La Ciudad se reunirá el lunes con los agentes sociales para valorar que medidas restrictivas se pueden aplicaren Melilla una vez finalizado el estado de alarma, al terminar con el cierre perimetral y el toque de queda, e intentar que el coronavirus sea lo menos dañina para la población.
Gobierno y empresarios deberán ahora determinar cuales son las mejores opciones a poner en marcha de cara a conjugar la seguridad sanitara con la recuperación económica.
Mientras el virus siga campando por la ciudad, ayer se registró un nuevo fallecimientos y la incidencia acumulada se mantiene en un nivel de riesgo extremo, las autoridades deben ser muy cuidadosas a la hora de afrontar esta nueva etapa en la que no contaremos con el paraguas de las restricciones que implicaban el estado de alarma.
La mayor movilidad que presumiblemente se registrará a partir del próximo domingo puede producir un rebrote que situaría a Melilla en una situación epidemiológica muy complicada.
Habrá que esperar al resultado de la reunión, pero habría que fiar algunas nuevas normas que puedan suplir la desaparición de las que aun están vigentes y que impidan un repunte de los contagios,
Hay que ser responsable, consecuente con las circunstancias y conocedor de que sigue muriendo gente, sigue habiendo hospitalizaciones y casos graves por culpa del coronavirus.
Mientras no se haya alcanzado una vacunación que garantice cierta tranquilidad entre la población, hay que echar mano no solo del cumplimiento de las medidas políticas y directrices sanitarias, sino también de nuestra propia responsabilidad y prudencia para evitar que, en unos meses, se paguen las consecuencias y todo lo conseguido de nada sirva. Del 0 al 100 no se puede pasar en un momento, el avance hacia una cierta normalidad debe ir de la mano de todos porque si no esta pesadilla jamás terminará.
El Gobierno local está dando los pasos que puede dar, pero esta batalla es de todos, no solo de unos pocos.