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Un joven se enfrenta a una pena de cuatro años de prisión como presunto autor de un delito de robo con violencia.
Su conducta consistió en sustraer a un menor la cartera y el teléfono móvil, lo que consiguió gracias a que un cómplice suyo, que no ha sido identificado, agarró a la víctima del pecho para que el acusado pudiera registrarlo y quitarle sus pertenencias.
El inculpado, cuyas iniciales son Y. E., compareció ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, pero se acogió a su derecho a no declarar. El denunciante no acudió, aunque el hecho de que no testificara no fue impedimento para que el Ministerio Fiscal mantuviera su petición de pena.
De acuerdo con el escrito de acusación, los hechos ocurrieron en la plaza de las Culturas el 24 de marzo de 2015. Sobre las 20:00 horas de esa fecha, Y. E. , en compañía de un compinche, abordó a la víctima. Mientras su secuaz sujetaba al menor, que entonces tenía 17 años, el acusado introdujo la mano en un bolsillo y le sustrajo la cartera, que contenía siete euros, otros 30 euros que se encontraban fuera de la misma y el terminal.
Tras ello, los intrusos se dieron a la fuga. La víctima pudo recuperar la cartera, pues Y. E. se deshizo de ella, no sin antes coger los siete euros que había dentro. En cuanto al móvil, no ha podido encontrarse.
El abogado defensor solicitó la absolución al estimar que no hay pruebas contra su cliente.