carta Magna”.
Precisamente en la primera legislatura del Partido Socialista con José Luis Rodríguez Zapatero la reforma constitucional fue uno de los puntos programáticos del Gobierno central. Para ello, se encargó un informe preceptivo al Consejo de Estado, que desde 2004 preside Rubio Llorente, para analizar algunos de los puntos a reformar del texto constitucional como, por ejemplo, la prevalencia del hombre sobre la mujer en la línea sucesoria de la Corona, la enumeración de las Comunidades Autónomas o las carencias de la Constitución sobre la situación de España dentro de la Unión Europea, entre otros.
Crítica constructiva
A pesar de que el debate y la agenda política del Gobierno central no ha vuelto a tratar este asunto desde entonces, principalmente por la falta de acuerdo entre los partidos políticos al respecto, Rubio Llorente aseguró sentirse “muy satisfecho” con la elaboración de dicho informe. Y es que reformar o cambiar la Constitución no es un procedimiento sencillo pues precisamente los Padres de la Carta Magna lo establecieron así.
“Estoy muy orgulloso de haber participado y también por los resultados que tuvo la redacción de la Constitución pero también hay que ser críticos para corregir los errores que se ponen en evidencia con el paso del tiempo”, aseveró Rubio Llorente.
Las diferentes respuestas y soluciones que se han ido dando a lo largo de tres décadas a la tensión existente entre dos conceptos aparentemente complementarios ha marcado la manera en la que se ha articulado el poder en España. Así, el presidente del Consejo de Estado destacó que conceptos como ‘constitucionalismo’ y ‘democracia’ son polisémicos que “la relación entre ellos depende del valor que se le dé a cada uno”.
Por una parte, una Constitución es propia de sociedades con un poder estable que establece “no cualquier modo y sí una manera de organizar el poder preservando las libertades y los derechos de los ciudadanos”. Algo que, a primera vista, puede parecer incompatible con la Democracia que implica que “el reconocimiento de la soberanía popular y que por encima de él no hay más poder que el propio, ¿cómo compatibilizar esto?”.
Aparente incompatibilidad
Esta fue el eje principal de la conferencia del presidente del Consejo de Estado quien también hizo un repaso histórico precisamente de cómo se ha ido afrontando la aparente compatibilidad de ambos términos. Así, el primer problema al que se enfrentaron los Padres de la Constitución en su elaboración fue el cómo hacer un texto que “realizado por una generación concreta pudiera valer para las generaciones futuras”, matizó. Así también “ante el peligro de hacer cambios en la Constitución sin que ésta se modificase requirió la creación del Tribunal Constitucional, un organismo con el que no se suelen llevar bien los políticos”.
De lo que no cabe duda es que la llegada de la democracia a España y la elaboración de la Constitución terminó con un siglo lleno de inestabilidad política, levantamientos y contiendas que bien merece un curso monotemático y con los principales protagonistas de todo ese proceso en esta semana de ‘Constitución y Democracia en España’, tal y como apuntó el decano del Colegio de Abogados de Melilla y coordinador del curso, Blas Jesús Imbroda en el acto inaugural celebrado ayer en el Salón Dorado y que congregó a alumnos y curiosos así como a las primeras autoridades de la ciudad.
Por su parte, presidente del Consejo Consultivo de Andalucía, Juan Cano Bueso, destacó la oportunidad y el trabajo que ha requerido que “los actores” que consiguieron un Pacto Constitucional basado en el entendimiento, el diálogo y la concordia “vengan a dar su testimonio aquí a Melilla”.