La Guardia Civil ha rescatado y ha auxiliado en el puerto de Melilla a cinco personas que se habían ocultado en el interior de una batea que transportaba fardos de ropa de grandes dimensiones. La actuación tuvo lugar a las 8:30 horas del jueves 8 durante el registro que efectúa la Guardia Civil en la zona de estacionamiento de las bateas y los contenedores que embarcan en los diferentes buques que conectan nuestra ciudad con la península. Se pudo ayudar a estas personas gracias a la labor de un perro del servicio cinológico.
El objeto de estos registros es el de prevenir la inmigración irregular y evitar riesgos para la integridad física de las personas que se introducen como polizones en lugares peligrosos, según describe la Benemérita en una nota de prensa.
En esta ocasión la alerta se obtuvo sobre una batea que contenía abundantes fardos de ropa. Al constatarse indicios de que pudiera encontrarse oculta entre la mercancía alguna persona, se activó al servicio cinológico de la Comandancia. Al tratarse de una zona de difícil acceso, la labor del can fue esencial marcando con sus ladridos de forma insistente las zonas donde se ocultaban las cinco personas, localizándolos de forma rápida y meritoria, añade el comunicado.
Fardos de entre 80 a 100 kilos
A partir de ese momento, personal de la sección fiscal comenzó́ la búsqueda de las personas que estaban ocultas, realizándolo con sumo cuidado, ya que este tipo de carga es muy inestable. Había riesgo porque cada fardo tiene un peso entre los 80 a 100 kilo por lo que el peligro para la vida de estas personas es “indudable”.
Los agentes tuvieron que remover pieza a pieza para evitar cualquier accidente, hasta llegar a las oquedades que los migrantes fabrican, conocidas como “hornillos o chimeneas”, donde se ocultan con el fin de introducirse en los buques como polizones.
En ese lugar se localizaron a cinco personas, todos varones mayores de edad e indocumentados. Todos ellos se encuentran en buen estado de salud.