La Fiscalía pide que un hombre sea condenado a una pena de tres años de prisión por un delito de violencia de género. Según describe en su acusación, el acusado propinó dos puñetazos a su ex novia en la boca, provocando la rotura de un diente que, por accidente, la mujer se tragó.
Estos hechos fueron llevados el miércoles ante el magistrado titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla. Según sostiene la fiscal, tuvieron lugar el 31 de julio de este año, sobre las cuatro de la madrugada, en el interior del domicilio en el que convivían la víctima y el denunciado.
El procesado negó que hubiera pegado a su ex pareja. Según explicó en el juicio, aquella noche discutió con ella porque se puso celosa de dos de sus amigas. En un momento de enfado, siguió contando, la mujer le mordió con fuerza en el pecho. Fue entonces cuando, según la versión del procesado, la víctima se rompió el diente y se lo tragó. “También me dio con una botella de cristal en la cabeza”, agregó el individuo.
La fiscal preguntó al encausado el motivo por el que no acudió al médico tras recibir las lesiones que puso de manifiesto en la vista. “No fui porque pensaba que yo la quería y que ella también me quería”, respondió el hombre. “Yo la quiero, ¿por qué le iba a pegar?”, apuntó el procesado, tratando de convencer al juez de su inocencia.
Le pegó con los nudillos
La víctima aseguró que la agresión cuando ella se encontraba tumbada en el sofá de la vivienda. Recibió un puñetazo y, cuando trató de incorporarse, le dio otro en la boca. “Fue entonces cuando me tragué el diente”, explicó la mujer. Según señaló, le dio con los nudillos de la mano.
Pero el maltrato no terminó ahí, según dijo la denunciante en el juicio. Luego, el hombre echó hacia atrás los brazos de la víctima, que continuaba tumbada, y él se sentó encima para evitar que pudiera incorporarse. “Me estaba asfixiando con su barriga y tuve que darle un bocado porque no podía respirar”, rememoró la mujer.
La denunciante sostuvo que había sido maltratada física y psicológicamente durante los casi cuatro años que duró la relación. “Yo sabía que me iba a pegar desde antes de que empezásemos a discutir, sólo por la manera en la que me estaba mirando”, compartió.
Según manifestó, siente miedo hacia su ex pareja. “Yo ahora no puedo salir sola a la calle, estoy yendo al psicólogo... Tengo miedo, no puedo dormir”, apuntó la denunciante.
Además, aseguró que desde que dejaron la relación, cada día acuden a su casa varias personas pidiéndola que vaya a Beni Enzar para hablar con el procesado, que lo perdone y que le retire la denuncia.
Informe forense
El último en declarar fue el médico forense que examinó a la víctima en los juzgados, tras la interposición de la denuncia. Según explicó, la causa de la rotura del diente pudo haber sido el puñetazo. Por otro lado, apuntó que la mujer todavía tenía marcas en la cara cuando fue examinada por él.
Cinco años de alejamiento
La fiscal solicitó en dictado de una sentencia condenatoria al entender que los hechos habían quedados probados con las declaraciones de la víctima y el médico forense. Además de los tres años de prisión, reclamó la imposición de una orden de alejamiento e incomunicación para que el acusado no pudiera contactar con la mujer por un periodo de cinco años y medio.
El magistrado señaló que el caso había quedado visto para el dictado de la sentencia.
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