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El acusado sostiene que ese día no vio a la perjudicada
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La mujer afirma que lleva veinte años sufriendo maltrato
Irene Quirante melillA
La fiscal reclama diez meses de prisión para un acusado de amenazas en el ámbito de la violencia de género. Según sostiene en su acusación, el individuo se presentó en la vivienda de su exmujer y comenzó a aporrear la puerta hasta romperla. “Si no te vas de la casa te voy a matar cuando te pille”, le advirtió a la víctima.
Estos hechos tuvieron lugar el pasado 9 de octubre sobre la una de la madrugada, en la barriada de La Cañada. El acusado compareció esta semana ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. “Ese día ni si quiera vi a mi exmujer”, sostuvo el individuo. Según se defendió, no ha vuelto a verla desde un juicio anterior. Afirmó que el día de los hechos estuvo en la casa de su madre, donde vive desde que se divorció de la víctima.
De acuerdo con la versión del procesado, su ex mujer le puso la denuncia después de que él dijera a uno de los hijos que tienen en común que fuese a comisaría a denunciarla porque ella, supuestamente, le propinó dos guantazos. Según expuso, ella podría haberle escuchado porque las casas están muy juntas y “se oye todo” de una vivienda a otra.
Miedo hacia su ex
La denunciante, sin embargo, aseguró en el juicio que el procesado se presentó en su casa, rompió su puerta a golpes y luego la amenazó con matarla. “Dijo que cuando los niños cumplieran 18 años nos iba a echar a todos a la calle”, agregó la mujer.
La víctima insistió en que siente miedo hacia lo que pueda hacer el acusado. “Siempre está vigilando y merodeando la vivienda”, dijo. Según señaló, lleva veinte años sufriendo maltrato.
La letrada del acusado preguntó a la mujer si había solicitado varias órdenes de alejamiento desde el año 2004, lo que ella confirmó, aunque no había ganado ninguna.
Denuncias cruzadas
Un agente de la Policía Nacional desveló en la vista que tanto el procesado como la denunciante son conocidos en la Jefatura Superior porque se han puesto varias denuncias entre ellos.
Una vecina de ambos afirmó que, de haber aporreado la puerta el hombre o amenazado a la mujer, ella lo habría escuchado, cosa que no ocurrió.
Por otro lado, declaró uno de los hijos del matrimonio. Respaldó la versión del encausado y explicó que su madre había escuchado cómo le decía que, si ella le había pegado, fuera a denunciarla. “Ella se puso a gritar en la ventana diciendo que iba a ir a la comisaría”, afirmó el chico.
Una vez finalizadas todas las declaraciones, la fiscal solicitó el dictado de una sentencia condenatoria. Además de la pena de prisión, reclamó una orden de incomunicación y alejamiento.
La abogada de la defensa, por su parte, pidió la absolución de su cliente. Según alegó, la víctima únicamente busca que se aplique una orden de alejamiento para que no pueda llevarse a cabo el uso compartido de la vivienda. “Su declaración está movida por motivos espurios”, aseguró.
El magistrado tendrá que decidir la sentencia.