El Consejero de Deporte sigue en su cargo. Ni ha dimitido, ni le han cesado. Autor de múltiples pagos y manipulador de convenios como trajes a medida a la Federación de Fútbol, desde el mes de julio ha enmudecido. Nadie quiere un escándalo político, pero el escándalo sí está en la calle.
El Consejero de Deporte, Francisco Robles, firmó el 5 de octubre de 2009 una orden de pago por más de 12.000 euros en concepto de mutualidad de futbolistas para un campeonato local de "fútbol playa". No existían licencias, ni existen licencias, ni existe tal concepto en el listado oficial de categorías de la mutualidad de futbolistas. Se lo habían inventado, le pasaron al cobro el listado y Robles pagó, y lo hizo a sabiendas de lo que hacía. Esa es una de las graves consecuencias de la amistad con el presidente de la FMF, una amistad que abre las arcas de la Ciudad Autónoma a la voracidad de los dirigentes federativos. Cuanto más paga la Ciudad Autónoma, más dinero de la Federación Española tiene a su disposición Diego Martínez y sus amigos, dinero del que luego alardea públicamente diciendo que con ese dinero hace lo que le da la gana.
Esta "factura" de amistad personal con el presidente de la Federación Diego Martínez, es una de los muchos pagos efectuados en el año 2009, más de 200.000 euros en pagos de Mutualidad, y todo ello porque Diego Martínez se hizo aprobar a sí mismo en una Junta Directiva de la Federación la duplicidad de licencia en julio de 2009, una decisión unipersonal y que va en contra del Reglamento de la Real Federación Española, pues un jugador no puede tener más de una licencia. Si un jugador tiene licencia de fútbol o de fútbol sala, puede practicar dentro de su club las dos modalidades con un solo pago a la Mutualidad.
Las órdenes de pago del fútbol playa son la punta del iceberg de un escándalo en el que la Ciudad Autónoma gracias a la torpeza o a la complicidad del Consejero, pagó tres veces la mutualidad de al menos más de cien jugadores.
La FMF decidió duplicar las licencias y Robles se encargó de pagar esta duplicidad, tal vez porque tanto él como Diego Martínez, creían que nadie se daría cuenta de ello ya que las licencias no se pagan de una sola vez sino a través de muchos pagos a lo largo del año. Ningún político iba a ponerse a sumar cuánto se estaba pagando fraudulentamente, salvo, el Consejero de Deporte que es el responsable de firmar las órdenes de pago. Ningún político se iba a poner a contar licencias, e incluso en este caso, fue el propio Robles quien aireaba en ruedas de prensa y en presencia de Diego Martínez que el fútbol melillense tenía más de 4.000 licencias. Ningún político cayó en la cifra. Pero dicho por quien ha sido durante quince años médico de la mutualidad de futbolistas, es evidente que sabía qué estaba pagando.
Robles y Martínez, los amigos de la infancia, urdieron los convenios a medida desde 2005 sin contar con nadie, inventaron el asalto de la mutualidad bajo la excusa del riesgo de la práctica del fútbol, y todo convenientemente tapado con el parapeto de que los funcionarios han supervisado los pagos a la FMF, y lógicamente con el miedo del Gobierno a aceptar que tiene un escándalo desde hace meses sobre la mesa que tiene como responsable directo al Consejero de Deporte. El Consejero de Deporte no ha dimitido, y lo que es más grave, no ha sido cesado tras demostrarse su acreditada, de momento, torpeza con el uso del dinero público curiosamente con amigos de la infancia.
Robles, el "financista"
Cuando en TVM explicaron al detalle el escándalo de la Mutualidad, en directo, y cuando se supo que eso ya no eran comidas, ni ropa deportiva, ni viajes, ni teléfonos, sino que tocaba de lleno el dinero público que maneja Robles a su antojo en la consejería de deporte, el Gobierno del Partido Popular quedó hondamente preocupado.
Eso fue un jueves por la noche. Al día siguiente, viernes, había Consejo de Gobierno muy tempranito, tan tempranito que Robles llegó tarde. Y Robles ante la atenta mirada de sus "compañeros" volvió a meter la pata. Esta vez no tuvo la indignidad de decir que era mentira y que el director de TVM había mentido. Esta vez tuvo la desgracia de mentir al Gobierno entero diciéndoles que pagar dos mutualidades por un mismo jugador estaba justificado en el riesgo de lesión. Dicho por un político es una catástrofe, un embuste que no desmentía el pago de dos mutualidades por un mismo jugador. Podría haber dicho que tenía que estudiar qué había pasado, pero su amistad con Martínez, le hizo zanjar el debate por el camino de en medio. Un mes más tarde, el secretario de la Mutualidad en Cablemel descubrió la verdad: Robles lo sabía todo desde el principio. Robles mintió a todo su Gobierno, igual que con las renovaciones del convenio. En 2005 no estaba justificado. En 2008 subió el convenio a 330.000 mientras decía que eran 280.000, pagando toda la mutualidad aparte, y en 2009 pasó a pagar 340.000 euros y decidió pagar aparte una mutualidad duplicada. Total, casi 600.000 euros.
Le han "robado" los papeles a la Federación: ¿A qué juegan?
El Secretario de la FMF, Sánchez Cano, fue el 18 de noviembre de 2010 a la Comisaría a denunciar que le han robado unos documentos, aunque no sabe quién ha sido. El 7 de diciembre, no estando en Melilla Sánchez Cano, el presidente de la Federación Diego Martínez acudió al juzgado y sobre la primera denuncia añadió que ha visto al director de TVM con esos papeles en un programa de Televisión Melilla de fecha 22 de noviembre.
Como consecuencia de esta denuncia de Martínez, aparece Medina como denunciado por una falta de "hurto" de documentos. Esta es la última de las pantomimas de la Federación aunque todo huele sospechosamente a Robles y el problema en el que está metido.
Por un lado, Medina viene mostrando documentos desde julio de 2010 y Sánchez Cano denuncia que se lo han robado en noviembre. En segundo lugar, la FMF con esta denuncia viene a corroborar que lo denunciado en Televisión Melilla es rigurosamente cierto ya que Martínez dice en su comparecencia que los papeles que Medina enseña son los que han desaparecido de la FMF. Por tanto, si Diego Martínez admite la veracidad de las acusaciones, ¿qué hace Robles todavía sentado en su sillón de Consejero, ya que es él quien ha pagado todas las alegrías financieras de la Federación con cargo a los fondos públicos?
Pero todo son apariencias, es una cortina de humo.
Da la casualidad de que Medina compareció ante el consejero de Hacienda y los funcionarios el 17 de noviembre, hecho del que tuvo conocimiento Robles ese mismo día. Hasta entonces se sentía protegido por el Gobierno del PP ya que éste no había movido ficha. Cuando se entera que Medina ha entregado documentos y que ha empezado una investigación oficial en la Ciudad Autónoma, casualmente al día siguiente el secretario de la FMF pone una denuncia en Comisaría diciendo que le han desaparecido documentos. ¿A quién le interesa que no haya documentos en la FMF porque "se los han robado"? ¿A Robles quizás? ¿Cree el Gobierno del PP en las casualidades? Medina lleva denunciando a la FMF desde junio, y la FMF pone la denuncia al día siguiente de que Medina acude a la Consejería de Hacienda.
Juicio de faltas ¡por hurto de papeles!
Diego Martínez ha utilizado a su secretario Sánchez para presentar una denuncia por hurto. ¿Qué le ha desaparecido? Las cuentas, no. Ya las explicó Medina en julio. Las actas de la directiva, no. Ya explicó Medina las actas de la UD Melilla, el dinero retenido, la aprobación de pagar abogados, etc.. Eso fue en julio y en agosto. Los estatutos de la Mutualidad, no. Se los mandaron desde Cantabria. Los papeles del Colegio de Árbitros, no. La factura PUMA es de Yeye, los restaurantes o la de los viajes a 142 euros, no. Están mostradas por Medina mucho antes del 22 de noviembre. ¿Y si no les han robado nada realmente?
A Martínez le preocupan dos actas: julio de 2009 y enero de 2010. Son las actas por las que el Consejero tenía que haber dimitido y que demuestran que hubo un enjuague con cargo al erario público. Si son capaces de hacer desaparecer documentos y acusar a Medina sabiendo que él no ha sido, ¿qué están haciendo? Están demostrando por qué no dimiten. Si lo hacen, es posible que se levantaran otras muchas liebres. Están aguantando para ganar tiempo.
No es una cuestión de ética: es una cuestión de pánico. Si Robles dimite, se levantarían más tapaderas que están sin tocar, y en la FMF están convencidos que el PP no irá a por nadie porque tiene un escándalo en el patio trasero. Necesitan ganar tiempo.
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