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El investigado vendió los objetos sustraídos para su reventa ilegal en el barrio del Rastro
El Ministerio Fiscal pide tres años de prisión para un joven acusado de un delito de robo con fuerza en las cosas. El inculpado supuestamente sustrajo maquinaria de obra de un almacén por un valor de 4.000 euros.
El suceso ocurrió en la madrugada del 30 de junio entre las 03:00 y las 04:00 horas. El investigado se dirigió a la calle Alférez Díaz Otero en el barrio del Rastro y sustrajo de un almacén una caja de herramientas, dos soldadores y un patinete eléctrico, entre otros objetos. Posteriormente, vendió la mercancía a un hombre que se encargaría de revenderla ilegalmente en el Rastro.
El inculpado, en su comparecencia ante la juez, negó los hechos. Aseguró que en el momento del robo se encontraba en casa de un amigo. Además, añadió que intentó que éste declarase en calidad de testigo, pero que no se encontraba en Melilla. “Tiene tiendas en Marbella y Canarias y ha tenido que ir de viaje”, argumentó. No obstante, añadió que esa noche estuvo con otros tres amigos más que podrían confirmar que estuvo en casa con ellos.
Ante la pregunta de la fiscal si conocía a B.M., persona a la que supuestamente vendió la maquinaria de obra robada, el acusado dijo que vivía en casa de sus abuelos. ¿A qué se dedica?, preguntó la acusación pública. “A la calle. No trabaja. Roba para sobrevivir”, respondió.
El Ministerio Fiscal también quiso saber si el acusado conocía al denunciante, que responde a las iniciales B.A.. “Sólo le conozco de vista, del barrio. Trabaja de contratista”, apuntó.
Durante el juicio, también declaró el propietario del almacén en calidad de testigo. Según indicó, no se percató de faltaba maquinaria en su almacén hasta el día siguiente. “No vi nada”, dijo. Sí informó de que el valor de los objetos sustraídos asciende a 4.000 euros.
Declaración de la Policía
Aparte del denunciante, también prestaron declaración dos agentes de la Policía Nacional. Ambos aseguraron que detuvieron a B.M. porque estaba en posesión de los objetos que previamente habría robado el investigado. Según explicaron, B.M. les dijo que “habitualmente le compraba objetos al acusado”. “Dijo que no sabía que eran de procedencia ilícita, pero que lo suponía”, contó uno de los agentes.
El otro policía dijo que B.M. les indicó que tenía un puesto y que compró el material de obra por 60 euros.
Finalmente, testificó B.M. ante la juez. Reconoció que fue detenido el pasado día 30 de junio por los agentes de la Policía Nacional. La magistrada quiso saber si podía identificar al joven que se sentaba en el banquillo de los acusados, como la persona que le vendió el material. “No lo reconozco”, dijo.
Defensa
El abogado defensor pidió una sentencia absolutoria, explicando que no hay pruebas suficientes que puedan mostrar que el autor del robo haya sido su cliente. “Se ha mantenido firme y contundente en sus declaraciones. El perjudicado dice que no vio a la persona que le robó la maquinaria”, manifestó.
La acusación popular, sin embargo, solicitó tres meses de prisión para el investigado. “Los testimonios del acusado no han sido claros”, argumentó.
Después de todas las intervenciones de todas la partes, el juicio quedó visto para sentencia.